EDGAR ALLAN POE- El Gato Negro.

EL GATO NEGRO

La historia trata sobre un hombre al que le encantaban los animales, tenía muchos de ellos en casa, donde vivía junto a su esposa. Entre todas sus mascotas destacaba un gato negro de nombre Plutón, quien era el preferido. 

Sin embargo, y con el paso del tiempo, el carácter del hombre cambió, se volvió irritable y comenzó a maltratar a sus mascotas, exceptuando al gato. La culpa de este comportamiento la tenía el alcohol.

Una noche llegó ebrio a casa y, con algo de violencia, tomó al gato, quien le arañó la mano. El hombre, lleno de furia, le arrancó un ojo a Plutón. Aunque desde el inicio yo sospechaba que algo le pasaría al gato, no creí que su dueño mismo sería el culpable, o, por lo menos, que sería un accidente. Confieso que esta acción me ocasionó náuseas, pero el despertar este tipo de sensaciones es un gran añadido para la narración.

 Poco después, e intentando suprimir cualquier brote de remordimiento, el hombre tomó una soga y ahorcó al felino en la rama de un árbol en su patio. En este momento tan perturbador me compadecí profundamente por Plutón, a quien le había tomado cariño, y comencé a dudar de la salud mental del hombre. La noche de ese mismo día se incendió la casa, de la cual sólo quedó de pie un muro con la imagen del gato. En mi opinión, ésta fue una señal de que la desgracia caería en aquella pareja (si es que se le podía seguir llamando así, pues no noté ni una muestra de cariño desde que la actitud del hombre cambió).

Tiempo después del incidente, el hombre encontró otro gato en una taberna, muy parecido a Plutón (incluso estaba tuerto también) pero con una gran mancha blanca en el pecho, y decidió adoptarlo. El cariño que la nueva mascota le tenía al hombre ocasionó que éste le tuviera un odio inmenso. Los blancos cabellos del nuevo felino fueron cambiando lentamente, de forma imperceptible, hasta rodearle el cuello, adquiriendo la forma de la horca. Este cambio en el pelaje me pareció un detalle soberbio, le dio a la obra un toque de misterio que la hizo más interesante (junto con la imagen de Plutón en el muro, por supuesto). El hombre, harto de todo, decidió matar al gato con un hacha. Al soltar el golpe, su esposa trató de defenderlo, y aquel instinto asesino cambió de objetivo y el impacto fue a dar a la cabeza de su mujer. Para mí, esta acción fue la más impredecible de la obra, y fue aquí donde mayor tensión experimenté. Jamás me hubiera imaginado que el hombre mataría a su esposa, y lo más extraño fue que esa noche tuvo el sueño más tranquilo en mucho tiempo. El cadáver había sido escondido por aquel hombre entre la pared, para no dejar rastro.

A los pocos días, las autoridades acudieron a su hogar para hacer investigaciones sobre la muerte de la mujer, pero no encontraron evidencia alguna. Los oficiales se marchaban, pero el hombre, con ganas de decir algo, comenzó a alardear sobre la solidez de su casa, mientras golpeaba la pared con su bastón, de la cual brotó un quejido. En este momento yo creí que la historia tomaría una temática paranormal, y deduje que el fantasma de la fallecida aparecería; sin embargo, aquel aullido provenía del gato. Los oficiales derrumbaron el muro y descubrieron el cadáver, con el felino sobre su cabeza, terminando así la obra.

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