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EL BURLADOR DE SEVILLA


Enviado por   •  8 de Diciembre de 2013  •  3.914 Palabras (16 Páginas)  •  324 Visitas

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Argumento[editar • editar código]

Un joven noble español llamado Don Juan Tenorio seduce en Nápoles a la duquesa Isabela haciéndose pasar por su novio, el duque Octavio, lo que ella descubre al querer alumbrarle con el farol. Tras esto, en la huida va a parar a la habitación del Rey, quien encarga al guardia Don Pedro Tenorio (pariente del protagonista) que atrape al hombre que ha deshonrado a la joven. Al entrar Don Pedro en la habitación y descubrir que el burlador es su sobrino, decide escucharle y ayudarle a escapar, alegando más tarde que no pudo alcanzarlo debido a su agilidad al saltar desde la habitación a los jardines.

Tras esto, Don Juan viaja a España y naufraga en la costa de Tarragona; Catalinón (su criado) consigue llevarlo hasta la orilla, donde les aguarda la pescadora Tisbea, que ha oído su grito de socorro. Tisbea manda a Catalinón a buscar a los pescadores a un lugar no muy lejano y en el tiempo que están ellos solos Don Juan la seduce y esa misma noche la goza en su cabaña, de la que más tarde huirá con las dos yeguas que Tisbea había criado.

Cuando Don Juan y Catalinón regresan a Sevilla, el escándalo de Nápoles llega a oídos del rey Alfonso XI, quien busca solucionarlo comprometiéndolo con Isabela (el padre de Don Juan trabaja para el rey). Mientras, Don Juan se encuentra con su conocido, el Marqués de la Mota, el cual le habla sobre su amada, doña Ana de Ulloa, tras hablar de burlas, “ranas” y mujeres en todos los aspectos; y como el Marqués de la Mota dice de Ana que es la más bella sevillana llegada desde Lisboa, Don Juan tiene la imperiosa necesidad de gozarla y, afortunadamente para él, recibe la carta destinada al Marqués, al que luego informará de la cita pero con un retraso de una hora para así él gozar a Ana. Por la noticia de la carta de Ana de Ulloa, Mota le ofrece una burla a Don Juan, para lo cual éste ha de llevar la capa del Marqués, que se la presta sin saber que la burla no iba a ser la estipulada, sino la deshonra de Ana al estilo de la de Isabela.

Don Juan consigue engañar a la dama, pero es descubierto por el padre de esta, Don Gonzalo de Ulloa, con quien se enfrenta en un combate en el que Don Gonzalo muere. Entonces Don Juan huye en dirección a Lebrija.

Mientras se encuentra lejos de Sevilla, lleva a cabo otra burla, interponiéndose en el matrimonio de dos plebeyos, Aminta y Batricio, a los que engaña hábilmente: en la noche de bodas, Don Juan llega a parecer interesado en un casamiento con Aminta, quien lo cree y se deja poseer.

Don Juan vuelve a Sevilla, donde se topa con la tumba de Don Gonzalo y se burla del difunto, invitándole a cenar. Sin embargo, la estatua de éste llega a la cita ("el convidado de piedra") cuando realmente nadie esperaba que un muerto fuera a hacer cosa semejante. Luego, el mismo Don Gonzalo convida a Don Juan y a su lacayo Catalinón a cenar a su capilla, y Don Juan acepta la invitación acudiendo al día siguiente. Allí, la estatua de Don Gonzalo de Ulloa se venga arrastrándolo a los infiernos sin darle tiempo para el perdón de los pecados de su “Tan largo me lo fiais”, famosa frase del Burlador que significa que la muerte y el castigo de Dios están muy lejanos y que por el momento no le preocupa la salvación de su alma.

Tras esto se recupera la honra de todas aquellas mujeres que habían sido deshonradas, y puesto que no hay causa de deshonra, todas ellas pueden casarse con sus pretendientes.

Contexto[editar • editar código]

Don Juan personifica una leyenda sevillana que inspiró a Molière, Lorenzo da Ponte (autor del libreto de Don Giovanni de Mozart), Lord Byron, Espronceda, Pushkin, Zorrilla, Azorín, Marañón y a muchos otros autores. Es un libertino que cree en la justicia divina («no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague») pero que confía en que podrá arrepentirse y ser perdonado antes de comparecer ante Dios («¡Qué largo me lo fiais!»). Si además recordamos que El burlador de Sevilla fue publicada en 1630 podemos concluir que es una obra cuya vocación es moralizante, y podría haber sido concebida como respuesta a la teoría de la predestinación de Juan Calvino, según la cual la salvación y la entrada al reino de los cielos ya ha sido determinada por Dios desde el nacimiento de uno, dado por gracia a través de Cristo y recibido solamente por fe, por lo que los actos no son determinantes para la salvación de las almas.

Se ha especulado mucho sobre la posible inspiración en un personaje real, señalándose a Miguel de Mañara como principal candidato. Sin embargo, si aceptamos la opinión mayoritaria respecto la autoría y la fecha no podrá considerarse el personaje de Don Juan inspirado en la vida de Don Miguel ya que éste nació en 1627 y la obra fue editada solo tres años después. Si bien, una versión precedente del Burlador, el Tan largo me lo fiais, podría datar de 1617. Se dice que la obra de Tirso fue un guiño dedicado a los caballeros de la época, cuya profanación de la honra de las mujeres era mundialmente elogiada.

Resumen:

El libro trata sobre Don Juan, un personaje que se burla de todo el mundo. A la primera mujer que burla Don Juan es a Isabela, haciéndose pasar por el Duque Octavio. Las culpas y la deshonra son para el Duque Octavio. La siguiente mujer es Tisbea, una pescadora, que cuando Don Juan y Catalinón nadando hacia la orilla, va en su ayuda. Cuando Don Juan está mas o menos recuperado intenta conquistar a Tisbea, le da su palabra y le promete ser su esposo, igual que a Isabel, y cuando la deshonra se escapa. Su siguiente burla fue para Doña Ana, a la cual no conocía, pero el Marques de la Mota le hizo una descripción tan buena de ella, que decidió intentar deshonrarla. Pero tras engañar a Mota e ir a por Doña Ana, se le interpuso Don Gonzalo, por lo que Don Juan lo mató. Tras esto Don Juan deshonro a Doña Ana y le dice a Mota que ya puede ir a visitar a su prima. Cuando este va a ver a su prima se encuentra con un extraño alboroto, pregunto que ocurría y le prendieron, ya que este le había dejado una capa a Don Juan y seguidamente Don Juan se la devolvió. La última víctima de Don Juan fue Arminta, prometida de Batricio, con el cual pronto se casaría. Don Juan la lió y como a todas las anteriores la prometió matrimonio, la deshonro y volvió a escapar. El Rey concreto matrimonio con Doña Isabel. Tres días antes de la boda se le aparece a Don Juan y a Catalinón el difunto Don Gonzalo que se auto invitó a cenar. Don Gonzalo invitó a Don Juan para el próximo día, Don Juan aceptó. Al día siguiente fue donde habían quedado, pero la cena que sirvió Don Gonzalo no era muy apetitosa por lo que Don Juan se dio por cenado. Después Don Gonzalo

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