ENSAYO EN BUSCA DE LAS PENAS PERDIDAS

ENSAYO EN BUSCA DE LAS PENAS PERDIDAS

El desinterés es parte del día a día de la sociedad latinoamericana, son pocos los que buscan inmiscuirse a los temas referentes a la justicia y la administración de esta misma. La mayoría permanece bajo un velo de ignorancia casi que imposible de arrancar, y si en algún caso son capaces de ver más allá de este mismo hacen parte de una minoría los que hacen algo por arreglar la situación.

La corrupción, desigualdad y mal manejo es algo visto más que seguido en esta sociedad y es por ello que en el libro de “En busca de las penas perdidas” de Eugenio Raúl Zaffaroni el autor hace una crítica a los sistemas penales latinoamericanos, dado que afirma que estos están manchados con la corrupción. Así mismo se habla sobre un llamado discurso jurídico penal irracional, entendiendo este como aquel que erróneamente se ocupa de un deber ser (que nunca será) y no de un ser. Al perturbarse la percepción de lo que sería un verdadero ejercicio del poder se llega a ver este discurso como embustero, dado que no hace uso de la legitimación del poder.

Cuando se habla de legitimación del poder debe entenderse esta como una responsabilidad, es decir, cuando algún gobernante consigue legitimar su poder (ya sea a través de su carisma, del miedo que genere o en sí mismo el respeto) este debe atenerse a este y saber sobrellevarlo, es como un gran peso que deberá cargar sobre sus espaldas y mantenerse erguido aún así. Esta legitimación es una forma de racionalizar el discurso jurídico penal y es por ello que se dice que sin esta el discurso carece de todo lo que hace que sea real y verídico. Otro tema del que se habla en el libro es la deslegitimación desde diversos puntos de vista, tales como el marxista, en donde se habla sobre como la delincuencia es un producto de la pobreza y que al suprimir de cierta manera esta misma entonces el delito quedaría como decisión libre del autor.

También, se habla de lo dicho por Foucault, sobre una deslegitimación radical del saber mismo y como en esta existían unas llamadas “instituciones de secuestro”, entendiendo estas mismas como la prisión, el manicomio, el hospital, el ancianato, entre otras. Estas instituciones generan una epistemología: la criminología, la psiquiatría, la pedagogía. Porque para Foucault el poder y el saber quedan mucho más superpuestos que para Marx, dado que el poder también desarrolla al sujeto. Es por ello que para que el discurso jurídico- penal sea real y aplicable debe atenerse a la racionalidad producto de la legitimidad del poder por parte de las personas a las que va dirigido, en el caso de Latinoamérica se afirma que este es embustero ya que realmente al no estar al tanto de lo que tiene que ver con la administración de justicia todo lo dicho por los gobernantes es aceptado sin objeciones, lo que realmente

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