ENSAYO: “¿QUIÉN SE HA LLEVADO MI QUESO?”

Tepic, Nayarit a 12 de enero de 2016[pic 1]

Lic. Educación Primaria

ENSAYO:

“¿QUIÉN SE HA LLEVADO MI QUESO?”

Profesor: Mario Arturo Ramos Tovar

Materia: Grupos en la Escuela

Alumna: Claudia Marisol Iriarte Martínez

Grupo: 1ro “A”

INTRODUCCIÓN:

Este ensayo está basado en un libro de Spencer Johnson publicado en 1998, de autoayuda o superación personal.

Habla sobre dos ratones llamados “Fisgón” y “Escurridizo” y dos liliputienses, que vienen siendo pequeñas personas, llamados “Hem” y “Haw y su experiencia en un laberinto. Nos narra sobre el cambio, que para estos personajes tiene lugar en dicho laberinto y su búsqueda por el queso. El queso es una metáfora de lo que uno quiere tener en la vida, ya sea un trabajo, una relación amorosa, dinero, una gran casa, libertad, salud, reconocimiento, paz interior, o incluso un deporte. Cada uno tiene idea de lo que es el queso y se encariña con él, cuando se pierde o se lo quitan resulta ser traumático, y debe hacerse un cambio en la vida. En el cuento, el laberinto representa el lugar donde se pasa el tiempo en busca de lo deseado. Spencer Johnson, M.D. quiere mostrar con el libro, a las personas, amigos y colegas como nos comportamos a la hora de efectuar un cambio en nuestras vidas. Como se dijo el libro es basado en el “cambio” y los principales pensamientos que muestran en el libro son: cómo adaptarnos en un mundo en constante. Y cómo encontrar una manera sorprendente de afrontar el cambio en el trabajo y en la vida privada.

DESARROLLO

Los cuatro personajes vivían en un laberinto en el cual ellos buscaban queso para alimentarse, siempre por las mañanas los cuatro personajes iban en busca del queso; los dos ratoncitos habían encontrado métodos para buscar el queso uno de ellos el olfato muchas veces fallaban pero siempre estaban dispuestos a reanudar la búsqueda; mientras que los dos liliputienses pensaban y analizaban tanto, que para ellos era complicado disfrutar de la búsqueda del queso. Para ellos el queso significaba todo lo deseado. Finalmente los cuatro descubrieron una gran cantidad de queso en la estación Q. De ahí que todas las mañanas los ratoncitos salían de sus casas e iban hasta la estación de queso Q y colgaban sobre sus cuellos sus zapatos en caso de que los necesitaran.

Por otro lado los liliputienses se levantaban ya tarde y paseaban de camino a la estación de queso Q, al fin y al cabo ellos ya sabían en donde se encontraba el queso y creían que estaría ahí siempre. Los dos se quitaron sus zapatos pues creían que ya no los necesitarían más. Después se familiarizaron tanto que comenzaron a poner letreros en la pared como “tener queso te hace feliz”, ellos estaban tan cómodos que en realidad no se enteraban de lo que ocurría y de que el queso se iba terminando poco a poco.

En cambio los dos ratoncitos revisaban siempre el lugar y se daban cuenta de todo. Al notar que ya no quedaba mucho queso se lanzaron en su búsqueda por el laberinto pues estaban seguros de que podrían encontrar más.

El mismo día pero más tarde los hombrecitos llegaron a la estación y ya no encontraron ni un pedazo de queso. Ante la situación solo se pusieron a preguntarse entre sí ¿quien se había llevado su queso? y a lamentarse una y otra vez por su desgracia, por lo injusto que era todo. Una noche, uno de ellos escribió en la pared “cuanto más importante es el queso para ti, más deseas aferrarte a él”.

Ellos regresaban a la estación Q esperando que el queso estuviera de nuevo ahí. Mientras que los dos ratoncitos seguían el laberinto buscando sin parar. Y todo ese esfuerzo rindió frutos cuando por fin encontraron una estación llena de queso: la Estación N, la más grande que se pudieron encontrar.

Mientras que los liliputienses no hacían nada por encontrar queso. Hasta que llego el momento en que Haw comenzó a pensar en salir en busca del queso y le explico a Hem que hacían lo mismo una y otra vez, lo cual no estaba dando ningún resultado. Pero Hem continuaba negativo y testarudo, sólo deseaba quedarse y esperar a que regresaran el queso.

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