El Paraiso Perdido

El paraíso perdido – Escuela psicoanalista: Sigmund Freud

La obra, desde las bases de la escuela psicoanalista de Sigmund Freud hace notar uno de los principales objetivos del psicoanálisis, que es, el trabajo sobre un inconsciente limpio, dicho inconsciente, en la obra son Adán y Eva, creados por la mano de Dios. Aquí el inconsciente de los principales personajes busca ser reprimido tanto por Dios como por Satanás, implantando sus propias ideologías sobre lo que es correcto (aunque desde otra perspectiva Satanás busca venganza contra Dios) o en bases psicoanalistas, mitos sobre su origen, creación, el porqué de su creación y saber cuál es su fin en el Edén.

De cierta manera, el psicoanálisis, busca que a través de la libre asociación, que el analizante (en este caso Adán Y Eva) reciba la consigna de decir libremente todo lo que se le ocurra, incluso aquello que juzgue inútil, inadecuado y hasta trivial, y solamente se les exige no omitir ningún pensamiento, lo que dará como resultado la reconstrucción de una historia del sujeto a través de sus recuerdos reprimidos permitiendo una desaparición de las dudas que giran alrededor de los mitos.

La construcción de la historia del sujeto es sumamente notoria en la obra, pues Adán obedece claramente las reglas impuestas por su creador, quien también le manda advertir sobre un posible enemigo, pero tomando en cuenta a Eva como elemento de su realidad, reconstruyen su realidad después de que Satanás seduce a Eva de comer el fruto del árbol de la ciencia.

El psicoanálisis, como teoría, busca conocer el funcionamiento psíquico humano, investigando aspectos del inconsciente a través de sus manifestaciones en la libre asociación de ideas, sueños, fantasías y actos humanos. De este modo vemos la oposición del bien y el mal ante Adán y Eva como una manifestación para concientizar al inconsciente, y más aún, cuando la serpiente busca persuadir a Eva de comer el fruto prohibido, asombrándose de que en verdad puede aspirar a mucho más, aun cuando fue advertida de lo contrario.

Tras el remordimiento de Adán después de comer del fruto prohibido y satisfacer sus mas “bajos instintos” junto con Eva, se da cuenta de la dificultad que vendrá ahora para expresar sus pensamientos, resistiéndose a manifestarlos, pero que al reflexionar sobre sus sueños, cree que es justo buscar redención ante las sendas del bien y suprimiendo todo aquél pensamiento que vaya en contra de su correcta formación. Paralelamente a estas acciones comienza a desarrollarse una transferencia de sentimientos tanto agradables como desagradables ante la situación que se vive, y es aquí en donde hace su mayor presencia el psicoanálisis, pues justo después de los hechos, viene la praxis en donde se tiene una tendencia hacia “lo que está bien” para próximas situaciones, pues ahora se es mayormente consciente de la realidad.

• En la obra es notorio que la escuela psicoanalista tiene su influencia al momento de caracterizar los protagonistas, quienes son bombardeados ideológicamente y se forman de un complejo concientizando su inconsciente.

• Adán y Eva experimentan el desarrollo libidinal, en donde la pulsión los orilla a relacionarse de una y mil maneras con su entorno eliminando la tensión que surge por medio de sus instintos biológicos.

• Adán y Eva de alguna manera eliminan su complejo de Edipo, que de algún modo los hace ser dependientes de un ser superior.

• La representación de los sueños es también una característica meramente del psicoanálisis, la notamos en el momento en que Eva despierta después de que Adán vuelve de las colinas con el Arcángel Rafael y se da cuenta de que en sus sueños Dios le ha dicho cómo pueden llegar a la redención.

El mundo de Sofía

En comparación con “El paraíso perdido” la obra de Jostein Gaarder, “El mundo de

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