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Paraiso Perdido COE


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2016  •  Biografías  •  2.171 Palabras (9 Páginas)  •  303 Visitas

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Universidad Icesi

Comunicación oral y escrita I

Julián González Martelo

Código: 12218013

Grupo: 25

Ensayo Final

Mi vida, ¿Un paraíso perdido?

        Desde el momento en el que adquiero cierto nivel de madurez intelectual, existe en mí una discusión sobre los planteamientos mitológicos-religiosos, y los racionales. Es por esta constante duda que me decido a realizar este ensayo en el cual comparo una obra de orden mitológico como lo es “El Paraíso Perdido” de John Milton, con la condición humana de la desobediencia en mi vida teniendo en cuenta las cuatro perspectivas del mito que plantea Joseph Campbell en su obra “Las Máscaras de Dios”. Para tener un nivel mayor de orden, durante esta lectura se comprenderá a la obra como un planteamiento mitológico y religioso, y a la desobediencia en mí vida como un planteamiento racional en su totalidad.

        Nos encontramos con una creación poética de gran renombre en la historia de la literatura; “El Paraíso Perdido” del poeta inglés John Milton, en la cual este hombre logra narrar una historia bíblica de una manera totalmente irreverente para los pensamientos eclesiásticos. Milton convierte estos mitos de la religión judeocristiana en una lucha titánica entre los arcángeles y el mismísimo Dios contra el enigmático Satanás, siendo este poema contado, desde el punto de vista de éste último e inesperado protagonista.

 Por otro lado, mi vida desde un comienzo se fundamentó en la ciencia pura, dejando a un lado todos los factores mitológicos o religiosos que no pudieran ser probados, de manera que se inculcó en mí una necesidad de probar, de tener datos además de hechos visibles sobre cualquier tipo de evento para comprobar su veracidad. Desde muy joven, en mí existieron muchas preguntas para todo lo que sucedía y sucede a mí alrededor, y desde que recuerdo para todas estas preguntas es necesaria una respuesta por así decirlo “probable”, algo que sea posible dentro de la lógica y el entendimiento científico. No existe cabida para milagros ni explicaciones que se quedan en el razonamiento bíblico, en otras palabras mitología en su máxima expresión, y es por estas razones, que considero que la desobediencia es un factor importante en mi personalidad, porque no sigo los ordenamientos sociales y culturales a los que son sometidas las personas, siempre busco cuestionar y analizar.

Ya conociendo superficialmente los dos aspectos que vamos a analizar, damos cabida a la primera perspectiva de los Mitos según Campbell, la Metafísico Mística. Podemos apreciarla en el tercer canto de la Obra cuando nos dice “¡Oh Padre! Misericordiosa ha sido la última palabra de tu soberana sentencia: que el hombre hallará gracia, por lo cual el cielo y la tierra elevarán hasta ti tus alabanzas, y tu trono envuelto entre el concierto innumerable de himnos y cánticos sagrados, repetirá bendito para siempre seas”[1] Apreciamos en esta cita la perspectiva metafísico mística ya que Dios está más allá de cualquier tipo de cuestionamiento hacia su existencia se le considera como soberano, se convierte en un concepto con vida propia ya que su existencia, para la mitología no es cuestionable, él va a existir por siempre, más sin embargo, se encuentra alejado de la realidad a la cual rige ya que nunca ningún creyente se igualará a Dios debido a que él se encuentra en otro nivel por encima de todo.

Si fuésemos a aplicar esta perspectiva metafísica mística en mi vida, encontramos a la ciencia como esta entidad “no cuestionable” que en la obra es Dios, ya que tiene vida propia y se puede comprobar a sí misma, por ende se convierte en un concepto de única existencia en el campo de lo lógico y real. Además, en mi vida la ciencia orienta y de cierta manera dirige mis decisiones, ya que la considero como verdad absoluta, y en todos los casos es un factor de vital importancia al tomar una decisión o dar un argumento. Sin embargo, se diferencia con el concepto de Dios en la obra ya que la ciencia sí es cuestionable, y son esos cuestionamientos una pronunciación de la desobediencia ya que sirve como disparador de la curiosidad humana para que la ciencia sea cada día más perfecta, con menos errores, a diferencia de la idea de Dios que se alimenta de la ignorancia de sus creyentes, los cuales nunca desobedecen los que se les dice, para poder mantenerse como verdad y no caer ante la curiosidad humana que poco a poco desmiente toda falsedad, es decir, mientras exista la ignorancia y el encubrimiento de la curiosidad y brillantez de los humanos, la religión existirá.

Joseph Campbell en su libro mencionado nos dice que: “la   segunda función de una mitología es proporcionar una cosmología, una imagen del universo, y para esto hoy acudimos, claro está, no a textos religiosos arcaicos, sino a la ciencia” La perspectiva cosmológica es muy clara en la obra desde el punto de vista que nos plantea Campbell, ya que se describe de manera explícita en varias oportunidades en la obra de Milton, por ejemplo cuando dice “¿Más por qué dejamos a nuestros fieles compañeros, a los asociados y participes de nuestra pérdida yacer así estupefactos en el lago del olvido?¿Por qué no los llamamos a participar con nosotros de esta infeliz mansión, o para probar una vez más juntando de nuevo nuestras armas, si queda aún algo que ganar en el cielo o algo más que perder en el infierno?[2] Es aquí donde comprendemos a cabalidad el concepto de Campbell, ya que podemos apreciar como la religión proporciona al lector un orden del universo, donde se encuentra el cielo, el infierno, y en esta determinada sección se deduce que los hombres mortales se encuentran en la tierra, hecho que es reiterado varias veces en la obra.  Este determinado factor se encuentra de manera muy tangible en mi vida siendo regido por los campos de la Geografía que me da una ubicación y descripciones exactas de los diversos biomas del planeta Tierra, y la Astronomía, que da un orden al universo y los planetas que se encuentran en el con sus debidos satélites y lunas circundantes.

Teniendo el aspecto cosmológico claro, procedemos a contextualizar la perspectiva social al tema a tratar en este ensayo. La perspectiva social la podemos conocer como el concepto moral que existe en nosotros los humanos, como ciertos códigos de conducta implícitos en una cultura occidental que nos rigen diariamente. “- De todos los árboles que en el paraíso producen tan variados y deliciosos frutos hay uno solo que no probarás, el árbol de la ciencia, plantado junto al árbol de la vida-. Tan cerca así de la vida está la muerte. Mas, ¿qué puede ser la muerte? Algo terrible sin duda, porque bien sabes que el señor declaró que el sabor de ese árbol acarrearía la muerte. Este precepto es el único signo que nos ha dejado de obediencia entre tantos signos de poder y de dominación como se nos han conferido, imperio otorgado sobre las criaturas que viven en el aire, en la tierra y en el mar. No pendemos pues que es dura una prohibición tan fácil para los que gozan de tan libre, tan amplia libertad sobre las otras cosas y de una elección ilimitada entre tan multiplicados placeres; antes bien, alabémosle siempre y ensalcemos su bondad, continuando en nuestra placentera labor de limpiar estas plantas exuberantes y cuidar de estas flores, tarea que si fuera penosa sería dulce contigo”[3] Vemos pues, una clara prohibición que hace Dios a Adán y a Eva, no comer del fruto del árbol de la ciencia. Y qué más es una prohibición que un código de conducta moral, en este caso dictada por una deidad a la cual no se le puede cuestionar y mucho menos desobedecer. El fruto de esté árbol de la ciencia, concluimos que es el árbol de la muerte ya que esta plantado al lado del árbol de la vida (Y la muerte siempre es compañera de la vida), no va a matar a Eva ni a Adán, está ahí como símbolo de sumisión y obediencia, ya que Dios proclamó que no comerían de él sin dar ninguna explicación por la cual no debiesen hacerlo para no poner sus vidas en riesgo, por ejemplo que fuese venenoso o dañino de alguna otra manera para la especie humana. Se encuentra aquí este árbol representando el sometimiento de la raza humana a la ignorancia, ya que según Dios, no probarán la ciencia, no cuestionarán la palabra divina, vivirán en un estado de sumisión absoluta y aceptaran a cabalidad lo que tenga que venir sin indagar y explorar las dudas y cuestiones de la misma existencia que posee el ser humano.

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