El Poder Del Carisma

INTRODUCCIÓN

“La excelencia es el arte que se alcanza a través del entrenamiento y el hábito, nosotros somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia entonces no es un acto aislado, sino un habito”

Aristóteles

Carisma, del griego charismata, significa Don de Dioses. De esta forma los griegos definían las habilidades extraordinarias que tiene una persona como sobrenaturales.

¿Cómo se logra el carisma de un líder? Eso es lo que desarrollaremos en este ensayo. Existe un carisma natural desde la niñez, es decir, existen niños que atraen la atención de otros niños para hacer lo que ellos desean, como jugar cierto juego o hacer alguna travesura. Esto significa que líder es aquel que influye a otras personas para que se muevan en determinada dirección; aunque no necesariamente un líder conduce a su gente hacia el bien, pues puede influenciar a la gente para hacer algo malo, como por ejemplo, un narcotraficante o un dictador.

El posible aprender a ser un líder, tener un carisma social, aunque de forma natural se carezca de él.

EL CARISMA DEL LIDER

Actualmente el ser líder ya no es un poder sobrenatural, este término se ha aterrizado y humanizado de forma tal que cualquiera puede desarrollar esa atracción por medio de la cual se puede guiar a otras personas. El líder logra ese poder especial que se llama carisma mediante la práctica, además de que puede desarrollar ciertas destrezas.

El liderazgo no se enseña, se aprende; pues para ser líder es necesario tener la convicción de que triunfar en la vida no es lo más importante, es lo único. Un líder debe tener ciertas habilidades: visión, persuasión, motivación y comunicación, entre otras.

El liderazgo de excelencia es una de las ventajas competitivas más poderosas, pues si se carece de líderes efectivos, la organización está perdida. Un buen líder es un ingrediente básico para lograr el éxito de una empresa.

Ahora veremos los conceptos fundamentales para ser un líder carismático de Excelencia:

Un líder debe de tener bien en claro cual es su visión, pues es ésta la que le indica cual es el objetivo a realizar y debe trabajar incansablemente para lograrlo. La visión del líder lo lleva a cuestionar su realidad y a la búsqueda del cambio. Mientras se busque una mejora habrá crecimiento.

La visión es un estado futuro a lograr, pero, ¿cómo lograrlo?; con la firme convicción de que se puede realizar a pesar de los obstáculos y adversidades. Un líder debe de presentar inconformidad con respecto a ciertas deficiencias actuales y encontrar oportunidades de mejora antes éstas. También debe de tener convicción a través de su propio ejemplo con respecto a las propuestas que plantea. Y decisión, pues tiene que lanzarse con hechos concretos para convertir las propuestas en realidad.

Un verdadero líder debe despertar el deseo de cooperación de su gente, es necesario hacerla soñar para motivarla. Su visión debe ser atrayente para todos sus seguidores. Debe de plantear ciertas preguntas para hacer conciencia: ¿por qué no hacer cierta cosa en forma diferente y mejor?, ¿por qué no hacer más con los mismo o con menos?. El líder debe de comunicarse con su gente, debe hacerlos consientes de la necesidad del cambio; el líder debe de ser un agente de estimulo constante que lo convertirá en un líder efectivo. Debe de plantar en la mente de sus cooperadores la idea de que siempre existe una mejor forma de hacer las cosas, hacer lo mejor en lugar de sólo quejarse.

El mejor y mayor ejemplo de un líder carismático, con una fuerza extraordinaria, uno de los líderes más grande de todos los tiempos: Cristo. Y ¿qué fue lo que lo hizo tan extraordinario?: Vivió un mensaje, una misión, eligió a ciertas personas y las preparó intensamente durante tres años, para luego dejarles el compromiso de difundir su mensaje; les vendió la idea y se fue.

Un gran líder tiene una cualidad fundamental: compromete a sus seguidores; los convence de que vale la pena dejar todo por conseguir un sueño.

El líder compromete y si el seguidor está enamorado del sueño que les presenta el líder; por eso el líder carismático enamora y seduce. Ésta es la razón por la que un líder debe de ser un súper vendedor de compromisos forjados en un ideal. Cuando un líder puede transmitir a su gente la necesidad de lograr un compromiso mediante un trabajo de calidad, entonces se logra un cambio más allá de lo extraordinario.

Con un líder la idea de la costumbre y la tradición se ve relegada y empieza un cambio. Este cambio puede significar hacer una auditoria de hábitos, inclusive en lo personal. El reto principal de un líder es la innovación. La idea es recrear la organización. Para un líder no existen mitos ni costumbres, ni vacas sagradas, pues su desafío es la búsqueda de un orden superior.

Otra gran característica de un líder es el servicio; pues sabe que quien sirve más y mejor aumenta su influencia y su poder. En la vida lo que obtenemos es proporcional a lo que damos; al servicio que prestamos. Pero hay que hacer una diferenciación entre servicial y servil. Un líder servicial hace su trabajo con cuidado y diligencia; mientras que un líder servil manipula a través de la adulación a los poderosos, a través de mentiras y engaños para obtener lo que quiere.

El servir es la virtud de ser útil, y de esta forma se marca la dimensión de la recompensa buscada. El servicio produce satisfacción y crea necesidad, nos hace indispensables. El servicio enriquece a quien lo recibe y engrandece a quien lo otorga.

Como líder, ¿qué se debe hacer para enamorar a los seguidores? Simple: dar reconocimientos en forma extraordinaria y generosa. Si se quiere tener gente extraordinaria se tiene que dar reconocimiento, pues la gente que nos sigue es solo un reflejo de nosotros mismos. Por eso es importante decirle al otro que se aprecia lo que hace porque realmente tiene un valor. Las recompensas de un líder son tan reconfortantes que los seguidores trabajan con esfuerzo para recibirlas, esta recompensa representa que tienen la aprobación del líder. Un líder debe de ser una figura de éxito, por lo que debe de predicar con el ejemplo, y esto hará que el subordinado piense que si sigue las mismas conductas que el líder pronto será también una figura de éxito. El líder debe de reflejar en su exterior lo que es en su interior, la presencia debe de ser el empaque de lo que se contiene dentro. Si existe consistencia de lo interior con lo exterior, habrá congruencia en la presencia del líder: “Mi presencia es lo que me anuncia”. La atención a los

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