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Ensayo La Ciudad Antigua

luis.donaldoorga20 de Abril de 2014

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INTRODUCCION

La ciudad antigua de Fustel de Coulanges es un libro interesante puesto que muestra desde las creencias de las ciudades antiguas, así como sus últimas modificaciones y que se pueden observar sus similitud con las ciudades que existen en nuestra actualidad, así como con todo lo que conllevan dichas modificaciones y como se fue degradando la importancia religiosa.

Además muestra las diferencias y semejanzas que hay entre dos ciudades importantes en el estudio del derecho: la ciudad griega y la ciudad romana.

Relacionando así dichas costumbres con reglas que después se convirtieron en leyes y que con el tiempo se convierten fundamentales en el estudio del derecho.

También describe las creencias de las ciudades antiguas, así como su base primordial que era la familia, cómo se constituyeron las ciudades, y los cambios drásticos que dieron un giro completo a lo que se creía en dichas ciudades convirtiéndose en lo que en la actualidad vemos. Y además de llevar una relación estrecha con la historia de Roma, pues estas culturas se dieron en la época de la monarquía y la república, hasta la aparición del cristianismo que se volvió legal en el cuarto periodo de la historia de Roma

LIBRO I

CREENCIAS ANTIGUAS

En este primer libro se pudo observar las creencias que tenían las antiguas ciudades de Roma y Grecia respecto al culto a sus muertos puesto que menciona que se realizaban ritos muy semejantes a lo que hay en nuestra actualidad, pero también ciertas diferencias pues la muerte fue el primer misterio, le hizo elevar su pensamiento de lo visible o lo invisible, de lo transitorio a lo eterno, de lo humano a lo divino y hoy se conoce como una etapa más de la vida del hombre.

También menciona el ritual del fuego sagrado que era otro ritual de las ciudades antiguas el cual se conservaba fuego en el hogar en cual se adoraba y se rendían oraciones para alcanzar de él esos objetos anhelados por el hombre: salud, riqueza, felicidad.

Hasta la actualidad se crean diferentes rituales para alcanzar dichos anhelos del ser humano pero varían bastante y por lo que se conoce hasta ahora el ritual del fuego sagrado ya no es realizado, se ocupan otros medios pero la finalidad es la misma.

Hace mención también sobre la religión, se dice que en aquellas ciudades la iglesia era su propia hogar y cada familia tenía a sus propios dioses, a lo que hoy se llama politeísta y el padre de la familia es quien se le consideraba como el jefe del hogar que era quien se encargaba de que todo los miembros de la familia tuvieran las mismas creencias sólo el padre poseía el principio misterioso del ser y transmitía la chispa de vida.

Estas creencias algunas aún se conservan, no como en aquella época, pero todo varía de las costumbres que se hayan inculcado y sobre todo dependiendo de la familia de su cultura y tradición.

LIBRO II

LA FAMILIA

En el segundo libro se habla de la familia y todas las reglas que en ella se ejercían teniendo como una base fundamental la religión.

En cuanto al matrimonio se reflejaba perfectamente el hecho de que la mujer no poseía derechos pues, al contraer matrimonio sus creencias se disipaban y retomaba las que su esposo tenía.

Para poder divorciarse se menciona que las razones podían ser por la incapacidad de procrear, el esposo se podía divorciar de su esposa si ésta no podía tener hijos. Como el fin era de tener a alguien que transmitiera y conservara sus creencias, se dio la opción de la adopción o de la emancipación, pero no solo era un fin sino un deber, el deber de perpetuar le culto doméstico.

La desigualdad entre el hijo y la hija estaba muy claro puesto que como ya fue mencionado la mujer no poseía por así decirse derechos, por esa razón, al fallecer el padre la mujer no podía heredar y si era hija única, dicha herencia se le concedía a su hijo varón, o a su esposo pero a ella jamás, este es otro aspecto que ha cambiado considerablemente en los derechos de la mujer, pues ahora un padre puede hacer heredera a su hija o hijas y tampoco hay supresiones en estos aspectos.

En cuanto a la agnación se decía que dos hombres no podían ser agnados entre sí, a menos que, remontándose siempre de varón a varón, resultase que tenían antepasados comunes. La regla para la agnación era, pues, la misma que para el culto entre ambas cosas manifiesta relación. Esto quiere decir que aunque no hubiera una unión de nombre, habría un parentesco jurídico no necesariamente de sangre.

Tres cosas hay que, desde la más remota edad, se encuentran fundadas y sólidamente establecidas en estas sociedades griegas e italianas: la religión doméstica, la familia, el derecho de propiedad, con esta idea se dice que la propiedad también fue fundamental en estas ciudades, puesto que era esencial en su ritual a los muertos ya que tenían que ser sepultados, también para constituir ahí su hogar y sobre todo su religión por que el hogar era su iglesia y por esos motivos el derecho de propiedad era importante.

Una familia se compone del padre, de la madre, de los hijos, de los esclavos, pero hay algo más grande aún que pertenecía a la autoridad primera: La religión doméstica y es cuando se da mención de poder a la mujer como la señora del hogar y como ya antes se mencionaba la religión era la base de la familia.

Las leyes griegas y romanas han reconocido al padre la autoridad los derechos que se le han conferido están en tres categorías: el padre es el jefe supremo de la religión domestica y en este le confieren otros como, rechazar a un hijo, repudiar a la mujer, casar a sus hijas, derecho de emancipar a un hijo, derecho de divorciarse.

También dice de la propiedad que solo habrá un propietario de cada familia y la ultima categoría: la mujer no podían comparecer ante la justicia ni como testigos.

Se hace una distinción de gens entre Grecia y Roma en este libro, principalmente en el nombre puesto que los latinos llamaban gens y los griegos ¥ενοЅ. Cada gens tenía un culto especial. En Grecia se reconocía a los miembros de una misma gens en que realizaban sacrificios en común desde una época muy remota, mientras que en Roma cada gens tenía que realizar algunos actos religiosos: el día, el lugar, los ritos, estaban prescritos por su religión particular y en general había otras similitudes pero algunas diferencias a la vez, por esa razón, la ciudad romana como al griega se vuelven de tal forma complejas de analizar.

En este libro se puede hacer claramente la distinción entre lo que eran las familias de las ciudades antiguas a lo que son hoy, puesto que ya muchas familias no se basan en la religión como antes, sino que tienen otras fuentes de unión, además de que las mujeres han tomados más poder también sobre su familia, siendo así la madre considerada como la unión de la familia.

LIBRO III

LA CIUDAD

En este libro que habla sobre la ciudad se distinguen las diferencias que había entre las dos ciudades estudiadas en este libro: Grecia y Roma.

Primero mencionaré como es que se llego a convertir en ciudad; pues antes de que se formaran las ciudades la unión de familias que formaban grupos se les llamaba fratría en Grecia, es lo que se le llamaba curia a Roma, y al unirse estas familias que se caracterizaban por su individualidad religiosa, al unirse se forjaron en las mismas divinidades, juntando sus creencias e instituyendo un culto.

La asociación siguió en aumento hasta que las fratrías y las curias se unieron formando las tribus y cada vez haciéndose más especializadas llevando a cabo asambleas y dictando decretos, teniendo tribunales y derechos de justicia sobre sus miembros y conllevando a esto a tener un jefe.

Posteriormente de que se creo la ciudad de la unión de las tribus, pero aun así, unidas no dejaron de encender el fuego sagrado y formando una religión común. Estas ciudades se hicieron más especializadas siempre en base a la religión y ulteriormente un nuevo jefe que gobernara toda la ciudad.

También es importante hacer distinción entre ciudad y urbe. La ciudad era la asociación religiosa y política de las familias y de las tribus mientras que la urbe era el lugar de reunión, el domicilio y sobre todo, el santuario de esta asociación. Si se constituyen varias casas, resulta una aldea; insensiblemente aumenta el número de casas y resulta la ubre.

El fundador era el hombre que realizaba el acto religioso, sin el cual no podía existir la ciudad, de esto se crearon poemas acerca de la fundación de una ciudad, pero ante todo esto Eneas fundó Lavinio, donde procedían albanos y romanos y por lo tanto fue considerada como el primer fundador de Roma, por ese motivo es importante mencionarlo.

Volviendo a retomar el tema de la religión se menciona que hasta para las ciudades era fundamental el culto y a pesar de que cada familia poseía ciertos dioses y ciertas costumbres lograron unirse para formar una sola y así conservándose el rito del fuego sagrado convirtiéndose en lo más sagrado de una ciudad donde debía de conservarse siempre. También hubo una distinción en su culto a sus dioses puesto que ahora se consideraba un dios en la ciudad aquella persona que hubiese prestado un gran servicio a la ciudad, desde el que la había fundado hasta el que le había dado una victoria o había mejorado sus leyes.

Las ciudades basaban sus fiestas y todo su calendario se guiaba en base a eso pero los sacerdotes eran quienes las establecían.

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