Estrategias De MaBunge
Guillemartin15 de Abril de 2015
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ESTRATEGIAS DE LA INVESTIGACION CIENTIFICA
Mario Bunge no necesita presentación. Sus obras tienen una gran influencia en el campo de la filosofía, especialmente en el de la Epistemología. Su personalidad y su estilo para abordar problemas en este campo tienen la particularidad de contagiar y convocar. Esta es una entrevista que tiene un valor especial, no sólo porque logra respuestas de interés general sino porque encara problemas vinculados a las estrategias de investigación.
El lector deberá recordar que su obra, La investigación científica, forma parte de la bibliografía indispensable en el campo de la metodología de la investigación. La primera edición en castellano concluye con expresiones que reflejan otra faceta de su personalidad: "Dedico esta obra a mi mujer, Marta, quien me ha estimulado a escribirla y ha vigilado su gestación, criticándola sin merced". En la última edición actualizada (2000, siglo veintiuno editores) dice asimismo: "Dedico esta obra a mi mujer, Marta, quien me alentó a escribirlo y pulirlo".
L.L. Doctor Bunge, existe un libro suyo que está circulando alrededor de medio siglo y que es casi de propiedad de los editores informales: La ciencia su método y su filosofía. En Latinoamérica es citado en los sílabos de los currículos de formación universitaria y en la mayoría de los libros de metodología de la investigación científica. ¿Qué reflexión le sugiere este hecho?
Mario Bunge. Simplemente que la producción epistemológica en América Latina es tan pequeña que un librito como ese llenó un vacío, eso es todo. El hecho de que tenga tantos lectores muestra que hay acá un interés muy grande por cuestiones filosóficas, interés que no se encuentra en otras partes, que yo no encuentro en Estados Unidos, en Canadá o en Europa. En América Latina hay un interés enorme por la filosofía, pero desgraciadamente la filosofía está pasando por un mal momento. Está prácticamente estancada, de modo que no se satisface adecuadamente ese interés popular que hay por la filosofía. De todas maneras, el hecho de que haya tal interés lo hace a uno optimista respecto al futuro de la filosofía en América Latina.
L.L. La Investigación científica, su estrategia y su filosofía es otro libro suyo que también ha tenido una vastísima difusión entre docentes universitarios y especialistas dedicados a la investigación científica. ¿Formó parte de un proyecto o respondió a las circunstancias del momento?
Mario Bunge. No, tardé 10 años en producirlo. Es producto de mis cursos de filosofía de las ciencias. Si ha tenido éxito ha sido más bien entre científicos que entre filósofos. Los filósofos solamente en Europa le han llevado el apunte, en Estados Unidos es prácticamente desconocido ese libro. ¿Porque? Por que no dejo tigre con cabeza, por que ataco a todos, ataco en forma indirecta a todas las escuelas filosóficas y adopto una propia. No tiene un formato clásico. Por ejemplo, a Popper no le gustó ese libro me dijo que mi libro sobre Fundamentos de la física le había gustado, pero este no ¿Porqué? Porque no está dividido de acuerdo con los temas clásicos: inducción, deducción, verificación, etc. Al no ser tradicional, al no ser clásico, al ser de cierto modo original, la gente encuentra dificultades en aceptarlo, excepto, como le digo en el ambiente científico. Yo recibo muchas más invitaciones para exponer a grupos de científicos que a grupos de filósofos. Por ejemplo, me invitan físicos, químicos, biólogos, neurobiólogos, sociólogos, economistas y por supuesto ingenieros etc. Yo me encuentro más cerca de ellos que de los filósofos de la torre de marfil que no se ocupan de problemas sociales, ni de problemas científicos, ni de problemas técnicos. Hace poco, en Suecia, me contaba un economista que cuando el era estudiante en los años sesenta mi libro fue utilizado por el movimiento estudiantil de revueltas de aquel tiempo, el 68 o 69, para atacar a los viejos profesores que eran todos positivistas. Los dirigentes estudiantiles utilizaban este libro mío, decían: "ya ven, los positivistas están atrasados de noticias, la ciencia no procede de la manera que ustedes dicen". Fue una sorpresa para mí bastante agradable claro que aquí, bueno en Argentina, me llaman positivista, pero simplemente por ignorancia de lo que significa el positivismo.
L.L. Estimo que usted está actualizando este libro, que tiene alrededor de 900 páginas, e incluye aspectos no solamente de las ciencias formales y factuales, sino también las llamadas ciencias mixtas o interdisciplinas. ¿Qué otros aspectos está actualizando en este trabajo?
Mario Bunge. Bueno aquí he actualizado más bien la parte de semántica, la parte de definición de significados, etc. He dejado de lado una cantidad de problemas que mientras tanto han sido resueltos y he agregado algunos nuevos especialmente en ciencias sociales que todavía están siendo elaborados. También he insistido en las interciencias, en las interdisciplinas. Sabemos que muchas veces las novedades en una disciplina vienen de afuera, por ejemplo los que fundaron la biología molecular, en su mayoría no fueron biólogos sino químicos. Los que están transformando, renovando la psicología no son psicólogos, en su mayoría sino neurobiólogos. Es muy importante subrayar que no hay fronteras entre disciplinas, o mejor dicho, que esas son artificiales. Hay que facilitar en lugar de obstaculizar el tránsito, el flujo entre las distintas disciplinas. Hay que fomentar el cultivo de las interdisciplinas, tales como la bioquímica, la psicología biológica, la socioeconomía, la sociología histórica, etc. La nueva edición de este libro va a salir a comienzos del año próximo, editado por la editorial norteamericana Transaction Publishers, que es una editorial universitaria.
L.L. Este libro exhibe un núcleo importante constituido por el andamiaje teórico, el planteamiento del problema y la formulación de las hipótesis. ¿En esta parte el libro ha sufrido alguna modificación?
Mario Bunge. No, desgraciadamente no ha habido progreso en la teoría de los problemas y esto es muy lamentable. El otro día, conversando con un matemático que se ocupa de computación, de inteligencia artificial, me decía justamente que el diseño de nuevos algoritmos va lentamente porque no hay una teoría de problemas, una teoría suficientemente formalizada. Yo hago un primer esbozo en esta formalización de los problemas porque todo algoritmo en su mayoría son algoritmos para resolver problemas. Y a menos que el problema esté bien planteado y formalizado no se puede diseñar un algoritmo para resolverlo. Por lo tanto la teoría del problema tiene una importancia no solamente filosófica sino también una importancia práctica para la ingeniería del conocimiento y no ha avanzado mucho. Son muy pocos los filósofos que se ocupan de problemas. Que yo sepa no hay ningún filósofo en actualidad que haga teoría del problema. Hablan sobre problemas sí, hablan muchas veces de problemas pero nunca han analizado en qué consiste el problema, la lógica del problema, la semántica del problema. Todo esto está en veremos. Da para varias tesis doctorales.
L.L. Una de las lecciones que uno encuentra en el libro es que la investigación empieza con el planteamiento de un problema y concluye también con el planteamiento de otro problema mayor. La cuestión es ¿dónde está la importancia de un problema para la investigación?
Mario Bunge. Un problema aislado cuya solución requiere una investigación breve, de rutina, es un problema de poca monta. Un problema muy importante es un problema cuya solución o cuya posible solución puede dar lugar a nuevos problemas, en particular, a nuevos problemas en distintas disciplinas. Naturalmente, la importancia de un problema la pueden juzgar solamente los investigadores individualmente y discutiendo entre sí. Por ejemplo uno de los problemas que abordan los físicos en este momento es descubrir la fuente o el asiento de la mayor parte de la masa del universo. Se tiene la convicción de que hay partículas todavía no observadas y que son las más importantes de todas, porque son partículas que interactúan en forma muy débil con las demás.
Para poder observar algo hay que ponerlo en interacción. Entonces existe ese problema: primero caracterizar, hacer teorías más o menos especulativas para saber qué buscar y después diseñar instrumentos de detección mucho más precisos, mucho más finos que los actuales. Ése es un problema muy gordo. Un problema que no ha sido todavía resuelto. En cambio, se ha resuelto hace poco el problema de la existencia de otros planetas. Se han encontrado varios sistemas planetarios y eso empezó como usted sabe, como una especulación. Giordano Bruno especuló por primera vez que habían muchos mundos, que habían muchos sistemas planetarios parecidos al nuestro y ése es uno de los motivos por los cuales le quemaron, porque si hay muchos mundos, entonces ¿qué pasa con Cristo? Debe haber muchos Cristos.
L.L. En el proceso de investigación científica, el investigador encara y formula problemas, pero se encuentra frente a teorías rivales o teorías discrepantes ¿Existe alguna estrategia para encarar esta situación?
Mario Bunge. La estrategia habitual es comparar las teorías y ver cuál de ellas es más precisa, cuál de ellas permite hacer predicciones más exactas y además predicciones más novedosas. La novedad de una teoría es muy importante. Es una característica de primera importancia, es decir que una teoría no solamente dé cuenta de los hechos conocidos, sino también prediga los hechos totalmente inesperados e influya un poco en el trasfondo filosófico de las teorías.
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