Historia X

Historia X

Capítulo 1: Asesinato del estudiante.

Era una noche nublada y fría en la ciudad de New York, Se podía observar a un chico con una chaqueta blanca, zapatillas azules, una mochila roja y una gorra negra que estaba debajo de la capucha, iba caminando por un barrio en el que se podían ver diferentes apartamentos con una fachada vieja y agrietada, en el centro de los edificios había un parque algo dañado con una estatua, al parecer estaba nervioso y apresurado como si algo o alguien lo estuviera preocupando. Decidió tomar el atajo de un callejón entre dos apartamentos, al entrar se observaban dos botes de basura y al fondo una verja cerrada para no poder cruzar, el intenta devolverse, pero antes de que salga lo interceptan dos hombres altos con chaquetas y gorra que le dice:

– ¡Ja!, pensabas que escaparías de nosotros –Con una sonrisa malévola.

– ¿Qué quieren de mí? –Responde con la voz temblorosa.

–Tú sabes, por qué estamos aquí no te hagas el idiota –Le dice el otro sujeto.

–Enserio, les juro que yo no hice nada ¡déjenme tranquilo! –Les grita el chico entrando en pánico.

–Qué necesidad tengo de hacerle daño a mi…

El hombre no le deja terminar su frase cuando lo empuja cerca del contenedor de basura, del bolsillo de su chaqueta saca un cuchillo y lo apuñala repetidamente, para luego dejarlo desangrándose. Tiró la mochila del chico y el cuchillo dentro del contenedor para luego cerrarlo.

–Eso te enseñara a no meterte con gente peligrosa, muchacho. –Le dice retirándose de la escena.

–No me pueden dejar aquí, ¡Ayúdenme! –Grita con sus últimas fuerzas.

Capítulo 2: La escena del crimen.

La mañana siguiente una vecina de los edificios de los lados llama a la policía después de encontrar el cuerpo del joven, la policía llega a la escena primero delimitan el perímetro y deciden interrogar a la señora y algunos otros vecinos, después de no encontrar alguna pista o información, deciden llamar dos agentes del FBI. Al llegar podemos ver dos agentes el primero era el agente Morales, un hombre moreno, un poco alto y fortachón, iba vestido con un buzo negro y un pantalón al estilo militar, que iban acompañados de unas botas y un peinado bastante corto y cuadrado, su compañera la agente Hernández era una mujer blanca un poco más baja, tenía una cabellera castaña con mechas rubias, iba vestida con una camisa blanca de botones, un jean oscuro y unas botas.

Los agentes se dividen, Morales comienza analizar la zona por su cuenta mientras Hernández, comienza a recolectar la información de los oficiales y forenses. El agente de apariencia militar se da cuenta de que la verja no estaba forzada asi que descarta la idea de un escape por ahí, al analizar los contenedores se da cuenta de que uno fue cerrado de un golpe.

–Hernández, ven acá encontré algo.

–Ya voy, yo también tengo algo.

Los forenses se acercan con Hernández donde Morales, al abrir el contendor había más basura acumulada de un lado que del otro, al remover la basura encuentran el cuchillo y lo que parecía ser la mochila del chico. Al examinar la mochila encuentras libros, un teléfono, la billetera y un carnet estudiantil.

–Michelle Pierre de diecinueve años, estudiaba en la Diopar del Norte. –Dice el forense al revisar el carnet y la billetera.

– ¿Qué hacia un estudiante de la DP del Norte en esta zona? –Dice Morales confundido.

– ¿Qué podemos descartar con esto agentes? –Dice un oficial mirando a los agentes.

–Podemos descartar un robo o vandalismo, ya que esta con todos sus objetos personales y valioso y además no tiene daños de alguna pelea solo las apuñaladas. –Dice Hernández agarrando el cuchillo y revisándolo.

–Al parecer lo encerraron al intentar devolverse y salir del callejón ya que la verja no estaba forzada. –Dice mirando hacia la salida del sitio.

Después de interrogar algunas personas más y no recibir alguna huella o pista del arma homicida, los agentes con su poca información decidieron ir al único lugar en el que sabía que podía haber respuestas la Escuela Diopar del Norte.

Capítulo 3: Investigación en la Diopar del Norte.

Desde un poco lejos se podía comenzar a ver la escuela Diopar del Norte, un campus compuesto de tres grandes edificios y algunas zonas verdes además de las canchas y clubes, al llegar los agentes fueron recibidos por un hombre pequeño, gordito y calvo que llevaba un traje gris y una corbata roja.

–Bienvenidos a mi escuela agentes, ¿En qué le puedo ayudar?

– ¿Este enano es el director de la escuela? –Dice Morales con una mirada amenazante.

– ¡Morales¡, ten respeto por el director fue muy amable de dejarnos venir a la escuela. –Le golpea con el codo ligeramente.

–Si señora, pero no me vaya a pegar.

–Bueno síganme a mi despacho para hablar más abiertamente del tema.

Los agentes comienzan a seguir al director hacia el edificio central de la escuela, en los pasillos se veían los salones, casilleros y algunos jóvenes pasando, apenas llegan al despacho se topan con un cuadro que tenía el director colgado en la pared atrás de su escritorio, además se dan cuenta de muchas cajas llenas de papeles colocadas al lado de la puerta.

–Mucho gusto agente, soy el director Constantine, ¿En qué puedo ayudarles? –Se vuelve a presentar después de lo que paso en la entrada.

–Yo soy la agente Hernández y él es mi compañero el agente Morales, ¿no se si sabía que uno de sus estudiantes fue asesinado anoche? –Saca una libreta para tomar apuntes.

El director muestra una cara de sorpresa falsa, Morales se da cuenta de ese detalle asi que le da la señal a Hernández para que prosiga y averiguar que sabe el director de lo sucedido con Michelle.

–Primero que todo, ¿Usted que hacía anoche entre las 11:00pm y las 3:00am? –Pregunta Hernández.

–Yo estaba en mi residencia ya que ayer… –Mira a los agentes a la cara y duda un momento su respuesta –ayer era el cumpleaños de mi esposa. –Termina la frase con mucha seriedad

– ¿Qué motivo había para que Michell, se quedara hasta tarde en la escuela?

–Algunos estudiantes se quedaron hasta tarde aseando la escuela como castigo, uno de ellos era Michell.

–Puedo saber, ¿cuál fue el motivo del castigo?

En respuesta el director se quedó callado y comenzó a ponerse nervioso, decide levantarse de su asiento para ir por un poco de agua, pero Morales lo agarra del hombro y lo vuelve a sentar, al sentarse Hernández dijo:

– ¿Qué paso Constantine, acaso tiene algo que guardar que se puso nervioso?, será el detalle que dudo de haber estado en el cumpleaños de su esposa anoche o, ¿acaso es por lo que le pregunte sobre el motivo del castigo? –Hace una ligera sonrisa malévola.

– ¿Quién le dijo que yo dude del cumpleaños de mi esposa?, eso es una falta de respeto hacia mi familia. –Comienza a ponerse tan nervioso, que empieza a sudar frio.

–Entonces, ¿no hay problemas que interroguemos a su familia? –Dice Morales apretando el hombro del director.

Esas palabras fueron las necesarias para romper al director, los agentes deciden irse a interrogar a las personas más cercanas de Michell y a los castigados de esa noche.

–Muchas gracias por su tiempo, daremos un paseo por el campus, ¿podría reunir a los amigos más cercanos de Michell en un salón para interrogarlos? Dice Morales retirándose de despacho con su compañera.

–Si señor… –Dice Constantine viéndolos partir.

Capítulo 4: Análisis del interrogatorio de Constantine.

Después de retirarse del despacho de Constantine, los agentes deciden caminar por el campus mientras organizan las ideas de las informaciones recibidas en la escena del crimen y la charla, deciden sentarse en la cafetería para comer algo de paso.

–Mira Hernández, aquí esta tu café. –Le entrega el café mientras toma asiento.

–Gracias Morales… –Se pone pensativa mientras mira el café directamente.

– ¿En qué piensas?

– ¿Porque Constantine si se supone que estaba con su esposa se puso tan nervioso?, Además, ¿por qué castigaron a Michell? y ¿qué hacía en ese barrio a alta hora de la noche?

–Mi teoría es que tal vez no lo hizo directamente, pero… –Piensa el agente seriamente –Pudo haber pasado algo que le haya hecho cambiar de opinión sobre haberlo matado, tal vez un malentendido. –Termina mirando a la agente Hernández a los ojos.

–Es una buena teoría, pero no tienes alguna base para sostenerla, además ¿qué malentendido puede tener un viejo de casi cincuenta años con un chico de diecinueve?

–Tal vez el amor de una hija o una amiga. –Dice una voz misteriosa atrás de ellos.

Los agentes se voltean y ven como la silueta de la persona desaparece entre los estudiantes, Morales tira el café en la mesa al salir a correr a perseguir al sujeto, pero no tiene éxito ya se encontraba muy lejos, al volver con Hernández limpian el desorden que dejo y le dije:

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