ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Infografia el heroe discreto

iniupnApuntes22 de Septiembre de 2020

3.638 Palabras (15 Páginas)1.060 Visitas

Página 1 de 15

EL HÉROE DISCRETO

Mario Vargas Llosa

CAPÍTULO 1

Felícito Yanaqué, piurano, casado con dos hijos y dueño de la empresa de transportes Narihualá, una mañana salía a trabajar, muy temprano como todos los días, y encontró una misiva en la puerta de su casa en la cual decía de los peligros a los que está expuesto por tener una empresa exitosa y le pedían $ 500 por mes por proteger la empresa y que lo iban a contactar nuevamente.

Felícito en principio pensó en no darle importancia a la carta recibida, pero al llegar a la empresa lo pensó mejor y salió directo a la comisaría para hacer la denuncia.

El comisario se encontraba de vacaciones por dos días y lo atendió el sargento Lituma quien no le dio la importancia a la misiva, y luego de conversar tranquilamente con Felícito, le tomó los datos de rigor y le recomendó que se vaya a su casa y que en caso se vuelvan a contactar regrese.

Salió de la comisaría y fue a su antiguo barrio la Gallinacera a visitar a su amiga de años Adelaida, una adivinadora que, junto al finado pulpero Lau, conformaba su reducido grupo de amigos.

Felícito y Adelaida se conocieron unos veinte años antes cuando él era chofer de un camión de carga y ella atendía en una ranchería en el kilómetro 50 de la Panamericana. Felícito estaba llevando pencas de algodón a Trujillo y entró a la ranchería donde estaba Adelaida para comer algo antes de continuar el viaje. Vio que Adelaida lo miraba fijamente hasta que le dijo que no siga el viaje en el camión; a Felícito le pareció extraño y ella no sabía explicar el porqué de su pedido, sólo dijo que tuvo una inspiración. Finalmente, al no poder evitar que Felícito no viaje solo le dijo que tenga mucho cuidado y sea prudente, lo cual asintió y emprendió el rumbo.

Pasó aproximadamente hora y media cuando un ómnibus de la empresa Cruz de Chalpón lo embistió y gracias a que Felícito era un excelente conductor pudo salvarse de una muerte segura, tuvo fracturas y golpes que lo dejaron en una cama por mucho tiempo.

Al estar ya recuperado y con capacidad de manejar, volvió a la ranchería a visitar a Adelaida y a preguntarle cómo sabía del accidente antes que ocurriera. Ella sólo decía que tuvo una inspiración y que era una maldición poder saber lo que ocurría porque se sentía culpable por las cosas malas que le pasaba a la gente. Desde esa fecha comenzó la amistad y tal era la confianza que le tenía Felícito que todas las decisiones importantes que debía tomar, sobretodo de la empresa Narihualá, eran consultadas con Adelaida y era tal su precisión que jamás fallaba, a veces eran absurdas, pero Felícito las seguía al pie de la letra y siempre le iba bien.

Al pasar el tiempo Adelaida dejó la ranchería de la Panamericana y abrió una tienda en la ciudad donde vendía yerbas, velas, santería, etc. Felícito la comenzó a visitar con regularidad.

Esta vez fue a visitarla y le mostró la copia de la carta que había recibido, la original la dejó en la comisaría, con la esperanza que le pueda decir si debía tomar en serio la amenaza. Felícito confiaba mucho en la palabra de Adelaida.

Al principio a Adelaida no le venía ninguna inspiración, hasta que después de un tiempo comenzó a sentir algo que la preocupaba y le murmulló a Felícito diciendo que les entregue el dinero que le piden y que lo más importante era la familia, la salud, el trabajo. Felícito decía que no puede dejarse pisotear por nadie.

CAPÍTULO 2

Rigoberto, gerente de la compañía de seguros de la familia Carrera, se quería jubilar a los 62 años para poder disfrutar de viajes, visitas, descanso, quería tener una vejez culta y feliz. Estaba casado con Lucrecia y tenía un hijo que se llamaba Fonchito, que no era hijo de Lucrecia.

Ismael Carrera, jefe y amigo de Rigoberto, siempre trataba de convencerlo que jubilarse antes de los 65 años era una locura y debía mantenerse a cargo de la gerencia de la empresa, pero Rigoberto estaba decidido a su jubilación anticipada y no había nada ni nadie que lo haga cambiar de opinión.

Un día Ismael lo invita a almorzar, pero esta vez no iban al lugar de siempre sino fueron a un restaurante más elegante a bordo del Mercedes Benz manejado por Narciso, el chofer incondicional de Ismael.

Ismael estuvo casado con Clotilde y tuvo dos mellizos, unos niños que crecieron con la arrogancia y no heredaron la habilidad en los negocios de su padre y de su abuelo don Alejandro Carrera, fundador de la compañía de seguros. Los mellizos sólo veían a la empresa como una fuente de donde podían obtener dinero y poderlo gastar en fiestas y cosas sin importancia.

Esa tarde en el restaurante, Ismael, luego de muchos rodeos, le pidió a Rigoberto, en honor a los 30 años de amistad que sea, junto a Narciso, testigo de su matrimonio; esta petición se realizó en medio de mucha tensión ya que Ismael no sabía cómo iba a tomar la noticia su amigo y por el lado de Rigoberto pensaba que su amigo estaba con alguna enfermedad grave. Grande fue la sorpresa al decirle que la persona con la que se iba a casar era Armida, la empleada doméstica y cuarenta años menor que él. Ismael sabía que la decisión que había tomado iba a causar un gran revuelo en su entorno y que tanto Rigoberto como Narciso se iban a ver envueltos en tamaño lío ya que los hijos de él iban a tratar de anular por todos los medios su matrimonio puesto que lo único que les importaba era el dinero y no la felicidad de su padre. Ismael estaba seguro que ellos podían hacer cualquier cosa por impedirlo o anularlo. Rigoberto aceptó ser su testigo de matrimonio y quería entender la decisión de su gran amigo y jefe además de confirmarle que iba a tener serios líos.

Ismael tomó la decisión de casarse con Armida cuando estuvo internado en una clínica luego de sufrir un infarto y estaba tan débil que podía terminar en un desenlace fatal. Los hijos de Ismael estaban junto a él conversando entre ellos, pensando que su padre no los podía escuchar, diciendo que ya estaba por morir y que estaban preocupados por la herencia y hablando mal de su padre, dejando ver que no le tenían ni una pizca de amor. Esa conversación fue el punto donde Ismael decide sacar fuerzas para seguir viviendo y castigar a sus hijos casándose con Armida para así dejarlos sin herencia.

Los hijos de Ismael eran personas indeseables, se drogaban, conducían borrachos, a pesar de haber recibido la mejor educación, viajes al extranjero y cuanta cosa pedían ellos eran unos forajidos; además que habían violado a una jovencita que estuvo en una fiesta en Pucusana y que por su silencio y para no hacer denuncia ni escándalo, le pagaron cincuenta mil dólares.

Tal era su irresponsabilidad que, al morir Clotilde, la esposa de Ismael, éste se dio por rendido ante el comportamiento de sus hijos.

CAPÍTULO 3

Felícito Yanaqué recibió la segunda carta. La carta la recibió un viernes, día en que iba a visitar a su amante, una mujer con la que tiene una relación desde hace 8 años y que físicamente es más joven que Felícito y muy bonita.

La conoció en el estadio, cuando fue a ver un partido con su amigo el Colorado Vignolo, dueño de Transportes La Perla del Chira, desde que la vio quedó prendado de su belleza, tanto que se perdió todos los goles por mirarla.

A Mabel la conocían como una cortesana que estaba con privilegiados hombres a cambio de buenos regalos. El Colorado Vignolo le consiguió el teléfono a Felícito y, luego de dudar decidió llamarla y concertar una cita invitándola a un café de la Av. Grau. Ella estaba muy coqueta y él algo nervioso.

Transcurrieron tres meses de salidas, regalos de todo tipo y precio para que Mabel invitara a Felícito a su casa, un lugar modesto cerca al cementerio de San Teodoro; fue ésa la primera vez que se acostaron, pero la segunda vez que Felícito lloraba, era un llanto de felicidad por el momento íntimo que había pasado.

Felícito estaba enamorado, tanto que le ofreció alquilarle una casa (la casa chica) en un lugar menos peligroso que donde vivía, pero nunca llegaba sin avisarle a Mabel, no quería encontrarse con otro hombre en la casa. Era una relación donde Felícito jamás le preguntaba qué hacía cuando no se veían, pero cuando estaban juntos, él la pasaba muy bien. Si hubiera podido se hubiera casado con ella, pero no quería abandonar a su esposa como lo abandonó su madre.

Estaba casado con Gertrudis porque ella salió embarazada, pero nunca estuvo enamorado de ella. Gertrudis, una mujer sumisa y no tan agraciada. Se conocieron en uno de los viajes de Felícito, y en una de sus borracheras fue donde embarazó a Gertrudis; aunque tiene sus dudas en la paternidad de su hijo mayor ya que sus rasgos físicos son distintos a los suyos y a veces también piensa que fue una trampa. Vivían los dos en casa, sus dos hijos se fueron a vivir a otro lado, dormían además en camas separadas. Felícito nunca le demostró amor, le tenía cariño y lástima, pero no amor.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (21 Kb) pdf (149 Kb) docx (33 Kb)
Leer 14 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com