LA TRAMA DE LA VIDA
LEZLIE201412 de Diciembre de 2014
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ENSAYO DEL LIBRO “LA TRAMA DE LA VIDA”
1. INTRODUCCIÓN.
El presente ensayo tiene como objetivo analizar la obra de Frijof Capra “La Trama de la Vida”, la cual se encuentra dividida en cuatro partes, a saber: El Contexto Cultural, La Emergencia del Pensamiento Sistémico, Las Piezas del Puzzle y La Naturaleza de la Vida.
Para una mejor comprensión del documento se organizó el mismo en los siguientes puntos:
• Desarrollo, En esta primera parte se dará a conocer el pensamiento que llevó a que Frijof Capra proponga a la humanidad una nueva comprensión científica de la vida en todos los niveles de los sistemas vivientes, como los organismos, sistemas sociales y ecosistemas, basándose en una nueva percepción de la realidad, donde no sólo la ciencia y la filosofía se encuentran implicadas, sino que también se deben involucrar los negocios, la política, la sanidad, la educación y la vida cotidiana.
• Conclusión, Constituye en la última parte del ensayo y da a conocer los puntos que se creen son los más sobresalientes dentro de la obra de Frijof Capra y por ello deben remarcarse no como recetas para actuar, sino como sendas que abren la mente del profesor.
2. DESARROLLO.
2.1. CRISIS DE PERCEPCIÓN.
Cuanto más estudiamos los principales problemas de nuestro tiempo, más nos percatamos de que no pueden ser entendidos aisladamente. Se trata de problemas sistémicos, lo que significa que están interconectados y son interdependientes. Por ejemplo, sólo se podrá estabilizar la población del globo cuando la pobreza se reduzca planetariamente.
Desde la perspectiva sistémica, las únicas soluciones viables son aquellas que resulten “sostenibles”.
Lester Brown, del Worldwatch Institute, ha dado una simple, clara y hermosa definición: “Una sociedad sostenible es aquella capaz de satisfacer sus necesidades sin disminuir las oportunidades de generaciones futuras”.
2.1.2. EL CAMBIO DE PARADIGMA.
Llevaron a Thomas Kuhn a la noción de “paradigma” científico, definido como “una constelación de logros -conceptos, valores, técnicas, etc.- compartidos por una comunidad científica y usados por ésta para definir problemas y soluciones legítimos”. Los distintos paradigmas, según Kuhn, se suceden tras rupturas discontinuas y revolucionarias llamadas “cambios de paradigma”
Veinticinco años después del análisis de Kuhn, reconocemos el cambio de paradigma en la física como parte integrante de una transformación cultural mucho más amplia.
El paradigma ahora en recesión ha dominado nuestra cultura a lo largo de varios centenares de años, durante los que ha conformado nuestra sociedad occidental e influenciada considerablemente el resto del mundo. Dicho paradigma consiste en una enquistada serie de ideas y valores, entre los que podemos citar la visión del universo como un sistema mecánico compuesto de piezas, la del cuerpo humano como una máquina, la de la vida en sociedad como una lucha competitiva por la existencia, la creencia en el progreso material ilimitado a través del crecimiento económico y tecnológico y, no menos importante, la convicción de que una sociedad en la que la mujer está por doquier sometida al hombre, no hace sino seguir las leyes naturales.
2.1.3. ECOLOGÍA PROFUNDA.
La percepción desde la ecología profunda reconoce la interdependencia fundamental entre todos los fenómenos y el hecho de que, como individuos y como sociedades, estamos todos inmersos en los procesos cíclicos de la naturaleza.
Una visión holística de, por ejemplo, una bicicleta significa verla como un todo funcional y entender consecuentemente la interdependencia de sus partes. Una visión ecológica incluiría esto, pero añadiría la percepción de cómo la bicicleta se inserta en su entorno natural y social: de dónde provienen sus materias primas, cómo se construyó, cómo su utilización afecta al entorno natural y a la comunidad en que se usa, etc.
La ecología superficial es antropocéntrica, es decir, está centrada en el ser humano. Ve a éste por encima o aparte de la naturaleza, como fuente de todo valor, y le da a aquélla un valor únicamente instrumental, “de uso”. La ecología profunda no separa a los humanos (ni a ninguna otra cosa) del entorno natural. Ve el mundo, no como una colección de objetos aislados, sino como una red de fenómenos fundamentalmente interconectados e interdependientes. ve a los humanos como una mera hebra de la trama de la vida.
La percepción ecológica es una percepción espiritual o religiosa. Cuando el concepto de espíritu es entendido como el modo de consciencia en el que el individuo experimenta un sentimiento de pertenencia y de conexión con el cosmos como un todo.
2.1.4. ECOLOGÍA SOCIAL Y ECOFEMINISMO.
La percepción desde la ecología profunda parece ofrecer la base filosófica y espiritual idónea para un estilo de vida ecológico y para el activismo medioambiental. No obstante, no nos dice mucho acerca de las características culturales y los patrones de organización social que han acarreado la presente crisis ecológica. Éste es el objetivo de la ecología social
Patriarcado, imperialismo, capitalismo y racismo son algunos ejemplos de la dominación social que son en sí mismos explotadores y antiecológicos.
El eco feminismo se dirige a la dinámica básica de la dominación social en el contexto del patriarcado.
Los eco feministas ven la dominación patriarcal del hombre sobre la mujer como el prototipo de toda dominación y explotación en sus variadas formas de jerarquía, militarismo, capitalismo e industrialización. Señalan que la explotación de la naturaleza en particular ha ido de la mano con la de la mujer, que ha sido identificada con la naturaleza a través de los tiempos. Esta antigua asociación entre mujer y naturaleza vincula la historia de la mujer con la del medio ambiente
2.1.5. NUEVOS VALORES.
Los valores asertivos -competición, expansión, dominación- están generalmente asociados a los hombres. Efectivamente, en una sociedad patriarcal éstos no sólo se ven favorecidos, sino también recompensados económicamente y dotados de poder. El poder, en el sentido de dominación sobre los demás, es asertividad excesiva.
Existe, no obstante, otra clase de poder más apropiada para el nuevo paradigma: el poder como influencia sobre otros.
2.1.6. ÉTICA
Mientras que el viejo paradigma se basa en valores antropocéntricos (centrados en el hombre), la ecología profunda tiene sus bases en valores eco céntricos (centrados en la tierra). Todos los seres vivos son miembros de comunidades ecológicas vinculados por una red de interdependencias. Cuando esta profunda percepción ecológica se vuelve parte de nuestra vida cotidiana, emerge un sistema ético radicalmente nuevo.
Durante la revolución científica del siglo XVII se separaron los valores de los hechos y, desde entonces, tendemos a creer que los hechos científicos son independientes de lo que hacemos y por lo tanto de nuestros valores. En realidad, el hecho científico surge de una constelación completa de percepciones, valores y acciones humanas, es decir, de un paradigma del que no puede ser desvinculado.
El vínculo entre ecología y psicología establecido desde el concepto del “sí mismo ecológico” ha sido explorado recientemente por varios autores. La ecóloga profunda Joanna Macy escribe sobre el “reverdecimiento del sí mismo”, por ello al llamar “ecológica”, en el sentido de la ecología profunda, a la nueva visión de la realidad, enfatizamos que la vida está en su mismo centro.
2.2. DE LAS PARTES AL TODO
Un péndulo caótico en el sentido de la teoría del caos -oscilaciones que casi se repiten pero no exactamente, aparentemente de modo aleatorio pero formando en realidad un patrón complejo y altamente organizado- sería quizás la metáfora contemporánea más apropiada.
La tensión básica se da entre las partes y el todo. El énfasis sobre las partes se ha denominado mecanicista, reduccionista o atomista, mientras que el énfasis sobre el todo recibe los nombres de holístico, organicista o ecológico.
El pensamiento sistémico fue encabezado por biólogos, quienes pusieron de relieve la visión de los organismos vivos como totalidades integradas.
2.2.1. SUBSTANCIA Y FORMA.
La tensión entre mecanicismo y holismo ha sido lema recurrente a lo largo de la historia de la biología y es una consecuencia inevitable de la vieja dicotomía entre substancia (materia, estructura, cantidad) y forma (patrón, orden cualidad).
Hay un flujo continuo de materia a través de un organismo vivo mientras que su forma se mantiene.
Aristóteles creía que la forma no tenía una existencia separada sino que era inmanente en la materia y que ésta tampoco podía existir aisladamente de la forma.
2.2.2. EL MECANICISMO CARTESIANO
En los siglos XVI y XVII la visión medieval del mundo, basada en la filosofía aristotélica y en la teología cristiana, cambió radicalmente. La noción de un universo orgánico, viviente y espiritual fue reemplazada por la del mundo como máquina, y ésta se convirtió en la metáfora dominante de la era moderna.
René Descartes creó el método de pensamiento analítico, consistente en desmenuzar los fenómenos complejos en partes para comprender,
Descartes basó su visión de la naturaleza en la fundamental división entre dos reinos independientes y separados: el de la mente y el de la materia.
En biología, el mayor éxito del modelo mecanicista de Descartes fue su aplicación al fenómeno de la circulación
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