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REACCIÓN A LA LECTURA DE “La trama de la vida” de Fritjof Capra y “La cabeza bien puesta” de Edgar Morin


Enviado por   •  19 de Octubre de 2018  •  Ensayos  •  4.404 Palabras (18 Páginas)  •  287 Visitas

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REACCIÓN A LA LECTURA DE “La trama de la vida” de Fritjof Capra y “La cabeza bien puesta” de Edgar Morin.

Por: Abel Arturo Morales Samayoa.

Al estudiar más profundamente los fenómenos de nuestra cotidianidad, llegamos a la conclusión de que no ocurren de manera aislada, y por lo tanto, no pueden ser estudiados de forma aislada.

La Ecología Profunda es una rama de la Ecología que considera a la humanidad parte de su entorno. La Ecología Superficial es antropocéntrica, mientras que la Ecología Profunda no separa a los humanos de su entorno, mismo que a todos los elementos en los que estamos inmersos.

Arne Naes fue quien se iconizó como pionero en el pensamiento de ecología profunda, invitando a un cambio de paradigma en el cual cada parte se considerara conectada al todo, y viceversa. A pesar de esto, la ecología profunda no contempla los patrones culturales que dieron origen a la crisis ecológica actual, dando lugar a la ecología social para estas explicaciones. Así como se dio un cambio de paradigma en la ecología, esto trajo consigo un cambio de valores, ya que el poder, en el sentido de dominación sobre los demás, es asertividad excesiva. Por tal razón se necesita que el poder ejercido hacia los demás, en el nuevo paradigma, se concentre en el poder de influenciarlos de manera positiva, propiciando cambios para que todos tomemos un nuevo rumbo, cuya dirección ofrezca sentido a la existencia, así como que garantice un manejo sustentable de los recursos.

Todo esto me hace pensar que aunque los seres humanos estemos separados del resto de nuestro entorno por una barrera invisible y artificial llamada categorización de las especies, en verdad somos una parte de cada miembro del entorno y, a la vez, el entorno está dentro de nosotros de alguna manera. Las interrelaciones que compartimos son tantas, y posiblemente tan desconocidas, que aunque nos quisiéramos separar, esto es sencillamente imposible, porque fuimos formados dentro de este orbe, y estamos hechos de partes de él.

En el aspecto ético, también sobrevienen algunos cambios, ya que se debe dejar de lado a los valores antropocéntricos, inclinándose hacia valores ecocéntricos (centrados en la tierra), comprendiendo que todos somos miembros de comunidades vinculadas e interdependientes; es esta comprensión lo que nos conduce hacia un código de ética que nos convierte en personas constructivas y respetuosas en nuestro proceder, tanto profesional como en el actuar cotidiano.

Otrora se consideraba que para estudiar nuestro entorno había que basarse en metafísica, física y otras ciencias ortodoxas, aunque actualmente el cambio de paradigma promueve el estudio de las ciencias de la vida. Todo esto ha provocado que avancemos de un enfoque mecanicista hacia un enfoque sistémico. La separación entre mente y materia (fundamentos de las teorías de Descartes), se ha visto como algo obsoleto, que si bien dio bases para el inicio del estudio de las ciencias, también ha servido para encontrar nuevas revelaciones que aclaran más el panorama y nos conducen hacia nuevas creencias. La nueva química arrojó luz para abandonar casi totalmente los modelos mecanicistas de carácter simple y divisorio.

Emmanuel Kant, promotor del movimiento romántico, expresó que a un organismo complejo no se le puede comparar con una máquina, ya que el primero se auto-reproduce y auto-organiza, mientras que en la segunda, sus partes sólo existen para darse complementariedad entre ellas, sin vincularse con su entorno. Esto hacía ver a la naturaleza como un gran todo armonioso. James Hutton, expuso que existe paralelismo entre la tierra y los organismos, en cuanto a su funcionamiento: él comparó a las aguas de la tierra con el sistema circulatorio del cuerpo humano, expresando así que esta semejanza nos indica que somos un todo dentro de un todo.

En mi opinión, creer que nuestro organismo funciona en semejanza a algunas máquinas de uso común como el reloj o un vehículo de locomoción, es una similitud bastante miope, porque salta sobradamente a la vista la evidencia de que las máquinas artificiales e inanimadas de nuestro entorno carecen de las capacidades más importantes del ser humano, especialmente aquellas que involucran nuestros sentimientos, y que de forma tan marcada, hacen diferente a un organismo de otro, incluso dentro de la misma especie. Por otro lado, la armonía que se desarrolla entre seres animados cuando se convive de manera amigable con el ambiente, puede trascender y evolucionar hasta propiciar cambios paradigmáticos que nos podrían enlazar cada vez más con nuestro medio circundante natural.

Aunque el descubrimiento del microscopio pudo haber supuesto en sí mismo un avance hacia nuevos descubrimientos que apoyasen la teoría sistémica, al menos en biología, la cual estudió la relación ente los componentes celulares. En este tema, Bernard dijo que así como tenemos un entorno exterior, cada organismo posee un entorno interior.

Luego, emergió el vitalismo, como una fuerza aún no explicada responsable de la vida, la cual no obedece a las leyes de la física o química. El vitalismo y el organicismo, aunque no se basan en la física o la química para explicar el fenómeno de la vida, no son suficientes por sí mismas para explicarlo.

Lawrence Henderson usó el término “sistema” para denominar organismos vivos y sistemas sociales. Posteriormente, surgió el pensamiento sistémico para explicar relaciones e interacciones entre las partes, en contraposición al pensamiento analítico, el cual estudia al todo por partes.

La física cuántica vino a poner en evidencia que no debemos descomponer al mundo en  partes independientes para estudiarlo. La psicología Gestalt, argumentó que “el todo es mayor que la suma de las partes”, asumiendo así, una sinergia entre los elementos relacionados de un sistema.

La ecología, se modernizó, enfatizando el estudio del Hogar-Tierra, en el cual todos formamos una comunidad-red. Las comunidades ecológicas fueron concebidas como grupos de organismos enlazados por redes por medio de conexiones nutricionales. Con lo anterior, se descarta la “jerarquía” de la naturaleza, quedando así explicado el término por la interacción que conlleva una “red”: “la trama de la vida es redes dentro de redes”.

En esta teoría de sistemas, las partes son un patrón dentro una inseparable red de relaciones, que aparenta no tener principio ni fin. En el nuevo paradigma, la comprensión del proceso del conocimiento (epistemología), debe ser incluida para poder así describir fenómenos de la naturaleza. Contrariamente al antiguo paradigma (cartesiano), en el que se realizaban descripciones individuales delas partes u objetos.

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