La Sombra Del Viento

Memoria de mis putas tristes.

La historia que se da a conocer es de un periodista de 90 años que pide a una vieja amiga dueña de un burdel que le consiga a una doncella para poder estar con ella esa misma noche. Uno de los temas que abarca la historia es la prostitución, actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero.

Rosa Cabarcas era la dueña del burdel quien había conocido desde hace tiempo conocido también como Locales nocturnos. Otra modalidad involucra a prostitutas que solicitan clientes en negocios abiertos al público. En algunos casos en el establecimiento no hay ninguna relación formal entre la prostituta y el local. Por hábito y al correrse la voz, el sitio se convierte en una especie de bar de solteros, a donde los clientes van a sabiendas de la alta concentración de prostitutas, y viceversa.

En otros casos, el local y la prostituta tienen una relación establecida entre ambos; a cambio de un salario mínimo o de una comisión en los tragos que le invitan, ella debe cumplir con un mínimo de normas de la casa, como por ejemplo ir a "trabajar" un mínimo de días a la semana y cumplir con un horario mínimo, o recibir un mínimo de tragos al mes invitados por los clientes. En ambos casos la prostituta termina su jornada en cuanto consigue un cliente dispuesto a contratar sus servicios.

En nuestro país la prostitución ha llegado a tener un alto nivel. Entre las reflexiones que contiene la historia que en lo personal fue de mi agrado fue: “El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor”.

También nos habla del amor y la ternura que se puede tener a una persona y como a pesar de ser ya una persona grande puede llegar a enamorarse. Así pues el Anciano le puso como nombre a la joven Delgadina, dándole detalles distintos cada vez que pasaban la noche juntos. El anciano nunca se había enamorado; estuvo a punto de casarse pero no fue así ya que el día de la boda dejo plantada a su prometida Ximena Ortiz. El amor no es solo para jóvenes sí, no también para las personas grandes aquellas que tal vez en su juventud no tuvieron tiempo de enamorarse.

Nos narra también un poco de la infancia del periodista, que desde Muy chico había perdido su virginidad que con el paso del tiempo había estado con varias mujeres, quinientas catorce para ser exactos, a todos de ellas les había pagado, había perdido a sus padres de joven. Muchas veces eh escuchado la frase “Nadie vive de acorde a su edad”, y me eh preguntado ¿Cuál es el momento justo para ser las cosas? Si el tiempo transcurre y no nos damos cuenta de ello. Un niño piensa en ser Joven para ser cosas de grandes, un joven en ser adulto para sí poder tener dinero y libertad, y un adulto en ser anciano para sí poder descansar. Es de lo que nos habla el libro no importa

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