Sombra Del Viento

Dentro de la obra «La Sombra del Viento» , por Carlos Ruiz Zafón se puede observar el desarrollo de Daniel Sempere, el protagonista. Este se manifiesta como un personaje cambiante, dinámico que evoluciona dentro de la obra. Al principio de la obra se demuestra como un niño inocente, criado por su padre quién jamás superó la muerte de la madre de Daniel, esto dejó una falta de presencia femenina y amor materno en la vida de Daniel la cual le afecta sobremanera. Este personaje tuvo que madurar desde muy temprano, perdió a su madre a los cuatro años de edad y su padre no le proporciona el amor materno necesario para su desarrollo social.

Lo que más influyó a Daniel fue su descubrimiento del libro llamado La Sombra del Viento. Este libro lo llevó a tener muchas experiencias que le enseñaron acerca de la vida, lo bueno y lo malo. Una de estas experiencias es la de amor que tuvo con Clara. Clara es la sobrina ciega de un amigo del padre de Daniel a quién Daniel leía y amaba incondicionalmente. El amor es un concepto relativo, el cual puede ser distinto en cada persona, incluso lo manifiestan de distinta manera, el «amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad. Este amor no resultó ya que Clara estaba íntimamente involucrada con su maestro de piano. Esto lo vio Daniel y por primera vez en su vida sintió la agonía de un corazón roto.

«Dice que estuviste enamorado de una mujer mayor que tú durante años y que la experiencia te dejó el corazón roto. Lo único roto que saqué de todo aquello fue un labio y la vergüenza».

El amor muchas veces no es correspondido, por lo tanto hay que saber y deberíamos de entender que si no nos aman, podemos encontrar a otras personas que si nos amen; sin embargo esta experiencia le enseñó mucho acerca del amor y las relaciones., su segunda relación amorosa fue más exitosa debido a esta experiencia.

«Quise odiar a Clara, pero fui incapaz. Odiar de veras es un talento que se aprende con los años. Me jure que no volvería a verla, que no volvería a mencionar su nombre, o a recordar el tiempo que había perdido a su lado. Por alguna extraña razón me sentí en paz. La ira que había sacado de casa se había evaporizado».

Ésta relación fue con Bea, la hermana de su mejor amigo, Daniel comprendió que tenía que sacrificar mucho por el amor, incluyendo su amistad con Tomás.

«Bea empecé, casi sin voz, yo te quiero….Negó en silencio, sellándome los labios con la mano como si mis palabras la hiriesen».

La madurez de Daniel se empezó a reflejar en su comportamiento, aprendió a mantener una relación, y adquirió un entendimiento mayor acerca del mundo, desde el amor hasta la crueldad de los seres humanos como aquella que mostró Fumero hacia Fermín. El amor es otro de los conceptos que nadie nos enseña, o no existe un manual el cual nos indique cómo comportarnos ante este sentimiento, que hacer o no cuando se está enamorado o cuando realmente se ama.

En el final de la obra se observó el cambio de Daniel, su transición de niño a hombre. El momento que demostró este cambio fue cuando arriesgo su vida por Fermín. En este momento Daniel mostró su valentía, lealtad y amor. Al arriesgar su vida demostró que estaba dispuesto a morir por defender a su amigo y sus creencias. Por lo tanto el amor no solo es hacia una persona de sexo opuesto, sino podemos tener amor hacia los amigos, hacia nuestros padres, y demás seres que forman una parte importante en nuestra vida. Por lo tanto se aplica a relaciones diferentes, tales como el amor platónico o el amor familiar, y también, en un sentido más amplio, se habla de amor hacia Dios, la Humanidad, la Naturaleza, el Arte o la Belleza, lo que suele asociarse con la empatía, y otras capacidades.

Por otro lado desde una perspectiva espiritual el amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia,

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