La criatura de Frankenstein, hijo de un padre ausente

La Criatura de Frankenstein, hijo de un padre ausente

Todos los humanos debemos nuestra existencia a otras personas que llamamos padres. Ellos son quienes nos enseñan valores, nos transmiten costumbres y creencias a través de la convivencia diaria. Estos conocimientos que entregan los padres a sus hijos sirven como modelos que necesitará la persona para crear una identidad y desarrollar habilidades básicas para comunicarse en sociedad.

La mayoría de las personas han tenido la suerte de convivir y ser criados por alguien a quienes llaman papá y/o mamá. Sin embargo, existen muchos casos de niños que no tienen la posibilidad de siquiera conocer a sus padres. Esta situación puede afectar psicológicamente a esas personas, provocando que se conviertan en seres desequilibrados emocionalmente.

La escritora Mary Shelley en su obra Frankenstein relata la historia Víctor Frankenstein, quien logra crear un ser vivo con características humanas a través de un método que prescinde de la necesidad de la fecundación entre un óvulo y un espermatozoide. Desde el momento en que esa criatura cobró vida, Frankenstein sorprendido por los resultados no pudo hacer más que repudiar a su propia creación por la fealdad que la criatura poseía, por lo que decidió abandonarlo.

Tal como cualquier padre que se ausenta en la vida de un hijo, Víctor Frankenstein ignoró sus responsabilidades como creador y no dimensionó las repercusiones que podría tener dejar a la deriva a su creación. Así, la criatura se volvió un hijo de padre ausente producto de la irresponsabilidad de Víctor.

Freud (ctd en Golombok, 47) explica el término ausencia como una huella a nivel personal, que se caracteriza por abandono, lejanía y trauma. Como consecuencia del rechazo que pueda ejercerse sobre un niño, este seguirá buscando figuras paternas que lo rechacen ya que se habrá convertido en un destino aprendido.

Las repercusiones del abandono de un padre hacia un hijo abarcan problemas desde el autoestima hasta el desarrollo de relaciones en una sociedad. Jesús Alveano relata que en la vida es necesario cubrir ciertas áreas, sobre todo la emocional, debido a que suele ser la más afectada cuando se ausenta el padre. En la edad adulta la persona se puede ver desfavorecida, pues se puede llegar a provocar esquizofrenia, paranoia y trastornos de la personalidad (17).

En el caso de Frankenstein, Víctor desarrolla un tremendo rechazo por su “hijo” que le produce horror. El ser que acaba de crear le parece un monstruo demoníaco. Víctor aborrecía y declaraba abiertamente que consideraba su creación como un “desgraciado, el demonio repugnante” (Shelley, 76). Abandona a su criatura privandolo de una oportunidad y de tiempo para manifestarse. Frankenstein no le transmitió ningún afecto paternal, ninguna costumbre, ningún valor y ninguna creencia.

Sin embargo, mucho antes de que la Criatura se diera cuenta de los sentimientos de su creador, este ya se encontraba sufriendo por su soledad en el mundo, aprendió a reflexionar y reconoció que carecía de padres cuando expresa que “no había tenido un padre que velará por mi en mi primera infancia y una madre que me bendijera con sonrisas y caricias” (Shelley, 134).

El abandono provocó que la criatura tuviese una crisis con su identidad. La Criatura se preguntaba cuestiones existenciales como ¿qué era yo?, ¿quién soy?, ¿de dónde provengo?, ¿para qué estoy destinado?.

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