La distribución de los seres vivos y la historia de la Tierra. Capítulos 1-6 (Ensayo)

Héctor Manrique Rivera

Biogeografía

La distribución de los seres vivos y la historia de la Tierra. Capítulos 1-6 (Ensayo)

La distribución de los seres vivos y la historia de la Tierra, es un libro de divulgación científica que explica a grandes rasgos las dos principales teorías de las ciencias de la Tierra: Deriva continental y tectónica de placas. Además, vincula estos procesos geológicos con la distribución de los taxones en la actualidad a través de procesos vicariantes. En estos 6 primeros capítulos los autores realizan una revisión de los científicos más importantes y de sus aportaciones, que dieron lugar a la teoría de la deriva continental.  Una de las primeras observaciones que los científicos realizaron acerca de la geografía de la Tierra fue que el perfil de la costa oriental de Sudamérica se corresponde de manera casi exacta con el de la costa occidental de África, el primero de ellos fue Francis Bacon. George Leclerc de Buffon, además de darse cuenta de que África y Sudamérica formaban un solo continente en el pasado, intuyó de manera genial que estas transformaciones se relacionaban con la distribución de los taxones. De esta forma siguieron emergiendo ideas que sugerían la movilidad de las masas continentales. Sin embargo, la mayoría de ellas no ofrecían explicaciones concretas ni pruebas de tal fenómeno. El geólogo austriaco Eduard Suess contribuyo al conocimiento de las propiedades de la Tierra con la publicación de La faz de la Tierra, un libro en el que describe la composición de las tres capas que conforman la Tierra (Nife, sima y sal). Además, concluyó que hasta el final de la Era Paleozoica había grandes masas continentales separadas por un brazo de mar dirigido de este hacia oeste. Suess ya habla del súper continente Gondwana.

 A pesar de las aportaciones mencionadas anteriormente, no fue sino hasta las publicaciones del científico alemán Alfred Weneger que se realizó una teoría con los datos necesarios y las pruebas para defenderla. De acuerdo a esta teoría las masas continentales de la actualidad se encontraban unidas conformando un solo supercontinente denominado Pangea. Esta mega masa terrestre se habría dividido durante la era mesozoica y sus fragmentos empezaron a moverse y dispersarse.  Para apoyar su teoría se apoyó en el concepto de isostasia, de acuerdo al cual, permitiría a los bloques continentales realizar movimientos verticales que resultan de la aplicación del principio de Arquímides. Para Weneger, los bloques también podían realizar movimientos verticales si y solo si se ejerciera una fuerza suficientemente fuerte. Algunas de las pruebas que apoyan esta teoría son: La coincidencia fisiográfica de las costas de los continentes que cercan el Atlántico, al superponer tales estructuras presentan similitudes. Por ejemplo, la sucesión vertical de rocas sedimentarias y lavas basálticas que componen respectivamente, la secuencia del paleozoico superior y del Mesozoico de la cuenca del Paraná, en Brasil, es semejante a la que se encuentra en la cuenca del Karoo, en Sudáfrica. Demostró igualmente que, al reconstruirse el supercontinente Pangea. Los depósitos de carbón y de evaporitas yacen próximos al ecuador de esa época, mientras los tilitos de India, Australia, Sudamérica y sur de África estarían próximos al antiguo polo (Papavero, et.al 1995). Para explicar el fenómeno de la deriva, propuso que las fuerzas gravitacionales como resultado de la forma de la Tierra eran las causantes de tal proceso pues recibían cierto empuje debido a las atracciones gravitacionales del sol y la luna. Aunque no estaba del todo seguro con esta hipótesis. La teoría presentada por Weneger fue muy criticada en su momento, principalmente porque algunas de las pruebas que presentó resultaron falsas. Sin embargo, muchas de ellas han sido probadas experimentalmente. Por otra parte, el hecho de que no aportaba una propuesta clara para resolver el mecanismo de la deriva fue muy criticado, pues no se consideraba una teoría que resolviera el problema.

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