Libro renacentista

En este libro de arte, ideología, e historia renacentista, se encuentran descritos los datos de las artes literarias, arquitectónicas, escultóricas, pintorescas, así como el estilo utilizado para los ejemplares de la época que aquí se muestran.

Tan solo en las primeras páginas, se encuentra salpicada la historia renacentista, el comienzo de esta época, y el desenvolvimiento de la expresión a través de distintas ideologías.

Por último, pero claramente no menos importante, se hace mención a los artistas como pintores, escultores, arquitectos, poetas, filósofos y cualquier personaje destacable que haya impregnado su ser en la historia, también se encuentran sus obras más destacables, de las cuales cada una tiene una historia, una vida, un estilo, un espíritu que dedico el artista y sus lazos con las personas que los rodeaban, como lo es la iglesia, o a poderosa e influyente Familia Medici, entre los que cabe hacer mención a tres papas que provinieron de esta familia.

Hasta llegar el siglo XVI las diferentes civilizaciones de Occidente se habían dado a conocer sin sobre salto. En el siglo XV, gótico y Renacimiento habían vivido uno al lado del otro, pero a partir del siglo XVI, el arte occidental se dividió en fuerzas contradictorias con ideologías distintas. Dos figuras llegan junto a las ideologías opuestas, Erasmo y Lutero, Erasmo sueña con hacer entrar el panteón en el paraíso, intenta salvar la unidad espiritual en Europa.

Lutero, viene del viejo mundo de la Ciudad Media, esa imagen del hombre débil, el hombre pecador que impone un Dios terrible. Italia se encontraba dividida por estas dos fuerzas, sobre una base intelectual en Roma y sensible en Venecia, Rafael y Ticiano definen las leyes del clasismo, que subordina el conjunto de la obra al equilibrio de todas sus partes, lo que hace atenuar los rasgos y la expresión, nace de la ruptura de equilibrio y la desesperación que ensombrece los rostros. Tales exigencias para asombrecer los rostros las mantienen Miguel Ángel dentro de los límites de la belleza y ahí radica su milagro. De la mezcla del clasicismo con el barroquismo, nace en Italia una crisis conocida bajo el nombre de manierismo, salvo Venecia, las demás quedaron afectadas por esta crisis, ya que condujo a los artistas por la extravagancia  en los gestos y las expresiones, al alargamiento de las proporciones y las contorciones de las actitudes. Sin embargo el prestigio de Roma impulsó el Renacimiento, y Europa se hallaba en el dilema de no aceptar los modelos de Miguel Ángel, Rafael y Leonardo, ya que se imponía al italianismo, esta crisis favoreció al Manierismo en países bajos, Holanda, Bélgica, Francia, Suiza y la Península Ibérica.

Apenas asimilado el renacimiento, Europa halló la madurez definitiva detrás de una nueva crisis de crecimiento, permitió, que el siglo XVII se pudiese convertir en el siglo de oro Europeo. Este movimiento que tiende a crear un nuevo humanismo cristiano, pertenece precisamente al siglo XVI, durante el cual se mantuvo un mundo de ideas, de formas e inclusive de aquellos sentimientos contradictorios. El renacimiento es caracterizado por un  renovado interés, por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. Con esta ideología, el hombre centra toda su actividad, en el hombre como tal, ahora piensa con una libertad de espíritu, que lo condujo a la libertad de pensamiento, el culto a la vida y el amor a la naturaleza, se estableció como fuentes de inspiración, el equilibrio y la serenidad, pero, algo de lo más característico de esta época es la separación entre lo cívico y lo religioso.

El humanismo, que surgió como una ideología, fue la forma de manifestación ideológica y literaria del renacimiento. Los hombres del renacimiento trabajaron con mucho entusiasmo en estudiar metódicamente las obras de la antigüedad. Este entusiasmo, que considera a las culturas clásicas como la realización de un ideal de perfección, trataba de un renacer, un despertar del hombre, de volver a dar vida a los ideales que habían inspirado a los demás pueblos. Pero, el desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectado por el  hecho simultáneo de las luchas religiosas de la revolución protestante, por lo que causó el corte del brote renacentista en Alemania. Gracias a la creación de universidades, escuelas, la arquitectura italiana y la estatuaria se abren un camino en los diferentes países de Europa. En Francia se hace  más extensa la recepción del arte y la cultura italiana, así como en España, donde el arte del bajo renacimiento ha hecho progresos, teniendo el gusto italiano durante el reinado de los Reyes Católicos, combinando un estilo local.

Con la llegada del Renacimiento apareció una nueva clase social constituida por humanistas. La iglesia había condicionado toda la vida cultural, pero ahora la ciencia llegaba directamente al ciudadano, gracias al aristotelismo, esta filosofía fue creciendo al platonismo y el arte empezó a basarse sobre la propia ciencia. La geometría y otras formas de las matemáticas ocuparon un lugar esencial en la nueva concepción de la cultura, se desechó el arte puramente lineal y se buscó con ahínco la forma tridimensional. Mientras que la pintura italiana de los comienzos del siglo XV es todavía narrativa y escoge los muros de las iglesias, sin embargo, la pintura al óleo, el artista abandona la limitada temática religiosa.

En el campo del arte como lo es la pintura se introdujeron novedades desde el siglo XV, un ejemplo es Giotto, un pintor dentro de las orbitas góticas, el cual desarrollo sus pinturas con un concepto tridimensional, perspectiva y naturalismo, eso alejaba sus pinturas de la tradición bizantina y gótica que perjudicaban al renacimiento pictórico.

En el cuattrocento todas estas novedades, fueron adaptándose a la mentalidad humanista que se expandía por las ciudades-estado italianas. Y aunque los pintores aun trataban temas religiosos, la mayoría de ellos introdujeron en sus obras a la mitología y la alegoría, así como el retrato, una búsqueda constante de los pintores era la perspectiva la cual era un objeto de estudio y reflexión para los artistas, la pintura cuatrocentista es una época de experimentación, las pinturas abandonan la rigidez gótica y se acercan a la realidad, aparece la naturaleza en los fondos y se introducen los desnudos en las figuras. Algunos de los pintores más destacados durante el cuattrocento fueron Fra Angelico, Giovanni Bellini, Sandro Boticelli, Cosimo Tura, Antonello Da Missina.

En el cuattrocento, durante el siglo XV, la Florencia de los Medicis vivió el momento culminante como lo es la pintura.  Fra Angelico represento las primeras obras renacentistas, toda temática es religiosa y lo más notable de las obras. En los siglos XIII y XIV, que fue parte del trecento, se le reconoce como primer pintor del que se tienen datos es Cimabue, del cual se conserva una virgen en asiento de marfil, con el niño en brazos y rodeado de ángeles. En el siglo XV el cuattrocento, los artistas, Gntile de Fabiano, Paolo Usello y Andrea del Castagno aportaron nuevos conocimientos y técnicas, planteaban problemas de representación visual, como la perspectiva, que fue una preocupación importante en los pintores. Sin embargo el arranque de toda pintura moderna es Masaccio, el estudio directo de la naturaleza, la fuerza de pincelada, impresionismo de efectos, ilusión de luz, y la expresión de gesto.

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