Liderazgo, Creatividad Y Cambio Organizacional (Eric Miller)

Texto: Liderazgo, creatividad y cambio organizacional (Eric Miller)

Poder, autoridad, dependencia y cambio cultural

Este capitulo explora los cambios recientes ocurridos en Inglaterra en las relaciones entre individuos y organizaciones e individuos y sociedad y sus implicancias para la distribución del poder y el ejercicio de la autoridad.

Entre el término de la segunda guerra mundial y los años 70, la sociedad británica en general y sus instituciones de empleo en particular estuvieron dominadas por una cultura de la dependencia, donde la relación del individuo con el estado y con las organizaciones se asemejaba, dinámicamente, ala relación entre un niño y su madre. A fines de los 70 esta tendencia cambio particularmente con el gobierno de Tacher y el creciente desempleo se empezaron a divisar síntomas de una dependencia fallida. Por lo que analizaremos estos dos estados de la sociedad británica.

La cultura de la dependencia

La política social de Inglaterra de posguerra se construyo bajo el aclamado informe Beveridge, que en su esencia comprometía al estado a garantizar y recompensar a los ingleses por resistir y ganar la guerra. Los beneficios eran múltiples coma la gratuidad de la educación y la salud; pensiones para niños, ancianos y discapacitados, subsidios de vivienda y una seguridad social que no dejaba sin que nadie no se sintiera beneficiado. Gran bretaña entro en un periodo de 30 años de estabilidad económica y política gracias a su crecimiento keynesiano y alternancia en el poder. Las organizaciones estatales aparte de preocuparse por la gente se transformaron en instituciones que generaban una gran cantidad de empleos. La nacionalización de innumerables empresas generaba una estabilidad socioeconómica que parecían ser premios posguerra.

La legislación fue entregando crecientes protección a los empleados y los sindicatos tenían suficiente poder para mantener a los trabajadores en línea.

Económicamente, aunque el retorno de la inversión era poco, por la baja productividad el crecimiento global mantenía las ganancias a un nivel suficiente como para satisfacer a los accionistas, mientras que a pesar de la inflación los salarios subían en términos reales de manera sostenida.

En lo social las diferencias de clases se hacían cada vez menores, las distinciones entre trabajadores y clase media u obrero y oficinista se fueron desdibujando con el tiempo. En resumidas cuentas al parecer todos estaban excelentes en la Inglaterra de pos guerra

En gran bretaña existían dos modelos de clases (Bott 1957) el modelo de prestigio el cual postula tres o mas clases con espacio para la movilidad ascendente y el modelo del poder de dos clases, el cual fomenta la solidaridad entre la clase trabajadora porque la prosperidad individual se forma con la colectividad de los trabajadores ya que con el poder colectivo se pueden obtener retornos mas altos por el trabajo.

Dada esta situación se genero una guerra colusiva entre los administradores y profesionales explotados y los trabajadores codiciosos y holgazanes, esto sirvió para que los sindicatos mantuvieran el modelo del poder para mantener a los trabajadores alineados y así se disminuye el riesgo de aburguesamiento.

Las organizaciones con sus jerarquías y estructuras proporcionaban una seguridad a los empleados que por muy bajo que fuera su aporte se sentía útil y satisfacía las necesidades de la dependencia. Los individuos se sentían parte de un sistema y pero a la vez se creían que el sistema los necesitaba por que la dependencia era algo que se mantenía bajo este modelo.

Esta época de oro a simple vista trajo beneficios pero debemos mirar más de cerca que es lo que ocurría con los individuos.

Llama la atención en esta época de dependencia que los individuos vivían la dualidad de la racionalidad con la fantasía en sus ambiente labora. Los trabajadores eran capaces de racionalizar todos sus procesos y aportes a la productividad como también eran capaces de hablar de ingresos y costos, sin embargo también coexistía la fantasía que al final del día solo trabajaban para que el dueño de la empresa llenara sus bolsillos de oro, los mas extraño era que a pesar de estas fantasías se seguían sintiendo parte de un sistema que claramente les traía beneficios y por lo tanto se sentían cómodos en el.

La organización ejerce un poder coercitivo sobre el individuo sea de la clase que sea satisfaciendo sus necesidades de dependencia y su codicia infantil. El individuo por muy independiente que se sienta no se da cuanta que esta inmerso en una aborigen de dominancia. Los agentes creen tener independencia porque su consumo solo depende de ellos lo que no detectan que esa autonomía es relativa por que el consumismo y su círculo social lo obligan a seguir ciertos patrones que lo hacen perder su autonomía. Aunque los patrones de consumo puedan cambiar la relación organizacional subyacente de dependencia y coerción se mantiene.

Durante esta época la gran estabilidad económica podría haber dado pie a algún tipo de experimentación organizacional, sin embargo la estabilidad del sistema no permitía grandes cambios ni tampoco tomaba en cuenta a los progresistas que intentaban aflorar. Se podría a ver obtenido muchos beneficios con pequeños cambios pero finalmente el sistema bloqueaba a todo agente que hiciera algún acto que estuviera fuera de la supuesta normalidad por temor a derivar la estabilidad existente. Fue así como aparecieron administradores supuestamente democráticos y participativos pero que finalmente entregaban autonomía sin desprenderse del más mínimo control y altos mando progresistas que finalmente confiaban en que sus mandos medios eran los que adoptaban roles mas duros y obstructivos.

Del lado de los trabajadores también se resistía a cualquier tipo de cambios, si uno de los ejecutivos o altos mandos se atrevía a cuestionar la eficiencia y quería que los individuos trabajaran un poco mas, de inmediato aparecían los sindicatos defendiendo a los trabajadores para que todo volviera a la normalidad. Al tener tanto poder y jugar con la satisfacción laboral los sindicatos también eran agentes que se resistían a cualquier tipo de cambios.

Durante esta época estaban tan marcados los poderes que a los mas mínimos cambios un de los dos bandos se sentía con menos poder por lo que reaccionaba. Si lo trabajadores eran eficientes y empezaban a buscar su autonomía la gerencia se desestabilizaba y ya se imaginaba que los gerentes y mandos medios no serian necesarios

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