Mas Estado O Mas Mercado Para América Latina

América Latina en las últimas décadas, se ha reflejado por un determinado nivel, que pudiérase mencionar como alarmante, en cuanto al manejo que los distintos gobiernos de los diferentes países que la forman han conllevado por distintas y relativamente cercanas décadas.

La realidad es que aunque dichos gobiernos en otras ocasiones han dado sus pasos en cuanto al mejoramiento tanto del Estado como del mercado, aún falta mucho por lograr en cuanto a objetivos de mercados y Estados que generen sobretodo bienestar social así como un determinado y clave desarrollo económico.

En dicho artículo que iremos a tratar más adelante mediante distintos análisis que el autor Alejandro Foxley plantea, se trata de explicar y definir el “estado de malestar” de América Latina. Más profundamente hablando, el autor intenta expresar la forma en que sería posible mejorar como área, de manera que se analicen las formas de aprendizaje de las políticas económicas de las últimas décadas, así como tomando puntos de base para como Estado y país, definir lo que hace falta emprender para lograr un crecimiento propio, con menos desigualdades y mejores capacidades de innovación.

Entre los factores a examinar se encuentran la relación que pudiese existir entre el Estado y el Mercado, analizando mediante distintos escenarios y países de ejemplo y guía (que así mismo funcionan como medios de comparación), evaluar cuáles de éstos pudiese ser más eficaz y a la vez necesite mayor énfasis, para mediante de este contexto determinar cuáles deberían ser sus tareas y sus roles esenciales en las distintas posiciones que asumen bajo el mando de un país, así como también las relaciones ya existentes en que se encuentran estos.

A partir de dichos análisis, verificar luego qué sería más productivo y satisfactorio para los países que conforman América Latina, con respecto a sus posibilidades, alcances, metas, necesidades, niveles en los distintos factores de crecimiento, organizaciones, economías así como relaciones internacionales que pudiesen traernos mejoras en nuestras políticas económicas.

Fundamentos del contenido

Alejandro Foxley, destacado economista de Chile, en su artículo “Más mercado o más estado para América Latina” inicia su escrito con un análisis de los distintos cambios que surgieron en las décadas de los cincuenta a los noventa.

Foxley señala que las décadas de los años cincuenta, sesenta y setenta, se caracterizaron como años de más Estado en América Latina, ya que el estado durante estos treinta años, fue un activo agente del desarrollo permitiendo políticas industriales, sustanciosas inversiones en infraestructura e industrias esenciales como el acero y la energía, asimismo como un fortalecimiento de la educación y salud pública.

Entre las características de las décadas mencionadas, en los años setenta el Estado estaba focalizado en la empresa pequeña y mediana de menor productividad.

Luego con las reformas de los años ochenta se presentó una crisis de la deuda, por la necesidad de adecuar las economías al proceso de globalización así como por una fuente ofensiva ideológica pro-libre mercado. Esto conllevó a que se definiera el Estado “como un problema” y el mercado “como una solución”. Entre las medidas tomadas se resalta la privatización de las empresas, la desregulación de los mercados, así como la reducción de los aranceles externos.

Otras consecuencias de la crisis de la deuda fueron:

* Ajustes fiscales sucesivos.

* Resentimiento de la inversión pública.

* Reducción drástica de los recursos para la protección social.

* Recortes de salarios por parte de la administración pública.

Este factor se vio agravado por la aplicación de políticas macroeconómicas de ajuste automático junto con la apertura financiera brusca, que trajo consigo para algunos países de América Latina como Chile, México y Argentina consecuencias como:

* Sobreendeudamiento del estado y de los privados.

* Macrodevaluaciones.

* Recesión.

* Alto desempleo.

* Quiebra de empresas y crisis social.

* Debilitamiento de las instituciones.

* Rotativas presidenciales.

* Crisis de los partidos.

* Desconfianza en la democracia.

Aparte de las crisis financieras de los años ochenta, la apertura de las economías, obligó a aumentos de eficiencia y productividad.

El Estado activó la capacidad emprendedora, desprendiéndose de malas realizaciones en actividades que a la vez absorbían recursos que podían destinarse a prioridades sociales o modernizar infraestructuras.

En cuanto a los años noventa, durante esta década se mostraron los frutos positivos de estos anteriores cambios, conllevando así un crecimiento favorecedor, lo cual fue interrumpido una vez más por una nueva crisis: la crisis asiática. Lo que conllevó nuestro bajo crecimiento, no fueron sólo crisis externas ni políticas macroeconómicas equivocadas sino que también existieron factores de carácter institucional.

En cuanto al factor de Mercado, Foxley destaca el mercado como la fuente de inducción de competencia para abrir el campo a una economía más eficiente, asignando recursos escasos, reduciendo costos y evolucionando permanentemente para obtener nuevas oportunidades de producción y exportaciones.

América Latina avanzó en cuanto al “más mercado” mediante el refuerzo de apertura de las economías mediante acuerdos de libre comercio bilaterales o multilaterales, a pesar de resistencias de los productores norteamericanos en el sector agrícola básicamente. Esto complicó el objetivo, por lo que América Latina según Foxley debió “profundizar en los acuerdos de integración existentes”, ya que aparte de la elución y limitación de las ofertas de liberalización norteamericanas por la falta de interés de países claves de la región, nuestra América Latina necesitaba de mucho más mercado.

Aquí se destaca entonces la experiencia Mercosur con sus aspectos positivos y negativos, siendo estos los principales:

Aspectos Positivos:

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