Médico De Cuerpos Y Almas (Resumen)

Primera parte

Fedro y su esposa Antonia (pareja de origen romano) tuvieron un hijo llamado Diodoro, ésta familia rica tenía varios esclavos los cuales eran tratados por Fedro como unos seres inferiores, entre ellos estaban los padres de Iris una joven esclava aproximadamente de la misma edad que Diodoro, la cual jugaba con él y se tenían un amor enorme y secreto debido a su diferencia económica; al pasar el tiempo Diodoro se casó con Aurelia y tuvieron a Rubria una niña hermosa que desde pequeña padeció una extraña enfermedad. Al igual que Diodoro, Iris se caso con un esclavo de nombre Eneas el cual también trabajaba para la familia de Diodoro, ellos tuvieron a un pequeño de nombre Lucano el cual era totalmente de los pies a la cabeza la representación de un griego (rubio, ojos azulados y bastante elegante). Pasaron los años y Lucano y Rubria enlazaron la misma amistad y ese mismo amor que tenia Diodoro e Iris hacía ya muchos años.

Keptah un médico-brujo el cual también era esclavo de la familia le había detectado a la pequeña Rubria la llamada “enfermedad blanca” (lepra), pero no se lo podía decir a sus amos ya que le causaba bastante dolor. Esto había deshecho a Lucano ya que para el Rubria era casi su hermana, así que se encomendó al Dios desconocido al cual su padre era fielmente devoto y le había enseñado a hacer algunos rituales con la comida. Aparte de pedirle la curación de Rubria, Lucano que había descubierto algunas hierbas medicinales se las entrego a Keptah para que hiciera una infusión de ellas y se las diera a Rubria para un mejoramiento de su estado de salud. Keptah quedo impresionado por el conocimiento tan temprano de Lucano por la medicina y de esto también se dio cuenta Diodoro, él le permitió a Lucano tomar clases con Rubria para irse instruyendo y después ser alumno de Keptah y le prometió mandarlo a la universidad de Alejandría donde aprendería a ser un excelente medico; una tarde Lucano le conto a Diodoro acerca del Dios desconocido que era el Dios de todos los pueblos según él y que el siempre estaría a disposición de este ser celestial para servirle.

Cusa el maestro de Lucano y Rubria era bastante duro con él y bastante envidioso al enterarse del plan que tenia Diodoro para él. Una tarde después que Rubria se había mejorado, ella y Lucano se encontraban jugando en el jardín cuando Diodoro se percató de las miradas tan amorosas con las que se veían los dos. Ella tenía ya 14 años y estaba lista para empezar a conocer a alguien y casarse; Lucano tenía 17 años para ese entonces. Esto hizo estremecer a Diodoro y planeó casar a Lucano con la esclava de su esposa Aurelia llamada Callíope y casar a Rubria con su sobrino Piso (el cual era hijo de la hermana de Aurelia y su esposo Carvilio, el cual le causaba bastantes dolores de cabeza a Diodoro).

Diodoro le tenía una inmensa ira a Eneas a pesar de llevarse tan bien con él, pero ciertamente era porque desde niño no había dejado de amar a Iris; cada vez que la veía despertaba en el aquellos momentos en su memoria en los cuales la veía con gran enamoramiento.

Un día Keptah se dio cuenta que la pequeña hija de sus amos no podría vivir mucho tiempo con esa enfermedad que era fatal y decidió contárselo a Aurelia ya que no podía hacerlo con su amo, sabiendo que le rompería el corazón. Lucano al enterarse del poco tiempo que le quedaba a Rubria quedo atrapado en una gran tristeza la cual provoco un alejamiento con su Dios desconocido.

Esperando la muerte de Rubria, Lucano seguía tomando clases con Cusa… pero un día no muy distante a su muerte el cielo se torno en un color verde, empezó a caer un diluvio y Lucano sabía que era algo que su Dios desconocido quería decir. Al salir de sus lecciones, se encontró a Iris, su madre, llorando intranquilamente debido a la fatal noticia que el río se había desbordado y que su amado Eneas estaba ahí en ese momento y había dejado ya, esta vida. Lucano había experimentado ya su primera perdida, y se sentía desolado, sin amor y extrañaba inmensamente a su padre a quien no veía mucho después de dedicarle tanto tiempo al estudio y claro, a Rubria.

Rubria y Lucano tomaron sus últimas lecciones juntos, y como el joven ya veía venir aquel momento de tristeza en el cual se vería envuelta la muerte de su gran amor, se despidió de ella dándole un inocente beso en sus manos. Rubria, entusiasmada le pidió que no perdiera su enorme fe en aquel Dios el cual había destinado a Lucano a tener un camino y una vida formidable; aparte de eso le conto que Keptah le había dicho alguna vez que un niño sería asesinado en una cruz, y el conduciría a los hombres a la vida eterna donde no había muerte, sino gozo. Le entrego una cruz que le había dado Keptah a Rubria días antes, era una cruz dorada.

Rubria murió en los días venideros y Keptah para seguir manteniendo despistado a Lucano lo llevo a curar enfermos de diabetes, lepra y con algunos tumores… Lucano logró olvidar por un momento la muerte de su pequeña compañera de juegos y risas, y a decir verdad aprendió bastante sobre medicina. “Yo vengaré a Rubria contra cualquier dios que exista” fueron palabras de Lucano en esos días, no entendía la existencia del hombre, no entendía porque Dios no hizo inmortal a su creación más querida.

Aurelia había quedado embarazada pero presentaba una enfermedad la cual impedía la buena maduración de su hijo estando en su vientre, así que era vital elegir entre salvar al niño o a la madre. Diodoro estaba por los suelos con la muerte de su adorada hija y ahora con la mala noticia sobre el embarazo de su mujer, no podría soportar una muerte más de sus seres más queridos. Decidió suplicarle a Keptah que salvara a Aurelia; en cambio ella le pidió al médico que salvara a su hijo porque pensaba que le daría más alegría a su esposo tener un nuevo hijo. Lucano e Iris ayudaron a Keptah a salvar a esas 2 personas pero todo había acabado en pleno parto. Aurelia había muerto y sacaron al bebe con piel azulada y lleno de sangre. Todos se lamentaron y Lucano tomo al bebe en sus manos y le pidió que viviera, el cielo se oscureció y Keptah escucho un sonido, el niño vivía, su pequeño rostro recobro color y movió una mano.

Pronto Lucano marcharía a Alejandría, Iris cuidaba en tiempo total al pequeño Prisco y Diodoro estaba encantado con esto. Él volvió de Romo a Antioquía y le confesó a Keptah todo el amor resentido que tenia hacia la madre de Lucano y decidió no llevar consigo a Iris a Roma; pero al momento de decírselo a aquella pobre mujer, ella le pidió que la dejase ir consigo como esclava pero al ver la negativa del enamorado ella también confesó su amor hacia él.

Segunda parte

Cuatro años después que Lucano marchó hacia Alejandría y Diodoro e Iris vivían juntos en Roma, Lucano experimentó fuertes crisis estando en la universidad tanto con sus profesores como consigo mismo.

Su ex tutor se había casado con Callíope y eran bastante felices ya que a Cusa siempre le había agradado aquella esclava en casa de sus alumnos. Lucano conoció en la universidad a un joven llamado José ben Gamliel quien lo llevo a un enfermo llamado Eleazar para curarlo, antes de que muriera Eleazar le pidió a Lucano que encontrara a su hijo perdido llamado Arieh. Para su sorpresa la otra hija del difunto, la señorita Sara le había gustado.

Pasaron los años y Lucano logró vivir muchas cosas, incluyendo curar a unos leprosos gracias a un milagro que Dios le había concedido; así se dio cuenta que tenía que tener fe y seguir con la misión que su Dios le había destinado.

Se entera meses después que Diodoro murió a causa de un infarto y prefirió en vez de amargarse imaginarse su encuentro con él en el cielo. Tuvo una propuesta del César de ir a Roma a ejercer como médico, pero prefirió rechazar la oferta. Así que fue con el César a Roma a rechazar su propuesta y se quedó unos días en su palacio. Detesto con toda su alma haber estado ahí ya que en ese lugar trataban a los esclavos no como personas sino como el peor insecto en la Tierra.

Al final fue convencido por el César de quedarse un tiempo ahí, conoció a Oris y a Jacinto (jóvenes luchadores). Había un ambiente demasiado hostil para su gusto, conoció a una mujer bastante extraña llamada Julia, que era la mujer del emperador César Augusto; ella era bastante provocativa a tal punto de parecer una ramera. Lucano rechazo a Julia y ella enfureció, lo mando desterrar de su palacio y escapó de ahí.

Lucano recibió una carta de la hermosa Sara recordándole la promesa hecha a su padre años atrás donde juro encontrar a Arieh, se encontró meses después con Sara en Atenas y escucho a un judío en la calle gritando “pronto llegara el Reino de Dios” pero todos lo evadían. Ahí en Atenas le ofrecieron a un esclavo llamado Ramus (ciego y casi mudo) al cual compró y lo liberó al instante en frente de

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