Medico de cuerpos y almas por capitulos

CAPITULO I

    Lucano siente lástima por su padre, su padre no era sencillo ni sabio y por esto no era admirado, era pretencioso, su madre por otro lado sonreía cuando su padre expresaba prejuicios sobre los "hombres inferiores".

     Lucano comprendió que  su padre habia sido esclavizado cuando su padre al lavar su manos en leche de cabra y secarlas al aire, se notaban huellas y marcas de aquella esclavitud con zonas desfiguradas en las palmas, y una gran cicatriz que describe desagradable sobre el dorso de la mano derecha, es entonces cuando la piedad y el amor inundan a Lucano.

      Eneas alcanzaba su máxima estatura moral poco antes de la cena, ya que los griegos tenian una costumbre cuando se vivia entre los bárbaros romanos, aunque estos dominacen el mundo, Eneas mostraba gratitud hacia los dioses  porque le habían liberado de la esclavitud y dado un hogar, Eneas llenaba una copa de vino y con una reverencia ofrecia el liquido rojo, lenta y cuidadosamente, con palabras suaves, esto era tan intenso para Lucano que era entonces cuando estaba seguro que amaba a su padre.

        Lucano fue edudaco por su padre acerca de los dioses, a pesar de sus nombres poeticos y amables, los dioses eran para Lucano  honbres que se habian hecho gigantescos e inmortales, dotados de crueldad, lujuria, rapacidad, odio y malicia que los hombres, pero el Dios Desconocido al que su padre veneraba no tenia ni los vicios ni virtudes del hombre, indicando los filósofos que aquel dios desconocido no podía ser comprendido por el hombre.

      Eneas habla con su esposa Iris sobre Lucano, quien a sus hojos parece ser un futuro poeta como su abuelo, Iris no cree esto pero esta de acuerdo con Eneas, hablan entonces sobre su hijo Lucano jugando con Rubrina, hija de Deodoro, Eneas menciona que no puede dar ninguna diversión intelectual a su hijo y se lamenta porque no emplean a Iris en  enseñarla, haciendo mención  de que Lucano ayuda a Rubria en sus deberes escolares mientras Deodoro  es avaricioso e insaciable, como todos los romanos, Roma siendo un abismo de riqueza.

       Eneas fue comprado de joven por el padre de Diodoro; Cirino, famoso por su crueldad con los esclavos, quien a pesar de las leyes no se privaba de sus ansias de matar, era tan cruel que el propio César le temía, sólo un hombre se atrevía a despreciarlo públicamente; su padre Prisco, querido por las multitudes  por sus virtudes militares y su integridad, amabilidad y justicia en el trato de esclavos.

          Prisco llevó al herido y quebrantado Eneas consigo, su médico lo curó y de él sólo pidió obediciencia, dado que un hombre sin disciplina es un hombre sin alma.

         Prisco permitió a Eneas realizarse ya que éste mismo era analfabeto, quien rápidamente alcanzó a Diodoro aún con su tutor, entonces Prisco ordenó que el muchacho se sentáse a los pies de la mesa en la que se sentaba Diodoro y su tutor, quien reconoció la clara inteligencia de Eneas.

                 Para Eneas era mejor estar en Roma que en Antioquía, lugar al que se fue con Diodoro y su esposa, ya que el añoraba las calles ajetreadas y ese lugar al que mudó era más extranjero lleno de bárbaros a pesar que vivia aparte de Diodoro y su esposa, Diodoro se sentía más solo en Siria que en Roma, conoció a su esposa Aurelia quien estaba deidcada a su casa, esclavos, su esposo y su joven hija, Diodoro siempre escuchaba las charlas de su esposa para después poder irse a la biblioteca a leer su poesía en voz alta,  no bebía más que en la mesa y moderadamente ya que comprendía que la bebida era el mayor pecado, nunca buscó placer sexual en algún burdel, sólo trabajaba e iba con  su esposa, la misma  rutina, su esposa se limitaba a estar con sus amigas de familias romanas que eran virtuosas y vulgares como ella, no eran más que comadreos tan inocentes como el de colegialas.

                        Los soldados subordinados de Diodoro no le tenian mucho respeto, sentían un poco de desprecio y cuando exageraba en alguna orden, Eneas se les unía y  simpatizaba con sus gestos.

     Cuando estaban cargando el barco con los frutos de Siria, Diodoro entró en desesperación y ayudó a los esclavos tomando una caja sobre sus hombros como si no fuera pesada y de un salto llegó al barco, después los esclavos siguieron  su ejemplo a latigazos mientras él cantaba y los incitaba a trabajar más, los oficiales y soldados habían sido humillados, cuando el capitán de la nave se acercó a él con respeto, Diodoro le indicó decir a que los romanos, que el hijo de Prisco ayudó a cargar ese barco, fue entonces cuando se fue en uno de sus caballos a casa, dejando atrás la carreta en la que Eneas fue llevado a casa, Eneas cuenta a Iris sobre lo sucedio comentando que Diodoro la cargaba en su espalda cuando eran niños y que siempre había reaccionado de esa forma, Eneas se enceló del comentario de Iris y ofendido respondió que eso iba a provocar que dudaran del mandato de Diodoro y por ello su disgusto, por otro lado Diodoro llegó a casa con Aurelia y  Rubria yacía enferma en cama por la gripe, Diodoro rogando por compasión al Dios Mercurio, prometiendo sacrificio puesto que el corazón de un soldado podía se quebrantado por la figura de una dulce niña moribunda, puesto que era la niña de sus ojos.

Primera parte

Fedro y su esposa Antonia (pareja de origen romano) tuvieron un hijo llamado Diodoro, ésta familia rica tenía varios esclavos los cuales eran tratados por Fedro como unos seres inferiores, entre ellos estaban los padres de Iris una joven esclava aproximadamente de la misma edad que Diodoro, la cual jugaba con él y se tenían un amor enorme y secreto debido a su diferencia económica; al pasar el tiempo Diodoro se casó con Aurelia y tuvieron a Rubria una niña hermosa que desde pequeña padeció una extraña enfermedad. Al igual que Diodoro, Iris se caso con un esclavo de nombre Eneas el cual también trabajaba para la familia de Diodoro, ellos tuvieron a un pequeño de nombre Lucano el cual era totalmente de los pies a la cabeza la representación de un griego (rubio, ojos azulados y bastante elegante). Pasaron los años y Lucano y Rubria enlazaron la misma amistad y ese mismo amor que tenia Diodoro e Iris hacía ya muchos años.

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