ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Once Minutos


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2014  •  3.142 Palabras (13 Páginas)  •  177 Visitas

Página 1 de 13

ONCE MINUTOS

Este libro relata la historia de la vida de María, una joven del interior de Brasil, durante su adolescencia había soñado con encontrar el hombre de su vida (rico, guapo, inteligente), casarse, tener dos hijos y vivir en una bonita casa. Su padre era vendedor ambúlate y su madre costurera. María no dejaba de esperar el día en que su príncipe encantado llegaría sin avisar, pero mientras no aparecía solo le quedaba soñar.

Aparentemente se enteró demasiado joven de los dolores y el desamor que trae la vida. Cuando se enamoró por primera vez de un niño de la escuela al que veía todos los días pero con el que nunca intercambió palabra y terminó yéndose de la ciudad, ella aprendió que “hay cosas que se pierden para siempre”. Con su primera decepción empezó a creer que el mundo era demasiado grande, el amor muy peligroso.

A los quince se volvió a enamorar de un chico, el cual le dio su primer beso y llegó a pensar que él era hombre que buscaba, pero a él no le gustaron los besos de ella así que entendió que “la vida es muy rápida, hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos”. Después de algunos días ella lo vio en una fiesta con una amiga suya, consideró la posibilidad de hacerse monja y dedicar el resto de su vida a “un tipo de amor que no hiere ni deja marcas dolorosas en el corazón, el amor de Jesús”.

En su adolescencia descubrió la masturbación, esto le gustaba mucho, así que abandonó la idea de hacerse monja. Se enamoró muchas veces más pero siempre sucedía algo, cuando por fin estaba convencida de haber encontrado a la persona adecuada para pasar el resto de su vida todo se terminaba, concluyó que los hombres solo aportaban dolor, frustración y sufrimiento. Decidió que podía llegar a pensar en el príncipe pero no volverá a enamorarse otra vez.

Y así pasaron los años de la adolescencia de María, salió con uno, con otro, soñó y sufrió, a pesar de la promesa que había hecho de no volver a enamorarse. En una de esas citas perdió la virginidad con un chico a quién utilizó como instrumento de aprendizaje. Pero pronto se cansó ya que más placer le daba masturbarse. Aprendió que “aquellos hombres que tocaron su alma no consiguieron despertar su cuerpo, y quienes tocaron su cuerpo no consiguieron llegar a su alma”.

Cuando cumplió diecinueve años encontró un empleo en una tienda de tejidos y su jefe se enamoró de ella, pero María a esas alturas ya sabía cómo utilizar a un hombre sin ser usada por él. Eso tuvo como beneficios un aumento de sueldo, trabajo veinticuatro meses sin parar hasta que ahorró dinero como para pasar una semana de vacaciones en la ciudad de sus sueños. Ella desea vivir nuevas experiencias, aventurarse, pues a pesar de haber perdido de cierta manera la esperanza en el amor, sigue siendo una especie de romántica incurable.

El dueño de la tienda enamorado de ella pide ser su acompañante y pagar todos sus gastos de su viaje, pero ella no quería que nadie la acompañara ya que tendría libertad total y le permitiría estar disponible para que un príncipe encantado apareciese y la raptase para siempre. El jefe, desconsolado, resistió un poco pero acabó aceptando, pues para entonces ya estaba haciendo planes secretos para pedirle matrimonio en cuanto volviese y no quería precipitarse demasiado y estropearlo todo.

Después de dos días de viaje y de disfrutar de la playa de Copacabana María conoce a un Suizo que prácticamente le ofrece el “oro y el moro” (trabajo, fama, fortuna), le iba a pagar por ser una bailarina de samba en una discoteca de Suiza. María había aprendido que “las oportunidades están para aprovecharlas” pero no iba hacer nada sin consultar a su familia primero. El suizo acepta ir con ella hasta su pueblo, ahí su madre le aconseja que “es mejor ser infeliz con un hombre rico que ser feliz con un hombre pobre”. Después de que su madre lo aprobara y pensando que era su oportunidad de lanzarse en la aventura, acepta.

Antes de regresar a Río pasa por su antiguo empleo para renunciar, en eso el dueño de la tienda le da una cadena con una medalla y le dice que nunca se olvide de rezarle a la virgen, además agrego que si algún día ella regresaba él la iba a estar esperando y que la amaba. Sin embargo, era una frase que había escuchado muchas veces a lo largo de sus veintidós años y parecía que ya no tenía ningún sentido, porque nunca había resultado ser nada serio, María agradeció las palabras y se marchó.

Así llega a Suiza donde descubre que las cosas no son tan buenas, y tiene que trabajar como bailarina en una especie de cabaret, sin mencionar que el sueldo no se acercaba en lo más mínimo a lo planteado al principio. Llega a conocer a seis chicas que trabajan con ella las cuales le contaban historias de sus príncipes encantados, que generalmente estaban muy lejos, o estaban casados, o no tenían dinero y vivían del trabajo de ellas.

Ella se dedicó a su trabajo y no quería regresar a su país sin dinero porque pensaba que la gente iba hablar mal de ella así que decide matricularse en un curso matutino de francés y así podría salir adelante.

Llega a enamorarse de un árabe que estudiaba francés en su mismo curso pero duró tres semanas hasta que decide dejarlo todo de lado e irse a visitar una montaña cerca de Ginebra. A la tarde siguiente y después de tres meses de trabajo, Roger, el suizo le despide pero gracias a que mejoro el vocabulario pudo salir con cinco mil dólares de indemnización, un dinero que ella jamás había soñado gracias a la palabra mágica “abogado”. Con ese dinero pensó casarse con el árabe pero para ese entonces él ya estaba muy lejos, así que contrata a un fotógrafo y compra un celular para ver si con sus fotos puede encontrar un empleo de modelo y maniquí.

Lastimosamente el teléfono no suena y piensa que “la montaña rusa es mi vida, la vida es un juego fuerte y alucinante, la vida es lanzarse en paracaídas, es arriesgarse, caer y volver a levantarse, es alpinismo, es querer subir a lo alto de uno mismo, y sentirse insatisfecho y angustiado cuando no se consigue”.

María, para distraerse y ejercitar la lengua en las horas vagas empezó a visitar la biblioteca, a hablar con la mujer que trabajaba ahí la cual parecía tan sola como ella, a pedirle sugerencias, a comentar la vida de los autores, hasta que el dinero llegó casi a su fin.

Y como la vida siempre espera situaciones críticas para mostrar su lado brillante, finalmente el teléfono sonó. Después de tres meses de espera recibe una llamada de una agencia de modelos, habló con un árabe el cual quería invitarla a participar de un desfile. Se reunieron en un restaurante muy chic y él le empezó

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (17.7 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com