Pensar En Grande, Pensar En Pequeño O No Pensar
rraammoonnhhbb8 de Octubre de 2014
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En el libro La Hechura de las Políticas de Luis F. Aguilar Villanueva, que fue publicado en julio de 1992 en México a través de la editorial Porrúa, los autores Robert Goodin y Ilmar Waldner colaboran con el tema “Pensar en grande, pensar en pequeño y simplemente no pensar”, exponiendo algunas críticas al incrementalismo, esto por muchas fallas en la política.
Plantean el Incrementalismo como buscan pequeños cambios, definidos sobre variables que tienen impacto leve en el sistema, y cuyas acciones siguientes tienen una evaluación de los resultados observados, y por ello su encanto es abrigado por la modestia de sus aspiraciones y que a su vez se justifica. Sostienen que pueden clasificarse en tres tipos de incrementalismo, los cuales nombran como incrementalismo I, incrementalismo II y el incrementalismo III.
El incrementalismo I, lo describen como una reacción más no un reflexión o investigación, no se sustentan en ninguna teoría por lo que no conoce estructura general y maneja solo unos cuantos elementos que satisface o dan utilidad, de aquí su meta, por lo que no tiene una idea completa de las políticas, exponen un par de fallas de este incrementalismo, la primera: sin entendimiento teórico no podremos saber que es una intervención incremental. La segunda, al no saber que sucede dentro de los procesos vistos como un todo (caja negra), el decisor no sabe cuánto esperar para saber si una política es adecuada o no, pues estas son algunas de corto plazo y otras de largo plazo. Junto con ello, pequeños cambios en los efectos latentes o de umbral son un conjunto bastante completo de generalizaciones empíricas integradas teóricamente.
Del incrementalismo II, se apoya en teorías acerca de cómo se comporta un sistema y utiliza procedimientos incrementales para perfeccionar tales teorías. Propone contribuir en la generación de conocimiento, a partir de una teoría embrionaria y de hipótesis tentativas. La meta, es producir modelos teóricos que podamos usar para manipular el sistema en nuestro mayor provecho. Su argumentación epistemológica: es fácil construir las cadenas causales si se efectúan sólo cambios pequeños en unas pocas variables cada vez. El problema es que, el mundo simplemente no se detendrá el tiempo que dure el experimento de políticas, y esto produce una "entremezcla de efectos" que impide la interpretación de los resultados experimentales. Cuyo funcionamiento se da en condiciones especiales y existe la posibilidad de que las variables externas no se cancelen o no se neutralicen. La problemática de su funcionalidad se centra en dos condiciones: un ambiente no volátil, lo que no afecta el experimento y es posible compensar las influencias distorsionadoras. Segundo, presupone una teoría bastante completa que incluya información acerca de los siguientes puntos: cómo se relaciona con su ambiente la arena de las políticas para poder reconocer las influencias contaminantes; cómo se pueden identificar y controlar estas influencias contaminantes; y qué tan estable es el sistema, de modo que se pueda saber cuándo dejan de ser pertinentes las lecciones de un experimento para la decisión de políticas.
Sobre el incrementalismo III, también admite la necesidad de un entendimiento teórico del sistema, pero las intervenciones deben ser incrementales como herramientas de investigación, teorías que digan qué caminos son reversibles que prometan maximizar la utilidad. Pero este es precisamente el problema, ¿Qué tipo de información? Tenemos dos caminos 1° podrían aparecer las consecuencias imprevistas del curso de acción, que fueron dejadas de lado, 2° es que el camino que fue rechazado por irreversible, podría como consecuencia de un avance tecnológico, por ejemplo, mostrarse reversible. Y siendo su eje central, la hipótesis empírica de que mientras menor sea el cambio, mayor es la probabilidad de que sea reversible. Pero
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