Post Mortem

Introducción

El libro se llama “Post Mortem” de la autora Patricia D. Cornwell. Una novela del género policiaco de suspenso. El modo en el que estructuran la historia, las tramas de acción y las pistas que se van soltando poco a poco, una lectura que te cautiva a seguir la lectura con intriga. La trama se desarrolla a un ritmo convincente.

La forma de los personajes y el modo analítico de ver las cosas y sobretodo de descubrirlas, en mi opinión, hacen que la persona desee ser parte de la historia tratando de averiguar y pensar las cosas de la forma que lo haría un detective de estas novelas.

La historia narra el asesinato salvaje de tres mujeres, asesinadas en su propia habitación. El responsable de estos crímenes actúa siempre los sábados, de madrugada, y sus pistas son escasas. La protagonista de la historia la doctora Kay Scarpetta, jefa del departamento de Medicina Legal de la ciudad, recibe una llamada a las 2.33, supone que algo grave ha sucedido: hay una cuarta víctima. Kay Scarpetta. Tendrá que recurrir a los últimos avances que existen en la medicina legal. A lo largo de la historia se ve frustrada por aquellas personas que quieren sabotear su trabajo.

Se verá involucrada en un entorno machista y es que no a todo el mundo le gusta ver a una mujer en el puesto que ella ocupa.

Síntesis del contenido del libro

Un brutal asesino siembra el pánico con tres asesinatos de mujeres, pero el 6 de junio en la ciudad de Richmond, se da un nuevo caso y Kay Scarpetta, médico forense es llamada para encargarse del análisis forense del cuerpo de una joven mujer violada y asesinada brutalmente en la recámara de su casa. Este asesinato es el cuarto cometido de forma muy similar en pocos meses: mujeres jóvenes, atadas o amarradas, violadas y estranguladas con cuerdas de las cortinas o los cables del teléfono.

En los cuatro casos el asesino entró por una ventana a la casa, en la noche, lo que hace suponer una selección y vigilancia de las víctimas, pero aparentemente sin nada en común, raza, profesión o actividad que las conecte. Ninguna de las víctimas tiene algo en común, salvo que viven solas o el asesino al menos así lo cree. Haciendo más agiles sus asesinatos. Manifiestas distintas edades, distintas profesiones, distintas razas. Nada que sirva para establecer un patrón concreto que ayude a identificar el asesino. Un asesino apasionado por el sexo femenino.

Neils Vander, el especialista en huellas dactilares, se interpretan los resultados de las pruebas de secreciones, cabellos, restos de fibras y sustancias. En los cuatro casos el asesino es “no-secretador”, esto es que los antígenos de su grupo sanguíneo no están presentes en sus fluidos corporales y secreciones como la saliva o el semen por lo que no se puede conocer su tipo de sangre.

El esposo de la última víctima detectó un olor peculiar cuando encontró a su esposa asesinada y evidencias de sustancias usadas en la producción

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