Relatos de un Náufrago

Relatos de un Náufrago.

Semblanza del autor:

Gabriel José de la Concordia García Márquez fue un escritor, guionista, editor y periodista colombiano nacido en Aracataca (Colombia) en 1927. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura.​ Su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella le permitió acceder al periodismo. Había comenzado su carrera profesional trabajando desde joven para periódicos locales; más tarde residiría en Francia, México y España. Fue conocido por su apodo Gabo, y familiarmente y por sus amigos como Gabito. Sus obras más importantes fueron:

• Cien años de soledad
• El general en su laberinto
• El coronel no tiene quien le escriba
• Noticia de un secuestro.

Introducción:

Con una increíble redacción e impecable ortografía Gabriel García Márquez nos relata un suceso sobrevenido acerca de un marinero de la armada colombiana llamado Luis Alejandro Velasco. Escrita en primera persona, como si el propio Velasco la relatara a partir de su testimonio.

El 28 de febrero de 1955, ocho miembros de la tripulación del destructor A. R. C. Caldas cayeron al agua. Nuestro protagonista (Luis Velasco) fue el único sobreviviente de los siete embarcados que lo acompañaban, sus aliados, desgraciadamente fenecieron ahogados.  

El gobierno le había atribuido el accidente a una tormenta en el Caribe, pero nunca hubo tal tormenta. La verdad era que el buque iba lleno de mercancías electrodomésticas que los navegantes llevaban para sus esposas. En un bamboleo por el viento en las gruesas olas de mar, se soltó la carga mal estibada en la cubierta y cayó al agua, arrastrando consigo a los ocho marineros. Y ahí es donde comienza lo emocionante de este relato.

Desarrollo:

La esencia que rescatamos de esta crónica, es la conmovedora experiencia de nuestro protagonista al encontrarse con la soledad y poder sobrellevarla, un tema ya antes visto en la literatura de García Márquez. No tenemos porqué sentirnos afligidos ante aquel relato, muchos podrán sentir empatía con este personaje, ya que todos hemos pasado por un momento de aislamiento, de abandono, incomunicación e incluso de melancolía, pero al final de cuentas siempre habrá una solución, únicamente depende de nosotros si queremos encontrarla.

Para algunas personas podrá significar una metáfora o una enseñanza de cómo superar las adversidades, y no estamos diciendo que es algo evidente, pues la urgencia de su situación lo sometía a una presión insoportable. Sin embargo, el hecho de haber pasado horas afrontando la vivencia de la realidad a partir de los instintos más primitivos, le dio otra visión sobre la existencia en la que había estado viviendo todo ese tiempo, únicamente naufragó diez días, pero fue el tiempo perfecto para reflexionar sobre sí mismo.

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