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Resumen De Llallagua


Enviado por   •  31 de Marzo de 2014  •  2.185 Palabras (9 Páginas)  •  1.457 Visitas

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La historia de esta montaña, es también la historia de un hombre y finalmente la historia de un país. Llallagua, Simón I. Patiño y Bolivia aparecen entremezclados en la trama dolorosa y fascinante que Roberto Querejazu Calvo ha compuesto pacientemente, consultando numerosos testimonios en una labor de rescate parecida a la que realizara el siglo pasado Don Gabriel René Moreno. Querejazu Calvo comparte con el ilustre historiador cruceño la misma pasión por preservar el legado histórico del país y restablecer la verdad de lo acontecido. Desde hace años, realiza su labor investigadora, lejos de Bolivia con ocasionales visitas al país. Pero pareciera —otra vez, como René Moreno— que Querejazu Calvo no tiene otro desvelo ni preocupación que no sean las cosas de su tierra natal. Su primera obra consagratoria fue Masamaclay, Historia de la guerra del Chaco, relación no superada en Bolivia y el Paraguay y cuyo texto ha sido revisado y enriquecido por el autor, en una tercera edición. Difícilmente se escribirá una obra más completa que ésta, sobre el conflicto bélico del sudeste. 

El lector podrá diferir en la valoración que hace Querejazu Calvo del personaje central de LLALLAGUA que no es tan solo la fatigada montaña con sus 600 kilómetros de galerías, horadadas por topos humanos, sino el joven empleado, de una oficina rescatadora de minerales, a fines del siglo pasado que a fuerza de habilidad, tesón y talento, se convirtió en apenas dos décadas, en uno de los hombres más ricos del mundo, con intereses en Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, Malaya y Nigeria; árbitro universal de las negociaciones estanníferas y por tanto "rey" de ese metal. 

Hay en verdad, una leyenda negra y otra dorada, sobre Simón I. Patiño. Querejazu Calvo, anota en su introducción que se ocupará del célebre minero tan solo en relación con la montaña de Llallagua, origen y pivote central de su inmensa fortuna. No ha estado pues en el plan del autor, referirse a la personalidad, las motivaciones, ideas y sentimientos del Rey del estaño. ¡Pero cuánto revelan las páginas de este libro sobre la formación y deformación que sufrió Bolivia por el surgimiento en la economía mundial de este metal cuyo precio internacional sostuvo sí, la economía del país, pero de una manera muy parecida a la cuerda enredada en el cuello del náufrago que en medio del río trata de llegar a la orilla! Se trata de una tragedia en la que figuran obreros silicosos y rebeldes, gerentes de extraordinaria capacidad, funcionarios sumisos que ocultan al lejano propietario las verdaderas condiciones de vida de sus empleados, dirigentes sindicales incorruptibles unos, y otros venales, políticos y militares de toda condición. Y como trasfondo, el pueblo mismo de Bolivia y los avatares que ha debido sufrir en los últimos setenta años, signados por la violencia, la intolerancia y el odio. LLALLAGUA —tal es la amenidad del relato y la novedad de los hechos que pone a luz su autor— se lee como una novela Lo sorprendente en esta historia desmesurada y fantástica es precisamente, que no hay en ella nada de ficción. La montaña, el hombre y el país, son los tres protagonistas del drama que, con maestría y probidad intelectual, relata en estas páginas Roberto Querejazu Calvo. Su lectura, huelga decirlo, resultará obligatoria para quien quiera conocer en profundidad, la biografía del estaño y de Patiño o el acaecer reciente del país en el que se encuentra Llalla-gua, un yacimiento como no hubo otro en el mundo. 

PROLOGO

"Llallagua" (en su forma más usual) o "Llallawa (como se escribe en los diccionarios del idioma Quechua) es el nombre que dan los indígenas de los Andes a un espíritu benigno que trae abundancia en las cosechas de la papa o patata, el producto más importante para su subsistencia. 

Se presenta en los cultivos en la forma de un tubérculo un poco más grande de lo normal y de forma un tanto irregular, como de dos papas unidas entre sí. 

En los tiempos del Imperio Incaico los nativos de la región llamaron "Llallagua" a la montaña de esta historia por su configuración parecida a la del tubérculo de la buena suerte. 

La "Llallagua" orográfica fue fiel a la tradición folklórica de su pequeña homónima vegetal. Trajo abundancia de un valioso metal a una nación minera que iba hundiéndose en el pauperismo por vivir aferrada, demasiado tiempo, a la explotación de filones de plata día a día más escasos y de ley cada vez más pobre. El milagro de la "Llallagua" cordillerana se inició, justamente, en circunstancias en que las cotizaciones de la plata acentuaban su descenso y Bolivia se veía ante un sombrío porvenir de miseria, con el agravante de haber sufrido, en una guerra reciente, la mutilación de la parte más importante de su geografía, del litoral oceánico por donde se comunicaba con el mundo exterior. 

El precio de la plata, que durante la primera mitad del siglo XIX se mantuvo estable, con ligeras oscilaciones entre 59 y 62 peniques la onza, bajó a partir de 1865 por el descubrimiento de riquísimos yacimientos argentíferos en California, adopción en Alemania del marco único de oro (con lanzamiento al mercado de sus marcos de plata como simple metal), disminución de la demanda en los países del Oriente, uso creciente del papel moneda y otros factores menores. A pesar de ello, la explotación de las minas de plata continuó todavía en Bolivia gracias a recuperaciones temporales del precio y, sobre todo, al esfuerzo de algunos mineros como Aniceto Arce, Gregorio Pacheco, Avelino Aramayo, Manuel Argandoña, Manuel I. Ramírez y algunos más, que no se resignaban a que la industria madre del país pasase a segundo plano o desapareciese. 

El destino de Bolivia fue seguir siendo nación minera, mas no ya con la plata como producto principal. El estaño, con demanda en aumento y su porvenir asegurado por la industrialización de Europa y los Estados Unidos, se convirtió en el pilar fundamental de la economía boliviana. Aunque el precio de la plata se ha mantenido siempre más alto que el del estaño, su industria decayó en Bolivia por la competencia de los países que podían producir a menor costo y se encontraban más próximos a los mercados. 

Los precursores del estaño adaptaron la mecanización y la técnica que para la plata había introducido en Huanchaca el visionario Aniceto Arce. No les habría sido suficiente la buena suerte. La explotación del estaño, para ser económica, requiere técnica avanzada, tenacidad para no claudicar ante las dificultades de cada día, coraje para arriesgar capital en una aventura de futuro muy incierto, visión para planear a largo plazo y vocación para un esfuerzo continuado y total. 

Con la explotación

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