Se entrega secretamente al vicio y al crimen, al tiempo que lleva una existencia fastuosa

SOMBRAS DEL DÍA

 “Se entrega secretamente al vicio y

 al crimen, al tiempo que lleva  una existencia fastuosa”

Roudinesco (2009)

La conducta del ser humano es a menudo cambiante y resultado de diversos factores que influyen en ella; multicausal por estilo de crianza, contexto social, estructura genética, psicológica y de más. La conducta del hombre ha generado desde grandes ejemplos de bondad hasta los peores casos de crímenes condenados por los espectadores, se reprueba lo que quizá es incapaz de aceptarse dentro de una comunidad o conjunto social, se censura el acto que quizá las personas normalmente no harían y se expulsa de la normalidad misma a los sujeto que cometen dichos actos, los deshumanizan, les quitan el nombre y apellido, la calidad de humanos, y pasan a ser conocidos en la historia con nombres más cercanos a animales feroces que a humanos, negarles el apellido representaría entonces una excomunión del grupo-clan al que pertenecían antes de cometer los crímenes.  

A través de la historia se han enmarcado comportamientos o conductas que han servido para una “sana” convivencia en una común unidad; comportamientos que oscilan entre lo divino y lo demoníaco, lo bueno y lo malo: lo endo y lo exo. Sin embargo, enmarcar conductas en dos grupos, es decir entre lo bueno y lo malo,  representaría un reto ejemplar para quien o quienes lo realizan, y ocurre que, hasta donde mi ignorancia me permite, no existió y no existe un hombre que escriba y describa cuales son las conductas buenas y cuales las malas por sí mismo y para sí mismo y otros, los relatos míticos de Moisés bajando del Sinaí con los mandamientos de Dios escritos con fuego sobre dos piedras, podría ser un ejemplo de que el hombre, en su intento por controlar sus impulsos, acudió a un ser no humano para regular su conducta.  

No doy crédito a los relatos bíblicos como hechos absolutos ni tampoco sugiero la práctica de esta ideología como desfasada, sin embargo sería quizá un ejemplo de la necesidad del hombre a que las normas sean dictaminadas “desde arriba”, es decir, de un plano superior a él, sobre todo cuando de controlar los impulsos más primitivos del ser de trata. Lo anterior no es nueva idea, ya en su libro Genealogía de la moral Nietzsche (2015) plantea la idea de la moral de esclavo que, parafraseando, se trataría de algo muy similar a lo anteriormente dicho, pues la moral de esclavo se generaría a partir de un dictamen superior al hombre, aunque deviene del mismo hombre realmente, sin embargo, como ser oculto el cual no se revela ante los esclavos mismos, dicta y ordena, premia y castiga.  

Lo anterior me hace recordar al tiempo a Platón con la Alegoría de la Caverna y al Superyó freudiano. Platón con las sombras proyectadas en las paredes de una caverna y los esclavos sujetados de tal forma que su vista fuera hacia las sombras; y el Superyó como la instancia psíquica moral del sujeto el cual introyecta la ley paterna, podrían reforzar un poco más la idea anterior.  

Si la conducta es lo que se evalúa entonces el sujeto que se encuentra dentro de una conjunto social se ver forzado a presentar y/o seguir lo estipulado por el grupo, sin embargo y a pesar de ser casi imperceptible, las exigencias cambian en el tiempo y espacio, no necesariamente en un tiempo prolongado, es decir que aun en vigencia cierta exigencia social, en un tiempo y lugar destinados es permisible comportarse de manera distinta a la “normal” siendo esto quizá una salida o alivio de tensiones que las exigencias sociales le pueda provocar al sujeto. Días festivos, conmemoraciones, pérdidas, ganancias, etcétera son algunas de las situaciones donde los sujetos se les es permitido salir de la norma, en algunos caso con mayor intensidad que otras, sin embargo, quizá la mayoría se realiza en su mayor esplendor durante la noche, ese momento donde la luz es muy tenue y los sujetos se comportan de distinta manera de como quizá se comportarían a plena luz del

día.  

Luego entonces, qué ocurrirá cuando algún sujeto dejara salir su lado oscuro durante la luz del día. El asombro quizá sería tal que los otros a su alrededor negaría incluso la vista aun cuando probablemente anhelarían hacer lo mismo, sin embargo, la ley introyectada en ellos no les permite llegar al acto pues reprimen ese deseo. El sujeto que es capaz de llegar al acto no lo hace, no reprime, él sabe que los actos cometidos rompen con la ley instaurada en el conjunto social, sin embargo, afirma la conducta, es decir, re-niega, dice “si” pero actúa como si no hubiese dicho “si”,

dicho de otro modo, los sujetos se comportan de una manera transgresora intencionalmente aun sabiendo que dicho comportamiento se encuentra tipificado socialmente como incorrecto.

¿Qué son estos sujetos?, son vistos más como animales que como seres humanos, decía al principio, y ocurre que precisamente, al quedar lo sujetos dentro de la norma admirados por su actuar a plena luz del día se les extirpa de la común unidad. Diferente a los demás miembros neuróticos del grupo, los sujetos que no han reprimido sus impulsos y buscan infringir la ley o lo determinado, han recibido el nombre de perversos, término que incluso ha variado en la historia. Podemos encontrar la definición de perverso de la Real Academia Española de la lengua como proveniente del latín perversus  y se adjudica como calificativo “Sumamente malo, que causa daño intencionadamente… que corrompe las costumbres o el

orden y estado habitual de las cosas” entones, el término perverso tiene que ver con aquellas conductas que no se consideran adecuadas para la vida en sociedad pensadas como peligrosas o dañinas para la misma.  

La perversión ha sido de interés para la investigación por lo que su conducta supone a un nivel social, desde la psicología se ha estudiado quizá por las misma razones, las conductas invertidas que no corresponden a lo normalmente entendido como correcto o aceptado y que busca, a través de esas acciones, encontrar el placer, incluso si el placer supone generar daño a otros. ¿Qué sujetos se atreverían a desafiar la ley actuando de tal manera que ridiculiza a ésta y trasgrede a los otros de tal manera que queden atónitos con su actuar?, la explicación psicológica que daría lugar a esto remonta al complejo de Edipo que tiene lugar en el sujeto durante la etapa psicosexual fálica, ocurriría entones que durante la resolución de este complejo el niño desvaloriza la ley y el orden de la función paterna, es decir que cuando se realiza la interdicción del goce al niño éste anula la función paterna centrado solamente en el goce como satisfacción ilimitada entre el hijo y la madre lo cual posiciona al niño en situación tal que adquiere poder dentro la relación padres-hijo.  

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