Tenemos que entender que el maestro Yoshi Oida practicaba y promovia el método del Noh el cual nacio en Japon que recibió el mero apogeo en el siglo xvll y el Kabuki

EL ACTOR INVISIBLE.
YOSHI OIDA.

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Clase: Técnica Vocal
Maestra: Elisa Mass 
Alumno: Carlos Catalán
Grupo 1”A”

Tenemos que entender que el maestro Yoshi Oida practicaba y promovia el método del Noh el cual nacio en Japon que recibió el mero apogeo en el siglo xvll y el Kabuki, las cuales mas que actuación como se le conoce en la actualidad eran específicamente danzas bien estructuradas.

Es muy necesario entender que el actor es un ser de disciplina y que sin ella uno no puede llegar a lograr ser un actor. Van de la mano, un actor es un ser de costumbres, pueden ser vicios o virtudes pero al final estos servirán para poder lograr una caracterización completa del individuo que se hace llamar actor hacia algún personaje asignado a dicho individuo.

Según el Señor Yoshi Oida, es necesario tener en cuenta que para EMPEZAR a ser un actor, es necesario contar con la virtud de la limpieza para poder establecer tanto un espacio como un cuerpo digno para poder trabajar en él y con él dándole énfasis al cuidado del suelo en cuestión espacial y énfasis a los nueve orificios que conforman nuestro cuerpo junto con la columna vertebral y el Hara (el cual controla la mayoría de energía que ingresa al cuerpo). También es necesario aprender algunos trucos como el de concentrar la fuerza en el ARCO DE LOS PIES Y EL MEÑIQUE. Al igual como último y no menos importante es mentalizarnos de nuestro trabajo y entrenar a nuestro cuerpo a que pueda distinguir entre las actividades de la vida diaria y el momento exacto en cuanto nos pondremos a trabajar, por eso mismo es necesario establecer rituales como por ejemplo, lavar nuestro rostro con agua helada antes de empezar alguna actividad actoral o algún uniforme de trabajo.

Después de Empezar es necesario comenzar a Moverse  para esto es fundamental entender que nuestro cuerpo le dará vida al escenario y por eso mismo es imprescindible captar dónde estamos parados, cual es nuestra posición en el espacio y como estar posicionados. Desde la distancia que hay entre nuestras piernas a nuestros hombros, la forma en la que nuestra espalda se tuerce al voltear, ajustar la mirada que colocamos al ver a alguien que nos ha dado un estímulo de cierto grado,  hasta donde debo estirar las piernas mientras estoy sentado, todo esto es necesario para un actor en escena.
La práctica hace al maestro, por lo tanto se debe tener en cuenta que hay que tener nuestra mente, cuerpo e imaginación en perfectas condiciones para tener a favor todas las posibilidades de caracterizar a la mayor cantidad de personajes posibles. Yoshi Oida comparte con nosotros una gran variedad de ejercicios para que podamos localizar nuestro cuerpo en el espacio, un ejemplo es el ejercicio en el cual nos pide que nos posicionemos en un espacio abierto, imaginemos que de nuestra cabeza y manos penden dos hilos que llegan hasta la punta del cielo y otro que va desde nuestro coxis al suelo. De esa manera podremos entender que nuestro cuerpo está constantemente siendo bombardeado por energía tanto del cielo como de la tierra y así podremos canalizarla y evocarla hacia el público por medio de nuestra voz, nuestro cuerpo y nuestras emociones.

 Al igual, el ser humano siempre esta pendiente de sus huesos, su carne y su existencia pero un actor tiene que despertar un sentido que le de una lozalizacion exacta, ya sea frente, el fondo, los lados, arriba y abajo respecto al público, todo esto siempre siendo juzgado por el actor para que pueda desarrollar una habilidad obligatoria para un actor.

Es necesario entender que la relajación tan solo es un grado de la situación por la cual está pasando tu cuerpo, en especial tus músculos, que puede variar de un estado basal, relajado y tensionado. Identificando estos estados de nuestro cuerpo podremos manifestar de forma más fluida y creíble nuestras emociones.

Es muy necesario dominar la forma en la que el actor tiene que estar sentado y por lo tanto se necesitar tener conciencia de nuestro cuerpo al descansar nuestra pelvis y columna vertebral.

El caminar es una base que debe estructurar a la perfección el actor, aunque existan formas únicas de caminar, formas interesantes y otras poca agradables, se debe de tener en cuenta que una persona camina de cierta forma por ciertos traumas, ya sean físicos o psicológicos, la velocidad que camina un trabajador de oficina comprada con la de un maestro no deben ser las mismas y por lo tanto se tienen que identificar este tipo de factores para de ese modo poder enriquecer el personaje al que queramos recurrir.

Según el Maestro Yoshi, hay que poner en énfasis que no se necesita ser muy teórico al momento de querer ser un actor, hay que entender más bien con el cuerpo, más que con la mente, por lo siguiente se necesita comenzar a entender que el cuerpo es quien nos dará la información para que podamos ser grandes actores, hay que
 por medio del cuerpo aprender algo más allá del cuerpo.

 Para comenzar a actuar tenemos que conocer uno de los principios establecidos por el Noh que es el jo-ha-kyu en el cual nos los maestros del Noh la necesidad de percibir el efecto evolutivo de la situación en escena que se produce al combinar el ritmo, la naturalidad del movimiento y la escucha del actor. Según este principio existen muchos ejemplos de la naturaleza en el cual podemos identificar que existen momentos clímax hasta en el canto de un pájaro, como en la vida misma, como por ejemplo el nacimiento de un niño, pubertad, etapa adulta, tercera edad y la muerte. Siempre existe una progresión en cualquier aspecto que esté dentro de esta realidad. Todo esto para que el público pueda colgarse de la intensidad de la escena y pueda ser más fácil llegar a él.

.Tenemos que tomar en cuenta el Tiempo como algo imprescindible para la actuación, desde preguntarnos si el meñique está bien posicionado en el plano temporal, encontrarle más bien un sentido rítmico y natural a cada movimiento por más pequeño que sea ¿Cómo podemos llegar a identificar esos lapsos oportunos?
La respuesta es fácil, repetirlo tantas veces sea posible, no para mecanizarlo sino más bien para encontrarle un sentido a l movimiento que estamos explorando para que de esa forma pueda entrar de forma correcta a la interpretación y no se vea como un movimiento forzado y sin estímulos.

El Espacio es una característica importante de la actuación, es un lugar mágico donde se pueden evocar miles de tipos de energías, emociones y ficciones. Por lo cual se necesita llenar el espacio con acciones grandes, todas estas según el maestro Yoshi, deben de ser exageradas mentalmente hablando, como por ejemplo, al sentarnos tenemos que dar a entender que nos sentaremos pero que será un aterrizaje diferente al que han visto antes, un aterrizaje totalmente consciente por el personaje.
Trabajar corporalmente a diario, manteniendo un nivel de consciencia elevado, claridad e interconexión, el cuerpo del actor acabará convirtiéndose finalmente en su estado natural, no importa si es una actividad desconocida para el actor, el cuerpo va a encontrar el modo fácil y correcto de hacer cualquier cosa de forma natural.

 Realizar un trabajo interno y externo; Por ejemplo, se puede tener en cuenta que en la escena debe de haber un personaje aburrido y tranquilo, desgraciadamente si un está por dentro aburrido y tranquilo, la escena por consiguiente será obviamente aburrida y tranquila, por lo tanto se tiene que tener un trabajo interior perfecto para dar pie a una escena equilibrada sin aflojar los hilos que nos mantienen en un jo-ha-kyu.

La repetición provoca el cambio, por lo tanto la práctica entra a pie cuando se trata de repetir, no para darle una forma mecanizada a la actuación sino más bien entender desde muchos puntos de vista la situación de la escena, las emociones que recibe el personaje al ser insultado, etc. Se debe de tener en cuenta que estos ejercicios de repetición no son empleado para tener una rigidez mental y poder recurrir a ellos cuando queramos, sino más bien a un botón que creamos para liberar nuestra mente y poder recurrir a una emoción, un movimiento, etc.

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