ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Tinta Roja


Enviado por   •  3 de Junio de 2014  •  2.380 Palabras (10 Páginas)  •  472 Visitas

Página 1 de 10

LA OBRA.

Habla sobre la vida de un joven llamado Alfonso Fernández, Al principio del libro notamos que él es el narrador, pero a medida que pasamos al segundo capítulo se retrocede el tiempo por decirlo así y vemos la historia de este joven desde una perspectiva narrativa, es decir, él ya no es quien cuenta la historia, está tan bien estructurado este esquema que le da un toque de película haciendo que el lector se introduzca en la lectura y no se detenga, ya que también encontramos presentes los diálogos tan cotidianos de cualquier chileno, porque los personajes utilizan registros informales incluso hasta improperios, algunos de estos con un alto nivel de vulgaridad.

Alfonso Fernández estudió periodismo en la Universidad de Chile, y el escenario que nos presenta la obra es Santiago y Viña del Mar principalmente.

El principio del libro esta en primera persona nos hace creer que el mismo autor cuenta su historia ya que éste igual que el protagonista estudió periodismo.

Alfonso nos comienza hablando su presente donde ya siendo adulto siempre recalca que la mayoría de las cosas que sabe es gracias a Saúl Faúndez.

El libro recibe el nombre de tinta roja ya que él desde pequeño (como lo dice al principio él mismo) lleva en sus venas la tinta roja, que quiere decir esto? Que le gusta lo que estudio y como lo desempeño, a demás de haber marcado su vida como profesional esto también lo hizo en el ámbito personal, en la construcción de su personalidad.

La primera parte del libro, Alfonso la habla en la época de Verano, donde en aquel momento tenía como estudiante a Martín Vergara, que es por supuesto muy contrario a Alfonso, Martín es ingenuo además que es más joven por en de a vivido mucho menos.

Martín prefería quedarse ejecutando su oficio y sumar contactos.

En el cumpleaños de Martín Alfonso pilla a Cecilia besándose en la cocina lo que provocó en él muchísima violencia e impotencia porque le interesa Cecilia que era la directora de Arte.

Aquí se desata una situación muy similar a la que Alfonso vivió cuando joven con Saúl su jefe, Martín a pesar de haber estado ebrio se larga del departamento con Alfonso, donde no paraba de vomitar, Alfonso utilizando las mismas palabras de Saúl declara que nunca nadie le había hablado como este personaje por lo cuál de él aprendió sin lugar a dudas, muchas cosas que le ayudaron a crecer como persona.

Luego de este primer capítulo vemos como rápidamente el autor sabe llevar a cabo la estructura que elabora en el libro, algo así como en muchas películas donde el narrador, siendo la primera persona y el protagonista pasan a un tercer plano, y solo se ejecutan las acciones alrededor de más personajes.

Esto es lo que sucede en los capítulos subsiguientes, pero aún así se centra en la vida de Alfonso.

Alfonso era un pollito como Martín, hizo la práctica en un diario popular así como la Cuarta y su novia era Nadia, novia entre comillas ya que la relación en sí no la llevaban como tal, ni siquiera una vida sexual y peor aun amorosa como se da por lo general en la mayoría de las parejas.

Martín llega a hacer la práctica con tres muchachos más, entre ellos Nadia Solís la cuál lo perjudico con el puesto que el quería desarrollar en el diario que era la sección de espectáculos, Nadia tenía el cabello crespo motudo y su tez era color canela; Juan Enríquez Santos que desarrolla la sección de deportes, era un joven de pelo chuso color paja y parece líder de scout; Alicia Kurth que toma la sección de Crónica, era una chica estupenda delgadísima tanto así que parecía atleta, y sus mejillas tenían apenas un color rosado. Y finalmente Alfonso que le designaron la sección de policía donde se enfrenta a una cantidad de casos sangrientos, y siempre lo encontraremos junto a su jefe Saúl Faundez que tenía un hijo llamado Nelson con retardo mental, y su señora llamada Doña Berta, pero aun siendo casado Saúl no respetaba a su señora para nada, para el lo más importante era el sexo con la mujer que fuera, de echo se refiere a esto en un contexto bien vulgar, en realidad por lo general en el libro vemos los diálogos llenos de improperios. Además de estar junto a Escalona que es el fotógrafo de la sección de policía, él tiene acné en la nariz y en la frente, es una buena persona y con Alfonso se llevan re bien.

Como son periodistas del área policial deben salir a terreno y ganarle a la competencia y quien les maneja la camioneta amarilla A-1 del diario “Clamor” es Emiliano Sanhueza Godoy, alias “el camión”, no recibe este apodo por ser el chofer sino que es por su enorme tamaño, posee una melena blanca y su piel es morena.

A través del libro, se conoce la parte oscura del periodismo, el sexo las drogas y el alcohol.

Alfonso vivía en Viña del Mar en chorrillos junto a su madre y a su hermana Gina, pero se tuvo que ir a Santiago por el motivo de la practica, ahí vivió con la abuela y su tía Esperanza, pero durante el verano quedo solo porque la tía se fue al sur y la abuela vacacionar por unos días a Viña donde Eugenia la madre de Alfonso y luego a un paseo de abuelitos.

En el libro aparece Roxana Aceituna una reportera policial de la Capital, era una mujer de edad indefinida, y se nota que está sobrepeso, es bronceada y pecosa. Es una mujer muy pecosa y es como la versión femenina de Saúl Sanhueza, ya que a ella también solo le importa el sexo. Con Saúl son amantes, ella también se intromete con otros.

Saúl Faundez sufría de la próstata por ende un día se dirigió a un yerbatero junto con Alfonso, el yerbatero recibí el nombre de Belisario Peralta y su local se encontraba en el centro de Santiago, siendo éste uno de los mejores locales de la Capital.

Quien es el editor nocturno del diario es Celso Cabrera, un hombre de pelo azabache y lacio, tenía malas relaciones con los trabajadores ya que a pesar de ser galán e inteligente poseía un pésimo carácter.

También nos encontramos con un viejo periodista llamado Florencio López Suárez y tenía muy buenas relaciones con Alfonso Fernández ya que siempre le pedía la opinión con respecto a lo que escribía decía que le gustaba oír la opinión de un periodista joven, y Alfonso se tomaba el tiempo de revisar sus textos y con tinta roja subrayarle lo que podría cambiar. El dueño del diario “el clamor” era Omar Ortega, siendo su sobrenombre “El chacal”, puesto por los trabajadores del el clamor, debido

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.5 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com