Vivir La Educación, Transformar La Práctica
abbcc22 de Junio de 2013
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“Vivir la educación, transformar la práctica”
Autor: Bazdresch Parada, Miguel
CAPÍTULO 8: IDENTIFICAR LA PRÁCTICA
¿QUÉ HAGO, CÓMO LO HAGO Y QUÉ PRODUCE?
Identificar la práctica es la primera etapa del proceso complejo de revisar si las acciones se constituyen como educativas o no.
Propósito: Recuperar el propio pensamiento y la concepción que lo acompaña en sus prácticas. Si el proceso es exitoso se conseguirá resinificar la práctica y con ese conocimiento tendremos bases para desarrollar una metodología innovadora de la práctica educativa.
Procesos para identificar los aspectos
constitutivos de nuestra acción intencional objetiva
1. Describir lo que hacemos: tal como nos aparecen a la conciencia inmediata las acciones de nuestro quehacer.
2. Analizar la descripción: nos lleva con el tiempo a distinguir descripciones de interpretaciones, distinguir hipótesis de argumentos y distinguir evidencias de suposiciones.
3. Identificar las mediaciones: hay que distanciarnos de nuestra práctica para mediarla, hay que reconocer lo que nos permite mediar al momento de analizar (juicios, interpretaciones, suposiciones), para sí explicar el esquema o marco de relaciones, conceptual o no, con el que me refiero a mi práctica.
4. Identificar y distinguir la mediación: nos permite trabajar en el proceso de distinguir las acciones intencionales objetivas del discurso con el cual nos referimos a esas acciones acerca de la práctica. No es lo mismo la práctica que nuestro discurso sobre ella. Todo esto es importante para distanciarnos de la acción que estaos tratando de analizar.
5. Reconocer en la práctica la intención y los supuestos: al profundizar en las acciones caemos en la cuenta de cómo hacemos acciones intencionales y causadas y sobre todo a reconocer cuales son los supuestos inconscientes con los cuales actuamos de manera cotidiana.
6. Reconocer los elementos que la componen: intentar realizar el proceso de identificación y reconocimiento de los elementos que concurren en la práctica, desagregarlos, compararlos, reconocer su índole y descubrir aquello que hace que esa práctica sea precisamente esa y no otra.
7. Distinguir constitutivos: de la acción intencional de la acción intencional, de las acciones que son contingentes o acompañantes, facilita al educador distinguir el hecho educativo de las formalidades que lo rodean (menos visibles y educativas).
8. La distinción de las acciones educativas: de las formalidades que acompañan lleva a describir y valorar la importancia, para conseguir hechos educativos, de aquellas acciones que efectivamente sean congruentes con las intenciones. Si no es así puede malinterpretarse las acciones educativas de las que no lo son o viceversa.
9. Distinguir la comunicabilidad de la educabilidad: no confundir la dificultad de comunicar la experiencia educativa y sus componentes, con la educabilidad del ser humano. No todo es educable, hay límites definitivos. Pero hay otras áreas si educables y a la vez son experiencias con una comunicabilidad muy limitada; por ejemplo, la educación en el área de la ética personal.
10. Recuperar la historia personal – social: identificar la práctica será más fácil al recuperar la biografía personal, la historia de las decisiones que nos llevaron a ese mundo y a esas prácticas. Reconocer nuestro itinerario nos explica muchas de las acciones que practicamos; (reproducir las acciones de aquellos maestros admirados, que influyeron en nuestra persona, ideas y decisiones, lo mismo con la familia).
CAPÍTULO 9: SISTEMATIZAR LA PRÁCTICA:
¿CUÁL ES LA RACIONALIDAD CONSTRUIDA EN LA ACCIÓN EDUCATIVA?
La educación es de personas, por lo tanto siempre habrá incertidumbre en los
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