La Nueva Ola Francesa
mauesnayos654654Ensayo29 de Marzo de 2023
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Breve Recorrido por la Nueva Ola Francesa.
INTRODUCCIÓN
Las obras que caracterizaron a la Nueva Ola Francesa, así como sus respectivos autores, constituyen un movimiento fundamental en la historia del cine. Si bien este movimiento se fundó en los años 50, una buena parte del cine contemporáneo aún mantiene diálogos y asienta sus raíces profundas en las propuestas de esta vanguardia. La Nueva Ola Francesa es un movimiento que adquirió popularidad durante mediados del siglo XX, en París, Francia. Este movimiento apostaba principalmente por otorgar a los realizadores más libertades creativas (libertad total cuando era posible) lo cuál les permitía realizar experimentos que retaban a la narrativa tradicional y a los modos de producción clásicos. Estos cineastas franceses cambiaron el cine francés y la industria cinematográfica a nivel global.
En primer lugar surgió como un intento de contraponerse al cine dominante en Francia, quienes competían con la hegemonía americana, proponiendo un estilo propio de “calidad francesa” Para lograrlo, los directores adaptaron a muchos autores de obras literarias clásicas, como Maupassant, y se apoyaron en un rígido sistema de producción. El acceso al puesto de director sólo se conseguía a través de una especie de currículo de honor y distintos juegos de capital simbólico en el ámbito cinematográfico. Este tipo de cine (el de la tradición literaria que inspiró las revueltas de la Nueva Ola) se caracteriza por una cierta extravagancia en el vestuario y un presupuesto bastante elevado. Pero, sobre todo, lo que la Nueva Ola Francesa reprochaba era un sometimiento a los guionistas: una puesta en escena desordenada y carente de movimiento o de espíritu para subrayar las exigencias del guión. El resultado es el clasicismo y lo que los cineastas de la Nouvelle Vague deploran, una escuela que considera el cine como un medio literario y no como un arte en sí mismo. Esta rebelión en contra del clasicismo será retomada posteriormente en la investigación.
La Nueva Ola Francesa también se definió como un rechazo total al estilo conocido entonces como Hollywood Antiguo o Clásico, que consistía en narrativas sólidas y fáciles de seguir, producidas por grandes estudios que controlaban la mayor parte del trabajo creativo. Comenzó con un grupo de críticos de cine y cinéfilos que escribían para “Cahiers du cinéma'', una famosa revista de cine francesa dirigida por André Bazin. Estos críticos (entre los que se encontraban Jean-Luc Godard, François Truffaut y Éric Rohmer) además de los amigos de Alain Renais (Varda, Marker, etc.) que no escribían para Cahiers, pero que se convertirían en grandes autores reconocidos de este movimiento (Sadoul, G. 2004) se oponían a que los grandes estudios cinematográficos controlaran el proceso creativo y querían tener el control total de sus películas.
Este movimiento dio origen a la "teoría del autor", un concepto de cine en el que el director tiene pleno control creativo y su identidad artística puede verse en cada película que hace. Esta teoría será posteriormente sustentada principalmente con los ensayos: “Du Stylo à la caméra et de la caméra au stylo.” Astruc, A. (1948). Y Ali baba et la politique des auteurs. Truffaut, F. (1955). Ambos publicados en Cahiers du cinéma. Los miembros de la Nueva Ola Francesa valoraban específicamente a directores y guionistas como Orson Welles, Alfred Hitchcock y Howard Hawks a quienes consideraban como los primeros cineastas-autores. Distintos textos de la revista Cahiers du cinéma soportan la tesis del autor. Entre otros textos no menos importantes que esta investigación discute sobre la cuestión de la autoría en el cine destacan aquellos que escribieron, Godard, Bazin, Rivette y Chabrol.
Tras publicar sus ideas, el grupo de críticos adoptados en la revista de Bazin decidió empezar a dirigir sus propios largometrajes. Como sus métodos rechazaban a los grandes estudios, estos directores tuvieron que trabajar con presupuestos muy reducidos para realizar sus películas, lo que dio lugar a nuevas técnicas creativas (como el uso de la iluminación y el sonido naturales) que se convirtieron en pilares del cine de la Nueva Ola Francesa.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA NUEVA OLA FRANCESA
Las películas de la Nueva Ola Francesa comparten una serie de características: En primer lugar, rechaza el estudio. La principal motivación del cine de la Nueva Ola Francesa fue arrebatar el control creativo a los grandes estudios y ponerlo en manos de los directores de cine. Aunque este cambio daría a los directores libertad para explorar una narrativa que desafiara al público, también significaba que tenían que trabajar sin los recursos que ofrecían los grandes estudios, como grandes presupuestos y equipos de producción caros. En consecuencia, los directores de la Nueva Ola Francesa solían rodar en exteriores con cámaras de mano, utilizando iluminación natural y grabando el sonido durante las tomas.
El cine de la nueva ola se aleja de una narrativa sólida. Mientras que las películas del viejo Hollywood se centraban en una narrativa envolvente y entretenida, las películas de la Nueva Ola Francesa querían desafiar al público y evitar que la obra se volviera complaciente mientras era vista. Utilizaban muchas técnicas innovadoras (como los saltos o jump-cuts y los actores que se dirigían directamente al público) para recordar a los espectadores que estaban viendo una película, y rechazaban el cine basado en el guión en favor de la improvisación. También expresa ideas complejas, mientras que las películas del viejo Hollywood pretendían entretener, la mayoría de las películas de la Nueva Ola Francesa pretendían expresar los pensamientos o las emociones de los directores, tratando temas difíciles e intelectuales como el existencialismo y el absurdo de la existencia. Querían animar al público a pensar tanto durante como después del visionado, por lo que las películas solían incluir largas tomas que permitían al público divagar y aportar sus propias experiencias a la película.
OBRAS DESTACADAS
Algunos de los ejemplos más conocidos del cine de la Nueva Ola Francesa, aquellos films que ejemplifican mejor el estilo y la exploración artística de la época son:Los 400 golpes (1959), dirigida por François Truffaut, Sin aliento (A bout de souffle) (1960), dirigida por Jean-Luc Godard, La rodilla de Claire (1970), dirigida por Eric Rohmer, Hiroshima mon amour (1959), dirigida por Alain Resnais, Ascenso al patíbulo (1958), dirigida por Louis Malle, Bande à part (1964), dirigida por Jean-Luc Godard, Disparen al pianista (1960), dirigida por François Truffaut, Le beau serge (1958), dirigida por Claude Chabrol. Vivre sa vie (1962), dirigida por Jean-Luc Godard, Céline y Julie van a navegar (1974), dirigida por Jacques Rivette, Lola (1961), dirigida por Jacques Demy, El año pasado en Marienbad (1961), dirigida por Alain Resnais, Adieu Philippine (1962), dirigida por Jacques Rozier y Cléo de 5 a 7 (1962), dirigida por Agnès Varda. Aunque nunca se definió claramente como un movimiento, la Nouvelle Vague estimuló el debate sobre el cine y contribuyó a demostrar que las películas podían alcanzar un éxito tanto comercial como artístico, cerrando el cisma entre ambas esferas de producción y consumo. (Masterclass, 2021)
CONTEXTO HISTÓRICO DE LA NUEVA OLA FRANCESA
Comenzaremos este recorrido histórico en la ciudad de París, en Francia. El apagón impuesto por las fuerzas alemanas que ocupaban la capital obligaba a apagar las luces, la escasez de gasolina mantenía los coches fuera de las carreteras y el toque de queda mantenía a la mayoría de la gente fuera de las calles por la noche. Durante el día, se sostenían estrictas normas, además de la imperante censura y la proliferación de la propaganda, todas estas razones hacían que la ocupación fuera cada vez más insoportable.
Entonces habrá que reconocer al cine de esta época como uno de los pocos y más populares espacios de consumo y entretenimiento, pero la elección de lo que se podía ver era limitada. Las películas americanas estaban prohibidas, y aparte de las producciones alemanas, que consistían principalmente en imitaciones de comedias musicales de Hollywood y películas de propaganda melodramática, sólo tenían acceso a las 200 películas francesas que se produjeron durante este periodo de cuatro años. (Murray, E. s. f.) Estas películas, que tenían que ser aprobadas por la censura alemana, eran, con algunas excepciones, pálidas imitaciones del gran cine francés de Marcel Carne, René Clair, Marcel Pagnol y Jean Renoir que había llegado antes de la guerra. Para una generación de cinéfilos como André Bazin, Alain Resnais y Eric Rohmer, que habían crecido en la rica cultura cinematográfica de los años 20 y 30, esta falta de elección se sumó a la sensación de pérdida que ya sentían como consecuencia de la guerra. Y no sólo echaron de menos las películas francesas, sino que tampoco pudieron ver las películas americanas de género que tanto les gustaban: westerns, comedias y películas de aventuras de directores como Howard Hawks, Josef von Sternberg, Leo McCarey y Ernst Lubitsch. Esta experiencia de pérdida les llevó a valorar la libertad de expresión y la verdad de la representación por encima de todo, valores que se convertirían en el centro de su obra posterior. Para una generación más joven, nacida en torno a 1930 y que más tarde constituiría la mayoría de los directores de la Nueva Ola, el cine se convirtió en el centro de su universo y en un refugio contra la dura realidad del mundo exterior. Eran demasiado jóvenes para conocer el cine anterior a la guerra, y no disponían de reseñas o críticas para orientarse, pero apreciaban instintivamente un puñado de películas realizadas durante la ocupación, como Lumiere d'ete (1943), de Jean Gremillon, Les Visiteurs du Soir (1943) de Carne y Prevert, Le Destin Fabuleux de Disiree Clary (1941) de Sacha Guitry, Goupi Mains Rouges (1943) de Jacques Becker, y sobre todo, Le Corbeau (1943) de Henri-Georges Clouzot.
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