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El consumo de tabaco en pacientes con patologías psiquiátricas


Enviado por   •  7 de Enero de 2024  •  Trabajos  •  1.474 Palabras (6 Páginas)  •  55 Visitas

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TRABAJO UNIDAD 3: EL CONSUMO DE TABACO EN PACIENTES CON PATOLOGÍAS PSIQUIÁTRICAS.

 

  1. INTRODUCCIÓN

El tabaquismo se define por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “una enfermedad adictiva crónica que evoluciona con recaídas. La nicotina es la sustancia responsable de la adicción, actuando a nivel del sistema nervioso central. De acuerdo a lo revisado en Corvalán (2017) “el tabaquismo es una adicción compleja con componentes físicos, psicológicos y sociales” (p.187).

Ahora bien, diversos estudios han demostrado la estrecha relación entre el consumo de tabaco y la presencia de otros trastornos psicopatológicos siendo una relación mas bien direccional donde el padecer un trastorno psiquiátrico fomentaría el consumo de tabaco y el fumar estaría favoreciendo la aparición de algún trastorno mental (Zvolensky y cols., 2015, citado en Rodeiro, 2016).

En función de lo anterior, el presente trabajo de investigación y análisis tiene como objetivo analizar críticamente el consumo de tabaco en pacientes con patologías psiquiátricas, e incorporar el concepto de adicción como comorbilidad psiquiátrica, estableciendo claramente la relación entre el consumo de tabaco y las patologías psiquiátricas, explicando los motivos de esta relación.

  1. DESARROLLO
  1. Relación entre consumo de tabaco y patologías psiquiátricas y explicación.

El tabaquismo es una de las drogas más adictivas, más que la cocaína y la heroína y un problema prevalente en la población con diagnóstico psiquiátrico, asociando su uso a la mortalidad, gravedad de los síntomas e interacción con los medicamentos. Ahora bien, existe evidencia de que la relación entre tabaquismo y salud mental es bidireccional, en efecto, los individuos con síntomas mentales presentan un riesgo elevado de iniciar el consumo de tabaco, así como, las personas que fuman tienen mayor riesgo de desarrollar una enfermedad mental (Trebilcock, 2017). En este orden de ideas, los pacientes con enfermedad mental tienen mayor prevalencia de tabaquismo, son más adictos a la nicotina que la población general.

Lasser y cols, Zvolensky y cols (2000, 2015 citados en Rodeiro, 2016) han realizado estudios demostrando la estrecha relación entre fumar y la enfermedad psiquiátrica, por cuanto quienes la padecen, consumirían mayor cantidad de cigarros y desarrollarían mayor nivel de dependencia a la nicotina y, al dejar de fumar sufrirían síntomas de abstinencia más agudos y duraderos. En Becoña y Miguez (2004), se hace referencia a diversos estudios, visualizando una clara relación entre el consumo de tabaco y trastornos psicopatológicos, como la depresión, trastornos de ansiedad, trastornos adictivos, trastorno de déficit de atención con hiperactividad y la esquizofrenia. A modo de evidencia, existen diversas publicaciones de estudios que dan cuenta de la relación entre fumar y depresión, destacándose los realizados en Glassman et al y Breslau et al, en los años 1990 y 1991, respectivamente (Becoña y Miguez 2004). La esquizofrenia tiene la mayor tasa de tabaquismo en los pacientes psiquiátricos (Fiore y cols., 2008, citados en Valle, 2016), siendo estos pacientes según Becoña y Miguez (2004) los que presentan una prevalencia en el consumo de tabaco de dos a tres veces mayor que la población general.

En lo que respecta a la relación entre el tabaquismo y las patologías psiquiátricas, como vimos, los pacientes con trastornos mentales graves tienen mayor prevalencia en el consumo de tabaco y, según lo revisado a nivel bibliográfico, se puede deber a las siguientes consideraciones:

1.- Que, los pacientes con trastornos mentales graves reúnen los criterios de dependencia nicotínica como la intensidad en el consumo y mayor gravedad de dependencia del tabaco, en este sentido, se destaca el papel que ejercen los receptores nicotínicos en la fisiopatología de enfermedades como la esquizofrenia, donde el efecto estimulante colinérgico de la nicotina seria interpretado como una automedicación para atenuar el defecto cognitivo, y el estímulo sobre la vía dopaminérgica mesolímbica podría mejorar la tolerancia a los efectos indeseables de los antipsicóticos (Molina, 2011).

2.- Asimismo, la vulnerabilidad que vincula el consumo de tabaco y trastornos afectivos, según la teoría de automedicación, se postula que la nicotina cumple funciones antidepresivas, las acciones inhibidoras de la monoamino-oxidasa -IMAO, aliviarían sus síntomas, además de incrementar la biodisponibilidad de serotonina, reduciendo el estrés y mejorando la función cognitiva (Rodeiro, 2016).

En este orden de ideas, Begoña y Miguez (2004) sostiene que la nicotina actúa como estimulante cuando los fumadores experimentan un nivel de activación bajo, y, como tranquilizante en un nivel de activación alto como en el caso de la ansiedad. De igual forma, la nicotina aliviaría los síntomas psiquiátricos al incrementar la dopamina en el núcleo accumbens y en el córtex prefrontal, mecanismo primario de acción de los estimulantes.

3.- Otra explicación se fundamentaría en la bidireccionalidad, no solo padecer un trastorno psiquiátrico fomenta el consumo tabáquico, sino que fumar puede favorecer la aparición de algún tipo de trastorno mental (Zvolensky y cols., 2015, citado en Rodeiro, 2016). En estudios se ha evidenciado que en adultos y adolescentes con depresión severa y ansiedad presentan una historia de tabaquismo, precediendo los trastornos al consumo.

  1. Consecuencias a la salud, del paciente psiquiátrico que consume tabaco.

El tabaquismo en pacientes con enfermedades mentales plantea una problemática compleja que va más allá de los riesgos físicos asociados al consumo de tabaco. Como señala Trebilcock (2017) los fumadores que padecen enfermedades mentales tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones de salud física, como enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer. El consumo de tabaco y sustancias psicoactivas influye en la salud mental, al exacerbar los trastornos como en pacientes esquizofrénicos donde se observa el aumento de la intensidad de los síntomas positivos. Aumenta la ansiedad, afecta el estado de ánimo e interfiere con la efectividad de los medicamentos psiquiátricos originando síntomas de depresión y ansiedad (Vargas, 2001). Se registra un mayor riesgo suicida y una mayor inclinación hacia la dependencia de drogas ilícitas, la coexistencia de adicciones como la del tabaco en pacientes psiquiátricos complica considerablemente el abordaje terapéutico de sus enfermedades mentales. Según Trebilcock (2017), la adicción del tabaco puede interferir con los tratamientos de enfermedades mentales, disminuyendo la receptividad de los pacientes a las intervenciones terapéuticas, ya que puede ser visto como un mecanismo de afrontamiento para lidiar con el estrés o los síntomas mentales.

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