Las vitaminas como herramienta de prevención del COVID-19

Actualmente se estima que 18,2 millones de personas han fallecido como consecuencia de la pandemia del COVID-19. El aislamiento, distanciamiento social y el lavado de manos fueron las primeras estrategias de prevención implementadas, sin embargo, la inmunización de la población susceptible y el establecimiento de un adecuado nivel nutricional han sido fundamentales en su control (The Lancet, 2022).

Se han desarrollado diferentes estrategias de prevención y tratamiento que han incidido en una mejoría de los índices de morbimortalidad por esta causa. El efecto positivo que podría implicar el uso de micronutrientes, en especial las vitaminas, para la prevención y tratamiento de la infección por SARS-CoV-2 ha suscitado el desarrollo de varias investigaciones en torno a este tema. (Anderson Vásquez, 2021).

Como bases terapéuticas para el enfrentamiento de la pandemia fueron instituidos diversos protocolos que con el transcurso del tiempo demostraron o no su efectividad. Se establecieron así las líneas fundamentales del tratamiento de la infección por SARS-CoV-2. De este modo surgen diferentes estudios e hipótesis sobre el efecto positivo que podrían tener los micronutrientes en su prevención y tratamiento, en especial las vitaminas A, B12, C, D y E. Se invocan mecanismos indirectos a través de una acción inmunomoduladora o de modo directo mediante la regulación del stress oxidativo (Llaiqui Cruz y Torres Gutiérrez, 2022).

Desarrollo

Los micronutrientes, incluyendo las vitaminas, se obtienen a través de una alimentación saludable y balanceada, de ahí que muchos investigadores han mostrado su interés en la necesidad de una dieta suficiente y de un estado nutricional adecuado para lograr una estimulación del sistema inmunológico, una disminución de la respuesta inflamatoria y un aumento de la resistencia a las enfermedades. Se sugiere el aporte de micronutrientes como la Vitamina A, D y C, zinc, polifenoles y ácidos grasos omega 3 como una estrategia segura y de bajo costo para mejorar la respuesta inmunológica del paciente ante infecciones como el SARS-CoV-2 (Anderson Vásquez, 2021). La ingesta de micronutrientes tiene un impacto positivo en la prevalencia del COVID-19. Se describe una relación inversamente proporcional entre la ingesta de micronutrientes (Vitamina B12, Vitamina A, Hierro, Zinc y ácido fólico) y la severidad de la sintomatología asociada a la enfermedad (Llaiqui Cruz y Torres Gutiérrez, 2022).

En el año 2020 fue publicado un artículo en la revista Clínica e Investigación en Aterosclerosis, en este artículo científico Mansur y colaboradores plantean un análisis en relación con el posible uso de altas concentraciones de vitamina D en la prevención y tratamiento de la infección por SARS-CoV-2. A pesar de no existir estudios concluyentes sobre este efecto, sí se conocen posibles mecanismos que pudieran influir en una evolución favorable de la enfermedad. Se describen la acción antiinfecciosa e inmunomoduladora de la vitamina D, la reducción de citoquinas inflamatorias e interferón gamma y la inhibición del sistema renina angiotensina aldosterona como mecanismos favorecedores de una buena evolución en la infección por SARS-CoV-2. Los autores establecen dosis específicas de vitamina D en la prevención y tratamiento de la enfermedad. Se propone la investigación como un incentivo para la realización de otros estudios que permitan validar el uso de la vitamina D con tales propósitos (Mansur et al., 2020).

Existe un consenso general en relación con el efecto beneficioso de la nutrición adecuada sobre el sistema inmunológico y en particular se aborda el posible efecto protector de la vitamina D en la infección por COVID-19. Todas estas propuestas se basan en evidencias científicas que apoyan la relación de la vitamina D con la disminución de la incidencia y gravedad de infecciones virales producidas por virus respiratorios, así como otros virus (herpes zoster, hepatitis, epstein barr, ébola, vih y dengue). No obstante, se sugiere la realización de estudios clínicos que posibiliten la validación de estas aseveraciones (Altamirano Pazmiño et al., 2022).

Otros estudios amplían las posibilidades de beneficio a la categoría de micronutrientes en general, incluyendo no sólo a las vitaminas sino también a los oligoelementos. Se abordan diversos mecanismos que pudieran explicar el efecto positivo de los micronutrientes en la prevención y tratamiento de la infección por SARS-CoV-2. Se hace alusión al efecto antioxidante de la vitamina C, al efecto potenciador de la acción de los linfocitos T CD4, a la acción antiinflamatoria y reguladora de la liberación de péptidos y citoquinas de la vitamina D, el efecto antiviral del sulforafano y la inhibición de la producción del factor de necrosis tumoral que ejerce la quercetina. No obstante, se plantea la necesidad de realizar estudios clínicos que permitan asegurar el beneficio y efectos adversos de esta modalidad de tratamiento (Aguilar, 2020).

La vitamina D ha sido estudiada por diversos investigadores en el contexto del COVID-19. A esta vitamina se le atribuyen efectos estimuladores del sistema inmunológico con un impacto positivo en la prevención y tratamiento de la infección por SARS-CoV-2. Se hace referencia a evidencias del efecto de la vitamina D en los procesos infecciosos en general que apoyan lo antes referido.

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