Cine Mexicano

Cine Mexicano

El Cine llego a México casi 8 meses después de su triunfal aparición en París, la noche del 6 de agosto de 1896, el presidente Porfirio Díaz, su familia y miembros de su gabinete presenciaban asombrados las imágenes en movimiento que los enviados de los Lumiere proyectaban en uno de los salones del castillo de Chapultepec. Don Porfirio había aceptado recibir en audiencia a Ferdinand Bon Bernand y a Gabriel Veyre los proyeccionistas enviados por los Lumiere a México.

México fue el primer país Americano que disfruto del nuevo medio, ya que la entrada del cinematógrafo a los Estados Unidos había sido bloqueada por Edison. Brasil, Argentina, Chile, Cuba y las Guayanas fueron también visitados por enviados de los Lumier entre 1896 y 1897, sin embargo México fue el único país americano donde los franceses realizaron un número de películas que pueden considerarse como las que inauguran la historia de nuestro cine.

La primera película grabada en nuestro país fue “El presidente de la república paseando a caballo en el bosque de Chapultepec” fue filmada en 1896. En ese año Bernand y Veyre filmaron unas 35 películas en el país.

Al irse Bernanrd y Veyrd, el material traído por ellos de Francia y el que grabaron en México fue comprado por Bernardo Aguirre y continuó exhibiéndose por un tiempo. La determinación de los Lumiere de dejar de filmar y dedicarse a la venta de copias provoco el surgimiento de los primeros cineastas nacionales.

Otros cineastas de esta época fueron Guillermo Becerril y Enrique Rosas, este último realizador de un gran documental sobre el viaje de Porfirio Díaz a Yucatán que se llamó “Fiestas presidenciales en Mérida” este filme fue el primer largometraje mexicano.

La Revolución Mexicana contribuyo enormemente al desarrollo del cine en nuestro país, ya que la Revolución fue el primer acontecimiento histórico totalmente documentado en cine. Nunca antes un evento de tal magnitud había sido registrado en movimiento, la Primera Guerra Mundial iniciaba 4 años después del conflicto mexicano.

La Revolución marco un gran paréntesis en la realización de filmes de ficción en México. Con la finalización oficial del conflicto en 1917 pareció renacer esta vertiente cinematográfica, ahora en la modalidad de largometraje. De hecho se considera que entre 1917 y 1920 hubo en México una época de oro del cine, situación que no se repetiría hasta 3 décadas después. Francia e Italia fueron los patrones a seguir para la reinauguración del cine mexicano de ficción en 1917, ese año se estrenó en México el filme llamado “El Fuego” filme italiano interpretado por Pina Menichelli, actriz que tuvo gran popularidad en nuestro país. Otros filmes famosos de esta primera época de oro fueron: “En defensa propia”, “La tigresa” y “La soñadora”, producidos todos por la compañía “Azteca Films”, esta filma fundada por la actriz Mimí Derva y por Enrique Rosas, constituyó la primera empresa de Cine totalmente mexicana. Probablemente Derva haya sido la primera directora del cine nacional, si es cierto que dirigió La Tigresa en 1917.

La naciente industria del cine mexicano produjo entre 1932 y 1936 unas 100 películas entre las que destacan varias, consideradas hoy en día como clásicos del cine nacional, en pocos años la cinematografía mexicana se afianzó en el gusto nacional y comenzó inclusive a exportase a países de lengua española. En 1936 se marcaría el inicio de la completa internacionalización del cine mexicano con la filmación de: “Haya en el rancho grande” de Fernando de Fuentes, y fue este mismo que realizo además otros dos filmes que se consideran precursores de la época de oro, que serían: “El compadre Mendoza” en 1933 y “Vámonos con Pancho Villa” en 1935.

Una abundante producción y un mercado bien establecido son dos factores básicos para que se presente una época de oro en cualquier medio. Nuestra llevada y traída época de oro del cine nacional no es más que la exitosa conjunción de ambos factores.

La producción cinematográfica mexicana había alcanzado en 1939 un alto nivel, de hecho la época de oro comenzó años antes del inicio de la segunda guerra mundial, un factor varias veces citado la causa de esta etapa.

Algunos ejemplos de esta época son: “María Candelaria” en 1943 de Emilio Fernández, “Los tres García” en 1946 de Ismael Rodríguez, “Nosotros los pobres” en 1947 de Ismael Rodríguez, “Los Olvidados” en 1950 de Luis Buñuel.

Por otra parte el cine de las rumberas representaba una opción atractiva para una industria cinematográfica ansiosa de encontrar la forma de filmar más por menos dinero, casi todos estos filmes contaban con algunas variantes, la misma historia, una chica humilde de provincia llegaba a la ciudad y era devorada por la maldad de la urbe, y quedaba condenada a bailar en el cabaret hasta encontrar la redención.

Durante los primeros años de la televisión mexicana la transmisión de la lucha libre convirtió a este deporte/espectáculo en uno de los más populares en México, el director Chano Ureta realizo el primer filme de luchadores: “La Bestia Magnífica” en 1952 iniciando así un género que no ha tenido equivalencia entre la cinematografía mundial. El cine de luchadores de popularizo enormemente entre los años 50´s y 60´s, en poco tiempo los nombres de El Santo, Bluedemon y Mil Mascaras se integraron a la galería de estrellas del cine mexicano.

Experiencias como el cine

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