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EL PODER DE LA MUSICA COMO UN ARMA DE EXPRESIÓN


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2018  •  Ensayos  •  1.577 Palabras (7 Páginas)  •  150 Visitas

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EL PODER DE LA MUSICA COMO UN ARMA DE EXPRESIÓN.

La música forma parte del oasis humano, a través de ella podemos descansar y elevar nuestro ser a un punto de excitación culminante en donde pueden ser transformados los estados de  ánimo.

La música al igual que la literatura tiene el poder de cultivar, transformar y dirigir a la gente, ya sea para bien o para mal, todo depende de los directores, compositores e intérpretes (músicos) y el camino que elija el oyente.

La música en resumen es un escudo o un arma que rompe o ata las cadenas de la mente y el corazón.

Por medio de la  música se puede deducir la idiosincrasia de las personas que vienen siendo preferencias e ideales tanto del oyente como del exponente, ya que por su infinita diversidad y formas de manifestarse se acopla a la perfección a las perspectivas del individuo, su mentalidad, sus ideales, sus preferencias, entre otros; aun con toda la diversidad de géneros musicales, con toda la fuerza que posee para multiplicarse y expresarse de infinitas formas, esta divide y agrupa a las personas en géneros, agrupa a las personas de mismos ideales y preferencias o dicho de otra forma une a las personas de similar idiosincrasia: la música es un hogar, la música une lazos y crea hermandades, la música es  un libertador y un exponente de sentimientos, es en esencia una forma increíble por la cual se manifiesta lo más  íntimo del hombre, la música no solo es una arte, una creación del hombre,  es el hombre mismo en ella, es más que  una ciencia, es un método de expresión, un medio de conexión entre lo interno y lo externo, entre el espíritu humano y el universo, entre lo real y lo irreal, tratamos de asimilar y expresar la realidad de la vida por medio de ella, es un lenguaje perfecto y universal, suficientemente basto y poderoso.

Entre la música y los humanos existe una relación, una necesidad recíproca, una congruencia y una paradoja, la música necesita de nosotros los humanos, especialmente de los exponentes, se expresa a través de nosotros y nosotros a través de ella, necesita de nosotros como nosotros de ella, somos su voz y ella la nuestra, los instrumentos musicales son sus órganos vitales y a su vez son nuestra boca, las notas musicales forman parte de su vocabulario y lo aprendemos, lo adoptamos y lo hacemos nuestro propio vocabulario; los instrumentos dependen de los instrumentistas, como los instrumentistas de ellos, somos el cerebro de la música y por medio de su organismo la expresamos  y ella nos expresa, añadiendo la fusión de la lírica con todo lo que la música significa se crea una atmosfera singular realmente difícil de describir aunque podría describirla como una atmosfera fantástica con un aire que al respirarlo nos identifica, nos señala, nos atiende, nos abraza y nos unifica con lo que expresa en ese grato momento para mezclarnos con ella,  como si exclusivamente esa melodía, hubiese sido hecha para nosotros, exactamente hecha a nuestra medida, donde puedes llegar a ese momento en el que la melodía y tu son uno solo, donde tu corazón late al ritmo del compás y donde tu respiración se vuelve entre cortada gracias a esa sensación; sería muy vago y queda muy lejos de expresar eso que se siente ya que solo conectándose con la música se puede percibir.

Existe una necesidad  alterna y un vínculo entre estas: la música, las notas, los instrumentos y los ejecutores, todos valen por igual y son vitales para que esa dimensión imaginaria pero perfecta sea traída a nuestra realidad, ese universo singular y autentico, sensacional y necesario que solo por la música se puede crear y manifestar, esa utopía con la que cualquier hombre con un poco de sentido común quiere experimentar al menos una vez en su vida.  

La música es una paradoja, es contradictoria, es real y verdadera pero al mismo tiempo es una fantasía y una mentira, es positiva y es negativa, es pacifista y a la vez conflictiva, es defensora e insurrecta o tirana y dominadora, es amor y desamor, puede matar o puede dar vida; es multiforme y se vincula también con el hombre que se adapta a cualquier forma de él, a cualquier idiosincrasia, no deja de expresar sin importar que en sus diferentes manifestaciones llegue a ser incoherente, pues así es la música, es moldeable, se adapta a las manos que la ejecutan así como el barro se adapta en las manos del alfarero.

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