Ensayo The Imitation Game

Descifrando Enigmas

Alan Turing fue un matemático, lógico, científico de la computación y considerado uno de los padres de  ésta.

Protagonizó uno de los papeles más importantes durante la segunda guerra mundial, todo gracias a su invento (la máquina de Turing), la cual penetró la sofisticada máquina Enigma de los alemanes y fue el principio del fin de la segunda guerra mundial, que sin este invento pudiera haberse extendido dos años más, esto sin contar las innumerables muertes y daños que hubieran podido ocurrir si este hombre, Alan Turing, no hubiera hecho lo que para muchos era imposible, descifrar los 159 millones de millones de millones de combinaciones posibles de la Enigma.  

Pero a pesar de ser considerado uno de los mayores genios del siglo XX, Alan Turing fue acusado injustamente por una sociedad que juzgaba de manera equivocada a las personas, rechazándolas y excluyéndolas cuando no encajaban dentro de unos prototipos sociales, solo por no pensar o actuar como se debía en la época.

Se puede evidenciar como los derechos humanos son tenidos en poco, y se anteponen opiniones moralistas antes que el derecho de igualdad, e incluso de derechos de autor, porque Alan Turing fue considerado como un anónimo y su gran aporte en la segunda guerra mundial fue mantenido en oculto, solo por haberse declarado homosexual.

Fue llevado a tribunal y condenado por la dura ley británica, fue acusado de “ultraje a la moral pública”, y puesto a elegir entre la prisión o la castración química, eligió lo segundo.

Podemos ver como una sociedad legalista lleva al extremo la vida de un hombre que no solo brindó un enorme aporte a la segunda guerra mundial y marcó el inicio de la era de la computación, sino que también se acabo con una mente que pudo habernos brindado más de su capacidad, y haber sido parte de los avances tecnológicos desde esa época hasta el momento. La violación de los derechos humanos se ha convertido en uno de los mayores problemas de la humanidad, donde no se cumplen las normas mínimas de respeto al otro, y a las diferentes maneras de pensar. Alan fue uno de los miles de hombres que fueron juzgados solo por su inclinación sexual, y no reconocidos por sus capacidades como seres humanos, iguales a los demás. Aunque no todo está perdido, casi una década después el gobierno británico emitió un comunicado declarando sus disculpas por el trato que recibió Alan Turing durante sus últimos años de vida.

Yo pienso que tener acepción de personas es negar que somos seres humanos y que convivimos con personas que al igual que nosotros cometen errores, que el mundo esta tan lleno de máscaras, que ya es difícil saber con certeza quien es quien, que el hecho de que hayan personas diferentes no quiere decir que tengan que ser apartados. Hemos llegado a un punto tal donde las personas temen hasta revelar sus preferencias religiosas solo por el hecho de no ser aceptadas como seres humanos normales, y que empiecen a ser catalogadas como locos o fanáticos, estamos tan mal, que ya creemos tener el derecho de quitarle la vida a alguien que piensa o actúa diferente.

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