LA ÉTICA DEL ABOGADO
fosforilocoTesis9 de Noviembre de 2014
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LA ÉTICA DEL ABOGADO
INTRODUCCIÓN
¿Subiré con trabajo al palacio, que habita la justicia, o marcharé por el torcido sendero del fraude, para asegurar la felicidad de mi vida? Platón
Quise iniciar el presente trabajo de investigación con la frase anterior, porque plasma verdaderamente situaciones a las que nos podemos encontrar en el sendero de nuestra profesión, y es ahí donde debemos atender al llamado de nuestros valores, de la responsabilidad moral y ética y en ningún momento dejarnos titubear por intereses mezquinos que nos hagan perder el rumbo de la rectitud, de la dignidad profesional, tal como lo menciona Platón: “subir con trabajo al palacio que habita la justicia”.
El tema de la ética del abogado, es de suma importancia y necesidad, ya que es, precisamente, el profesional del derecho en quien la sociedad busca una actuación recta, indisoluble, de atender al llamado de su conciencia que le dicte e induzca a una realidad equitativa.
Con esta recopilación nos darnos cuenta que hablar de ética en nuestro tiempo equivale a hablar de justicia, bien común, seguridad y fines del derecho, que desde antaño se han buscado, trayéndonos esos principios inherentes a la actividad del abogado, a la reflexión, a la práctica y a la conciencia,
CAPÍTULO I
DIVERSOS CONCEPTOS DE ÉTICA Y ÉTICA JURÍDICA
1.1 Significado gramatical de la ética
La palabra ética tiene su origen en el vocablo griego ethos, que significa costumbre. Se le estima en una situación de sinonimia con la palabra moral que, a su vez, deriva de la voz latina more, que por su parte, corresponde a ethos.[1]
Por tanto, la ética se refiere a las normas que constituyen determinado sistema de conducta moral, tal y como lo señala la Enciclopedia Jurídica Omeba.[2]
1.2 Diversos conceptos de ética
La ética o filosofía moral es “la ciencia filosófica que trata de la rectitud (bondad o malicia de los actos humanos”.[3]
Por su parte, la maestra Martha Silvia Moreno Luce, menciona que, “la ética es una disciplina que forma parte de la filosofía y tiene como una de sus tareas la reflexión sobre la particularidad del ser humano de autolimitarse, a pesar de la libertad absoluta de decisión para actuar de acuerdo a lo que nuestra propia conciencia nos indica, dando origen a la moral”.[4]
Un concepto más, “la ética es el conjunto sistemático de conocimientos racionales y objetivos acerca del comportamiento humano moral.[5] Por ello, la ética es la ciencia de la moral.[6]
1.3 Conceptos de ética jurídica
La ética aplicada al ejercicio del derecho se denomina deontología jurídica. La palabra deontología es de origen griego y significa “tratado o estudio del deber”. El neologismo se debe, a Jeremías Bentham: su libro Deontology of the Science of Morality se publicó en Londres en 1834, dos años después de su muerte.[7]
Un concepto más de ética jurídica es el que nos proporciona Villoro Toranzo, donde nos inicia en la deontología jurídica, como la ética profesional de los juristas, para evitar abusos elevar el nivel moral y mantenerlo alto.[8]
CAPITULO II
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA ETICA
2.1 La ética en la Antigua Grecia
En el origen, la ética aparece subordinada a la política, ya que el hombre de la Antigua Grecia, sentía la polis como algo incorporado a su naturaleza. El sentido de comunidad era importante y la ética estaba orientada al ¿cómo vivir?, puesto que en ese entonces ser ético consistía en realizar la justicia en comunidad. [9]
Platón en su obra La República, considerada como un completo tratado de Ética, se señalan cuatro virtudes, como son: la sabiduría, fortaleza de ánimo, templanza y la justicia. Menciona, asimismo, la parte más sublime del alma, la parte racional, es la que posee como una virtud propia la sabiduría. [10]
Ética a Nicómato, de Aristóteles, habla sobre la ética eudemónica, de buscar la felicidad, el bien común, la razón y la justicia. En dicha obra, Aristóteles plantea que la ética no es una ciencia, sino una reflexión, donde la felicidad consiste en una actividad constante. Asimismo, menciona el filósofo, que la ética procede de la costumbre, que las virtudes son un conjunto de buenos hábitos.
Los filósofos estoicos y epicúreos, aparecieron en el mundo en la decadencia del mundo grecoromano, después de Aristóteles, la filosofía tomó rumbos nuevos. A ello ocurrieron las circunstancias políticas del tiempo. Las grandiosas concepciones de Platón y Aristóteles quedaron en el olvido aunque siguieron influyendo en algunos pensadores.[11]
2.2 La ética en la Edad Moderna
Ya en la era moderna, filósofos como Inmanuel Kant, parte del hecho de la moralidad, en donde dice que es un hecho indiscutible que el hombre tiene conciencia de sus actos y de su deber. Pero el problema de la ética es cómo proponer una norma universal de los actos pues la ética debe ser ciencia. Kant critica las éticas anteriores porque se basan en la metafísica o en las tendencias naturales del hombre. La ética de Kant supera al hedonismo, pragmatismo e inmoralismo; exalta la dignidad de la persona humana; coincide con la ética cristiana en la espiritualidad y universalismo.[12]
2.3 La ética en la Edad Contemporánea
En esta época ha habido aportes importantes de importantes autores que han contribuido al tema de la ética, tales como los vitalistas y existencialistas; las aportaciones de Max Scheler, Alaínn Badiou, Maclntyre, entre otros.
Los vitalistas y existencialistas, desarrollan el sentido de la opción y la responsabilidad.
Max Scheler, su obra, mayormente conocida como la “ética de los valores”, concibe a tarea moral como una transformación radical de la persona, de llegar a ser mejor, algo mucho más profundo y general que obrar mejor, y por supuesto que cumplir ciertos mandatos.[13]
Para Alain Badiou, la ideología “ética” es, en nuestras sociedades, el principal (pero transitorio) adversario de todos aquellos que se esfuerzan por hacer justicia a un pensamiento, cualquiera que este sea.
En cambio, Maclntyre, menciona la importancia del bien moral definido en relación a una comunidad de personas involucradas en una práctica que llama bienes internos de excelencia, en lugar de centrarse en fenómenos independientes de una práctica, como la obligación de un agente moral (ética deontológica) o en las consecuencias de un acto moral particular (utilitarismo).
CAPÍTULO III
LA ÉTICA DEL ABOGADO
3.1 Conceptualización de abogado
Podemos decir que el abogado es un profesional que brinda asesoría y representación a sus clientes en cuestiones jurídicas, más, existe varias conceptualizaciones que nos dan diversos autores, y serán algunas las que mencionaremos.
El abogado es “un profesional del derecho que ejerce la abogacía. Para el ejercicio de esta profesión es requisito sine qua non, tener e título de la licenciatura en derecho y obtener la cédula correspondiente de la Dirección General de Profesiones. Del abogado se ha dicho –encareciendo la importancia de su misión- que es ‘el primer juez de todas las causas’. Según Couture (Vocabulario jurídico): profesional universitario, con título hábil, a quien compete el consejo o asesoramiento en materia jurídica, la conciliación de las partes interesadas opuestas y el patrocinio de las causas que considere justas.[14]
En el libro “El jurista y el simulador del derecho”, su autor, alude que: “el abogado debe ser un jurisprudente, esto es, un sapiente del Derecho. Sería absurdo que no lo fuese, es decir, que padeciese “ignorantia juris”. Sin los conocimientos jurídicos no podría ejercer digna y acertadamente su profesión. Ahora bien, el abogado es una especie de jurisprudente que se vale de su sabiduría para patrocinar, dirigir o asesorar a las partes contendientes en un litigio, ante un órgano jurisdiccional del Estado que desea resolverlo.[15]
Con los conceptos anteriores, podemos afinar que para ejercer la abogacía en México, es necesario realizar estudios durante varios años, en una universidad o escuela de derecho, legalmente reconocida y obtener y el título y cédula correspondiente, en licenciado en Derecho, previamente registrado en la Secretaría de Educación Pública.
3.2 Noción de la ética del abogado
La ética del abogado, se refiere a las diversas reglas de conducta que rigen al profesional del derecho, con las cuales puede hacer el bien y evitar el mal.
Dice Ángel Ossorio, que en la abogacía actúa el alma sola, porque cuando se hace es obra de la conciencia y nada más que de ella. [16], esto refriéndose a la rectitud de la conciencia, a la que conocemos y nos conoce. Aquella cuya voz no siempre se sigue. El dilema ante la opción o la opción por no tener dilema. Pero, por sobre todo ello, la ética, como ciencia del bien y del mal, o de los actos humanos o de la filosofía moral. [17]
Si bien la ética se traduce en un comportamiento del ser humano que se caracteriza por ser unilateral, inherente a la conciencia del sujeto y solo imperativo para él, resulta de vital importancia para la sana convivencia dentro de una colectividad, y particularmente en la profesión del abogado.
3.3 Importancia de la ética del abogado
La importancia de la ética en el mundo jurídico es algo urgente e imprescindible. Es cierto que el derecho no lo es todo, pero, si lo jurídico estuviera impregnado de valores éticos,
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