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Etica Del Abogado


Enviado por   •  21 de Septiembre de 2014  •  1.927 Palabras (8 Páginas)  •  209 Visitas

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En el siguiente ensayo no me propongo demostrar que la ética es una regla a la cual todos los actuales y futuros profesionales nos debemos sumir y mucho menos que un abogado debe ser perfecto en el cumplimiento de la ética profesional, pues esto quedara al libre examen de cada uno.

Al abordar el complejo tema de la ética profesional, para luego arribar a la que nos interesa en cuestión, que es la de los abogados, me parece adecuado primero brindar unas nociones básicas sobre la ética.

Al escribir en el navegador “ética” han aparecido cerca de 6.230.000 resultados en tan solo 0,16 segundos, es pues, la ética uno de los temas más abordados desde platón hasta nuestros contemporáneos. Y ha sido, y aún lo es, objeto de estudio y de largas noches de desvelo de muchos de nuestros académicos.

La palabra ética, que huele tanto a griego, o a curso de filosofía aristotélica está hoy bajo las luces de la escena. La expresión ética, proviene del latín ethicus (carácter, perteneciente al carácter). La ética es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la adopción de un sistema moral u otro.

La ética es diferente de la moral, porque la moral se basa en la obediencia a las normas, las costumbres y preceptos o mandamientos culturales, jerárquicos o religiosos, mientras que la ética busca fundamentar la manera de vivir por el pensamiento humano. En la filosofía, la ética no se limita a la moral, que generalmente se entiende como la costumbre o el hábito, sino que busca el fundamento teórico para encontrar la mejor forma de vivir, la búsqueda del mejor estilo de vida.

Tras estas escasas definiciones y aclaraciones sobre algunos conceptos donde muchas veces es difuso el límite entre la ética y la moral o hasta confundido podemos afirmar que al decir de Savater “la ética es el arte de vivir, de saber vivir, por lo tanto el arte de saber discernir lo que nos conviene (lo bueno) y lo que no nos conviene (lo malo)”. Aquí se plantea el primer y gran problema de nuestros días ¿es bueno aquello que nos conviene? ¿Viviendo éticamente se puede llegar a ser feliz? ¿En nombre de nuestra idea de felicidad y de conveniencia hasta cuanto estamos dispuestos a arriesgar?

Como ya lo eh dicho anteriormente, la ética ha sido objeto de estudio de diferentes pensadores y por ende tomada desde diferentes concepciones y puntos de vista, se ha abordado incluso desde diferentes ramas. La rama a la que creo merece estudio este ensayo es la Deontología.

La deontología es la teoría normativa según la cual existen ciertas acciones que deben ser realizadas, y otras que no deben ser realizadas, más allá de las consecuencias positivas o negativas que puedan traer. Es decir, hay ciertos deberes, u obligaciones, que deben ser cumplidos más allá de sus consecuencias. Dicho de otra manera la deontología es la ética profesional. Para su aplicación se elaboran códigos deontológicos, los cuales reglamentan, de manera estricta o bien a modo de orientación, las cuestiones relativas al "deber", de los miembros de una determinada profesión. La deontología se nutre por un lado del marco jurídico, y por otro del marco moral.

Es sabido que cuando se inventa algo es porque ha habido antes de ello alguna necesidad y el hecho de la elaboración doctrinaria de la deontología no es ninguna casualidad. Pues a lo largo de la historia se ha visto como muchos profesionales tanto de la salud, como de las leyes o de la educación han cometido “excesos” en la aplicación de su arte. No hay que olvidar las atrocidades que cometieron algunos médicos durante la segunda guerra mundial, aplicando en personas métodos de investigación horrorosos amparándose en el ejercicio de su investigación. Es aun igual de común la cantidad de injusticias que han provocado muchos abogados y celebres son los fallos al respecto.

San Ivo de Kermartin, patrono de los abogados, ya en el siglo XIII podía ver como los llamados “exesos” se habían apoderado de muchos de nuestros colegas, es por ello que elaboró un decálogo (conjunto de reglas que se consideran básicas para una actividad) destinado especialmente para los abogados, en él se encuentran reglas de conducta básicas que debiera seguir todo profesional de la leyes. Algunas de ellas son:

• Ningún abogado aceptara la defensa de casos injustos porque son perniciosos a la conciencia y al decoro profesional,

• El abogado no debe cargar al cliente con gastos excesivos,

• Ningún abogado debe utilizar en el patrocinio de los casos que le sean confiados, medios injustos o ilícitos,

• No debe evitar trabajo ni tiempo para obtener la victoria del caso que tenga encargado,

• El abogado debe pedir ayuda a Dios en sus trabajos, pues Dios es el primer protector de la Justicia,

• El abogado debe amar la Justicia y la honradez tanto como las niñas de sus ojos.

Hace pues este abogado un intento por guiar la conducta de sus colegas. Pero éste decálogo, como muchos otros, no son más que palabras que de ser leídas por alguien servirá o no para guiarlos, podrá o no ser un instrumento al cual se sujeten los profesionales de la leyes. Le falta así el factor de coerción que es característico de las leyes. Pues sin coerción es difícil que cumplamos con lo que se nos dice o manda hacer.

Es así que con apoyo de la ley y la ética se han elaborado códigos deontológicos, para palear las desvergüenzas

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