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¿QUIERES CHOCOLATE?


Enviado por   •  20 de Abril de 2018  •  Ensayos  •  6.847 Palabras (28 Páginas)  •  160 Visitas

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¿QUIERES CHOCOLATE?

Prologo

  • ¿Cómo se encuentra? – estaba desesperado, y como no estarlo su madre estaba en un sala de operaciones y él nadie le decía nada.
  • Pequeño – lo llame – cálmate, yo te ayudare.
  • Por favor ayúdeme – imploro – nadie me dice nada – sus ojos se llenaron de lágrimas – mi mamá estaba mal, fue mi culpa, fue… - ya no resistió más, y rompió en llanto –  mi culpa.
  • Cálmate – lo abrace, sus lágrimas destrozaban mi corazón - ¿Cómo se llama tu madre?
  • Madeleine – con sus pequeñas manos limpio sus mejillas de las lágrimas que seguían cayendo – su nombre es Madeleine.
  • Espérame aquí ahora vengo – le di un abrazo para calmarlo.

Ese pequeño niño de cabello rubio y hermosos ojos verdes se quedó observándome, sus pequeños ojos estaban rojos por el llanto, el tan solo verlo me provocaba darle un abrazo y nunca soltarlo. Me acerque a recepción para preguntar por la madre del pequeño.

  • Disculpe – le dije a la mujer de recepción del hospital, está volteo a verme - ¿Cómo se encuentra la mujer que ingreso hace poco?
  • ¿Es algún familiar? – claro que no lo era pero no podía dejar al pequeño sin saber nada de su madre.
  • Sí, soy su hermana – respondí rápido – necesito saber que le paso.
  • Claro – respondo – la señora Madeleine sufrió un accidente en su coche, su automóvil impacto contra un poste de luz, el poste cayo y mato a su esposo en el acto, ella se encuentra en sala de operaciones ahora. Su sobrino salió ileso, solo tiene unos pequeños moretones en los brazos.
  • Gracias.

Camine en dirección a el pequeño, no sabía cómo decirle que su padre estaba muerto y que su madre está siendo operada en este instante. Cuando llegue a su lado, un joven de quince años entre corriendo por las puertas del hospital, miro a todos lados y cuando nos vio corrió hacia nosotros y abrazo a el pequeño niño.

  • ¿Estás bien Daniel? – pregunto el joven de cabellos negros y ojos azules.
  • Yo estoy bien pero… - no pudo terminar la oración ya que las lágrimas volvieron a salir.
  • Tu madre no está bien, ahora la están operando – respondí, no sabía cómo decirle lo demás – pero tu padre,  tu padre murió en el accidente.

El adolescente rompió en llanto, abrazo más fuerte a su hermano. No podía verlos, me acerque a ellos y los abrace.

  • Gracias por cuidarlos …
  • Mercedes – respondí – me llamo Mercedes.
  • ¿Familiares de la señora Madeleine Parker? – pregunto un médico. Nos acercamos – la señora salió bien de la operación.

No alegramos mucho de que la madre de los pequeños. Se encontrara fuera de peligro. Pero tan cruel fue el destino con los niños, que pocos días después su madre entro en estado de coma.

  • No te preocupes Jeremy, yo cuidare de ti y de Daniel – es una promesa que le cumpliré a tu padre.
  • Gracias Mercedes.

1

¿Qué vas a ordenar?

Clientes aquí, clientes allá, así era siempre la dulcería. Siempre estaba llena, y más los días como hoy, nublados y fríos, decían que trabajar en una dulcería era divertido, pero luego de un tiempo comenzó a volverse tedioso.

Desde ya hace más de tres años que llevo haciéndome cargo de “Park’s café y dulcería”, la tienda que mi madre y padre empezaron, lástima que no llegaran a ver en que se convirtió este lugar.

  • ¿Estás bien Jeremy? – pregunto mi mejor amigo y compañero de trabajo.
  • Sí, estoy bien Jimmy – creo que ya era la cuarta vez que me lo preguntaba.
  • No me contestes así niño, recuerda que soy tres años mayor que tú, además solo me preocupo por ti, hoy estas muy raro.

No pude contestarle, ya que la campañilla, que anunciaba que un nuevo cliente había ingresado al local, acaba de sonar. Fue ahí cuando la vi, la chica que con su piel morena y ojos marrones, acaba de robar mi corazón.

  • ¿Qué vas a ordenar? – le pregunte, ella solo señalo a la vitrina. - ¿quieres el chocolate?  

No me contesto nada, solo asintió con su cabeza. Le entregue la barra de chocolate, ella lo tomo y en el mostrador dejo la cantidad exacta de dinero. Mire a Jimmy, el solo de encogió de hombros, cuando volví mi vista ella ya estaba saliendo de la tienda.

  • Creo que es muda – respondí, el rubio que tengo por amigo.
  • Pude ser, pero eso no le quita lo hermosa.

2

¿Qué llevas hoy?

La campanilla de la tienda sonó, llamando la atención de los clientes; una chica con la mirada baja y ropa holgada apareció, sus pasos inseguros la guiaron hasta el mostrador y se obligada a formarse detrás de la última persona de la fila para ordenar.

Espero paciente su turno mientras jugaba con un anillo que llevaba en el dedo anular de la mano derecha, dos golpes la hicieron salir de sus pensamientos provocando que levantara la vista.

  • ¿Qué llevaras hoy? – pregunte, provocando que ella volviera a su mundo buscando una respuesta - ¿llevaras lo mismo que ayer?

No respondió, solo asintió con la cabeza al igual que el día anterior. Busque la barra de chocolate pero ya no había.

  • Creo que se terminaron – ella me miro, y pude observar lo hermosos que eran sus ojos – pero si quieres puedo ir a buscar más.

Ella negó rápidamente, pero se quedó mirando algo, seguí la mirada de la chica y pude notar que miraba la fotografía de una taza de chocolate.

  • ¿Quieres el chocolate? – pregunte, pero como las anteriores veces no obtuve respuesta. Ella asintió – en un momento te lo preparo.

Dejo el dinero de la bebida en el mostrador de color verde claro para luego ir a sentarse en uno de los sillones. La observé un momento, luego Jimmy me hizo recordar que debía preparar su bebida.

  • Creo que a alguien cierta chica le está empezando a gustar – dijo con voz cantarina mientras terminaba de atender a un cliente.
  • Es imposible que me guste – termine la taza de chocolate y pensé que mejor yo mismo se la llevaba – recién la he visto dos veces.
  • El amor llega cuando menos te lo esperas – respondió.
  • Si claro.

Llegue a la mesa donde se encontraba, al parecer la asuste, ya que dio respingo y luego llevo su mano a su corazón.

  • Lo siento creo que te asuste – respondí rápido y deje la bebida en la mesa.

Ella solo hizo un gesto con la mano para que no me preocupara, luego de eso regrese al mostrador y la observe. Termino la bebida y se fue rápido del local.

...

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