Analisis entre Levi Strauss , esteban Krotz y Marshall Sahlins

La cultura de una sociedad se basa en gran porcentaje a las costumbres. Estas dan un estilo a las manifestaciones del hombre creando sistemas de cooperación y coordinación que impulsan a la comunicación y la creación intelectual. Un carácter de sistema, consiste en modelos tales que una modificación cualquiera en uno de ellos, desencadena una modificación en todos los demás. Todo modelo proviene de un grupo de transformaciones, las cuales corresponden a un modelo de la misma familia; el conjunto de esas transformaciones constituye un grupo de modelos. Trasladando esto a las relaciones interculturales puedo decir que el desarrollo de los encuentros con miembros de otras comunidades nos ubica en el lugar de reconocimiento y observación de la propia a la cual pertenecemos, diferenciar cuáles son los aspectos singulares y cuales los totales de el fenómeno social y humano al cual pertenecemos y al mismo tiempo el de las otras comunidades con el fin de aceptar y concretar estos para familiarizarlos.

Esteban Krotz plantea que aquí es el momento donde nace la alteridad y otredad , nace mediante los encuentros concretos de estas culturas, donde podemos experimentar lo desconocido, lo extraño y ajeno para confrontar la singularidad de las comunidades, ya que cada factor componente de una cultura […]“ es contemplado en su totalidad[…] es remitir a una pertenencia grupal propia como resultado de la actuación humana y su interjuego generando el concepto de una pertenencia dialéctica entre fenómenos sociales de cada cultura[…]”^[1] 

En base a las lecturas de Tristes Trópicos, Levi Strauss combina principios de relación y diferenciación (alteridad u otredad) para buscar un criterio de análisis de estudio de las culturas y sus políticas para el desarrollo de las ciencias sociales y humanas. Esta yuxtaposición de principios es la base que utiliza para el análisis del arte, los rituales y las formas de organización social de distintas civilizaciones del Mato Grosso.  Sumerge a la cultura entre ambos para comprender que la integración da un nuevo orden de la misma, la transforma y a su vez debe deconstruirse o disociarse para su estudio, es decir, para reconstituir como gradualmente las costumbres fueron modificándose para llegar al estado más puro de esa cultura, donde, entre el punto de partida y el resultado final, se puede observar la distinción entre un proceso natural y un proceso cultural.

Uno de los criterios para entender aquella diferencia es considerar la existencia de actitudes sociales intervenidas por la cultura poniendo en manifiesto una regla a los comportamientos sustraídos de una sociedad instintiva. Para Levi Strauss, todo aquello que se presenta frente al hombre del orden de la naturaleza, tiene un carácter universal y espontáneo; cuando se presenta frente al dominio de la cultura, este se enmarca dentro del orden de lo relativo y particular, y se encuentra sujeto a una norma. Para seguir con ejemplo voy a comparar el desarrollo característico que compara Strauss entre la civilización de los Caduveo y la de los Bororo, ambas perseguidas por el Estado Brasileño con el objetivo de “civilizarlos” sin haber tenido resultados. Ambas tribus indígenas dividían sus miembros en estatus sociales, llamados castas; el poder se distribuía por el contenido cultural que poseía cada uno, entre las tradiciones, los mitos, las danzas y  las funciones sociales y religiosas.

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