CODIGO DE ETICA

Introducción.

La presente tarea pretende analizar y resumir los lineamientos básicos que rigen a la profesión de los administradores, brindando una visión general de cómo desempeñar esta función en diferentes entornos no sólo sociales o académicos, sino también, en diferentes facetas que tiene el desarrollo de la gestión.

Como administradores, no sólo somos encargados de áreas como recursos humanos, capacitación o auditoria, nuestra función va más allá de ello, somos encargados de llevar a cabo nuestras actividades por diversas que parezcan el beneficio de las mismas a nuestros semejantes.

En ocasiones pensamos que si desarrollamos nuestro trabajo en una empresa o incluso de forma independiente, como consultor, esto implica que no estamos sujetos a ningún signo común, que estamos solos y que podemos actuar como mejor nos parezca, esto sin embargo es incorrecto, al momento de llevar a la práctica nuestra actividad profesional también estamos llevando a la práctica y aceptando la ética que ésta implica.

Aceptar o desarrollar una profesión involucra en sí, aceptar los preceptos que la rigen. Sin importar la carrera que se haya estudiado formalmente, la actividad que desempeñamos en el día a día debe estar ligada a los lineamientos que su ejercicio refiere, por ejemplo, si no se ha estudiado una licenciatura formalmente, pero las actividades que se desarrollan en la vida cotidiana son afines a este estudio se esperará que la persona que desarrolla estas funciones se sujete a las buenas prácticas de su profesión.

Propósito del código de ética.

Un código de ética en general muestra algunas de las buenas prácticas y normas generales que la mayoría de las personas deben seguir para el desarrollo ideal de su actividad profesional.

El código de ética de los administradores, busca orientar a los profesionales en administración sobre las expectativas que tiene la sociedad, así como la profesión misma, sobre la forma de conducirse en el ejercicio. No sólo busca que aquellos que han estudiado la carrera de administración de empresas o administración de negocios internacionales lleven a cabo estos principios, sino que también pretende dar una guía a las personas que estudian o llevan a cabo esta profesión como forma de vida, incluso dentro del código hay un apartado para administradores empíricos.

Estos lineamientos no sólo vigilan que de forma digna, responsable y honesta se lleve a cabo el ejercicio de una profesión, sino que ésta busque un bien mayor alineado a la transparencia en el actuar en beneficio a la sociedad.

Alcances nacionales e internacionales.

El código de ética brinda lineamientos que impactan no sólo al país o región en donde son publicados, sino que son un común denominador para el ejercer sin importar el origen del mismo. Estos principios, son aplicables sin importar que la persona esté en Puebla, Tijuana u otro lugar en el país. A pesar de haber revisado principalmente los códigos en México, dentro de internet, existen códigos similares que son aplicables para otros países.

Sin importar la procedencia del código, una de las constantes es el énfasis en la honestidad, transparencia y actuar en beneficio de la sociedad; estos conceptos sin importar de donde provenga la persona son ideas universales comprendidas por su significado.

Técnicamente, en la mayoría de los países, las personas entienden el significado de transparencia y honestidad, está por demás agregar que el concepto de bien común también es una noción de fácil entendimiento, a pesar de que en algunos países la práctica de estos conceptos se haya visto trastocada por el entorno, la idea en general de qué implica que cierto que comportamiento sea positivo es inculcada en nosotros desde pequeños. Transmitir estos conceptos a lo largo de nuestro camino por la vida debe ser una obligación permanente y constante.

Las actividades diarias que nos consumen más de nueve horas como lo es el trabajo no pueden ser la excepción, tienen que desenvolverse en los principios del beneficio común. Desarrollar la profesión con estas características no depende del país en donde te encuentres sino de las normas que nos guían desde un inicio. La elección de una profesión y el actuar en ella no es más que la consecución lógica de los principios que hemos aprendido desde niños.

Las responsabilidades y deberes que aparecen en el código de ética.

En primer lugar es importante destacar que responsabilidad y deber van de la mano y no se limitan únicamente a la profesión, su aplicación en el entorno en el que se vive y en la sociedad es lo que el código de ética define como un común denominador para todos.

Para aquellos que desarrollan la profesión de administradores, es importante destacar que hay diversas facetas que impactan su actuar, siendo dos de las principales el desenvolvimiento profesional y social de la actividad.

Profesionalmente, se espera que siempre se desarrolle el trabajo indicado con la dedicación y el cuidado que este amerita buscando en todo momento lograr los objetivos y metas que se han encomendado, la transparencia y honestidad son nuevamente los pilares que deben regir las acciones sin importar que actividad se realice.

De la misma manera, un profesional responsable acepta sus limitaciones, es por ello que en el Artículo X del Código de Ética para Administradores, aparece claramente que antes de desarrollar un trabajo, el practicante de la profesión está aceptando que cuenta con los conocimientos necesarios para llevarlo a cabo y entender los alcances de sus juicios.

El código guarda conciencia de que en muchas ocasiones se actúa en aras del bien, pero que en ocasiones los conocimientos que se tienen son limitados o poco actualizados, es por ello que coloca como una de las obligaciones el mantenerse actualizado y de esta manera hacerse responsable de las opiniones o decisiones que se tomen

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