Critica Empresa Zara

Critica Zara

En Zara el cliente es el centro del negocio. Por tal motivo, el negocio está diseñado y organizado de forma que todo siga una lógica: desde la colocación de la ropa hasta el color y las prendas que van a vestir a los maniquís, pasando por la demanda de información al cliente y el asesoramiento de este por parte de los empleados. Todas las vendedoras de Zara, en cualquiera de sus tiendas del mundo, son empleadas que han recibido una formación intensiva en la que aprenden la filosofía de venta de la marca, como el trato cortes pero no servicial con el cliente, sonreír, dedicarle tiempo y despedirle con amabilidad. Teniendo en cuenta que el 87 por ciento de la plantilla del grupo Inditex trabaja en las tiendas, más del 80 por ciento de la inversión que el grupo destina a formación se dirige a esas plantillas. Los planes de formación tienen un enfoque eminentemente práctico como atención al cliente, el producto y las últimas tendencias.

Otra de las estrategias de Zara es que conocen a su clientela. En el caso de la zona de caballeros el orden es casi absoluto. Todas las prendas están combinadas por colores a juego y juntas porque a los hombres no les gusta remover, toman solo lo que les gusta. Mientras que el espacio de las mujeres es diferente, las prendas están separadas por colores, pues las mujeres combinan a su gusto.

Respecto a la moda, Zara cuenta con un grupo de profesionales, amantes de la moda, blogueros que buscan gustos buceando en las redes sociales e internet y colaboradores repartidos por las discotecas de Nueva York, las zonas comerciales de Paris, los pubs londinenses, los barrios más “chic” de Milán, o los bares y lugares de moda de España para detectar modelos que gustan a potenciales clientes de cualquier edad.

Zara también también ha destacado por ofrecer prendas al mejor precio del mercado. Zara puede permitirse reducir su beneficio a cambio de vender mayor volumen. La mejor publicidad de Zara son sus tiendas y la composición de sus escaparates. También buscan a través de sus tiendas saber qué es lo que quieren los clientes de forma continua y a partir de ahí estructuran su modelo para atender a estas demandas. Los diseñadores de Zara comparten una planta de más de 5,000 metros cuadrados donde se prueban los maniquíes y las prendas que van a formar parte de un escaparate de una tienda. Lo que diferencia a Zara, y las marcas que conforman al grupo empresarial Inditex, de las grandes marcas del sector de la moda rápida es que su proceso productivo gira en torno a la mujer y el hombre de cualquier edad que demandan prendas cómodas, con precios accesibles y diseños atractivos. Al final del día, el objetivo es llegar al gusto del consumidor de moda lo más rápido posible.

Por otro lado, los empleados de las tiendas tienen una gran responsabilidad. Deben enviar un reporte de ventas diario especificando las prendas que se han desplazado así como las opiniones de sus clientes. Consecuentemente, esta información sirve para crear nuevas prendas ajustadas a los gustos de sus clientes y es ahí cuando comienza el proceso creativo. La moda es global, y las tiendas tienen la obligación de detectar las tendencias en cada barrio.

Zara traslada los principios de su filosofía comercial a la arquitectura de sus tiendas: diseño, innovación permanente, rapidez de respuesta y adaptación local a las expectativas de los clientes a los requerimientos del entorno. En cuanto al diseño interior, responde al objetivo de crear un espacio

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