“Dadme una palanca y moveré el mundo”
Enviado por boris3831 • 24 de Junio de 2013 • Tesis • 713 Palabras (3 Páginas) • 392 Visitas
CAPITULO 1
“Dadme una palanca y moveré el mundo”
Desde muy temprana edad nos enseñan a analizar los problemas, a fragmentar el mundo. Al parecer
esto facilita las tareas complejas, pero sin saberlo pagamos un precio enorme. Ya no vemos las consecuencias
de nuestros actos: perdemos nuestra sensación intrínseca de conexión con una totalidad más vasta. Cuando
intentamos ver la “imagen general”, tratamos de ensamblar nuevamente los fragmentos, enumerar y organizar
todas las piezas. Pero, como dice el físico David Bohm, esta tarea es fútil: es como ensamblar los fragmentos
de un espejo roto para ver un reflejo fiel. Al cabo de un tiempo desistimos de tratar de ver la totalidad.
Las herramientas e ideas presentadas en este libro están destinadas a destruir la ilusión de que el
mundo está compuesto por fuerzas separadas y desconectadas. Cuando abandonamos esta ilusión podemos
construir “organizaciones inteligentes”, organizaciones donde la gente expande continuamente su aptitud para
crear los resultados que desea, donde se cultivan nuevos y expansivos patrones de pensamiento, donde la
aspiración colectiva queda en libertad, y donde la gente continuamente aprende a aprender en conjunto.
Como decía recientemente la revista Fortune: “Olvide sus viejas y trilladas ideas acerca del
liderazgo. La empresa de mayor éxito de la década del 90 será algo llamado organización inteligente”. Y Arie
de Geus, jefe de planificación de Royal Dutch/Shell, ha declarado: “La capacidad de aprender con mayor
rapidez que los competidores quizá sea la única ventaja competitiva sostenible”. Al crecer la interconexión en
el mundo y la complejidad y el dinamismo en los negocios, el trabajo se vincula cada vez más con el
aprendizaje. Ya no basta con tener una persona que aprenda para la organización, llámese Ford, Sloan o
Watson. Ya no es posible “otear el panorama” y ordenar a los demás que sigan las órdenes del “gran
estratega”. Las organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro serán las que descubran cómo aprovechar
el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de la gente en iodos los niveles de la organización.
Las organizaciones inteligentes son posibles porque en el fondo todos somos aprendices. Nadie tiene
que enseñar a un niño a aprender. En rigor, nadie tiene que enseñar nada a un niño. Los niños son
intrínsecamente inquisitivos, aprendices hábiles que aprenden a caminar, hablar y apañárselas por su cuenta.
Las organizaciones inteligentes son posibles porque aprender no sólo forma parte de nuestra
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