EL VALOR DE LA SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA

Fundación Universitaria Internacional de Trópico Americano – Unitrópico [pic 1]

Especialización en Evaluación y Gestión Ambiental

Identificación y Evaluación de Impacto Ambiental Sistemático

GUSTAVO PARRA MARTÍNEZ

GUSPAR08@HOTMAIL.COM

CÓDIGO: 2013031098[pic 2]

EL VALOR DE LA SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA

¿Es posible despreciar la sostenibilidad económica en un nuevo modelo de desarrollo sostenible?[pic 3]

INTRODUCCIÓN

Desde finales de los 80, la sostenibilidad ha sido uno de los temas que más debate y preocupación han generado, en los diferentes países del mundo. A su vez, el desarrollo sostenible durante los últimos años, se está convirtiendo poco a poco, en una práctica muy habitual de algunos países y algunas de las corporaciones existentes en su territorio. La búsqueda de la sostenibilidad es cada vez más evidente y del desarrollo sostenible como lo conocemos, exige integrar no solo los aspectos económicos, sociales y ambientales, sino también la reunión de factores culturales, políticos, etc; toda vez que un óptimo desarrollo se obtiene integración de todos los elementos que intervienen en una sociedad.

No obstante, ¿Sera posible un nuevo modelo de desarrollo sostenible?, ¿Es posible despreciar la sostenibilidad económica en un nuevo modelo de desarrollo sostenible?, ¿Es conveniente dar única importancia a los aspectos sociales y ambientales del desarrollo?. Se procura con el presente documento, examinar el comportamiento hipotético de un modelo de desarrollo, despreciando los aspectos de sostenibilidad económica.

Los Pueblos Indígenas y El Medio Ambienten

En la cosmovisión de las sociedades indígenas, en la comprensión del sentido que tiene y debe tener la vida de las personas no existe el concepto de desarrollo. Es decir, no existe la concepción de un proceso lineal de la vida que establezca un estado anterior o posterior, a saber, de sub-desarrollo y desarrollo; dicotomía por los que deben transitar las personas para la consecución de bienestar, como ocurre en el mundo occidental. Tampoco existen conceptos de riqueza y pobreza determinados por la acumulación y carencia de bienes materiales.

Más existe una visión holística a cerca de lo que debe ser el objetivo o la misión de todo esfuerzo humano, que consiste en buscar y crear las condiciones materiales y espirituales para construir y mantener el ‘buen vivir’, que se define también como ‘vida armónica’, Viteri Gualinga, C. (2002). Visión indígena del desarrollo en la Amazonía. Polis. Revista Latinoamericana, (3).

La variedad de compendios, a los que están sujetos las actividades antrópicas que favorecen las condiciones de vida digna de las personas, como el conocimiento, códigos de conducta éticos y espirituales, valores humanos, la visión del futuro entre otros, se resumen en el buen vivir o la vida armónica, instituida en una categoría central en permanente construcción de la filosofía de los pueblos indígenas.

Resultaría entonces inconveniente, la aplicación de los conocimientos del paradigma de desarrollo tal y como se conoce, o tan siquiera el concepto que lejos de ser la irrealidad, resulte ser un sinónimo de bienestar. Puesto que el “buen vivir” tiene una trascendencia mucho mayor a la neta satisfacción de las necesidades y el acceso a los bienes y servicios. Entonces resulta inapropiado entenderse como un concepto análogo al desarrollo, el contexto de la visión de la vida y el “buen vivir”, sintetizados en una naturaleza filosófica.

Implicaría entonces dar un vistazo al siglo XV, en cuya época según data fuentes de historia, los pueblo indígenas situados a lo largo del territorio americano, existían armónicamente con la naturaleza. Los aspectos económicos como lo conocemos eran ignorados, por cuanto su naturaleza filosófica, consistía en enfoque holístico del medio ambiente.

Más bien, su cosmovisión les permitió durante décadas proveerse de los recursos naturales a su alcance, necesarios para satisfacer sus necesidades, sin que esto implicara una sobre explotación de los mismos. Esto propicio la conformación de fuertes lasos sociales y la vida en comunidad, donde la misión del todo, consistía en consecución de condiciones para un buen vivir o vida armónica, que hoy conocemos como desarrollo.

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