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ESTRATEGIAS ALTERNATIVAS PARA EL BIENESTAR


Enviado por   •  27 de Octubre de 2013  •  3.265 Palabras (14 Páginas)  •  385 Visitas

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El pleno ejercicio del derecho democrático no es posible sin que la economía sea capaz de generar un bienestar generalizado. Para lograr este bienestar, es necesario crear las condiciones de pleno empleo y la producción nacional de los satisfactores básicos. La estrategia propuesta en 1995, conocido como el REFERENDUM DE LA LIBERTAD, ofrecía una primera aproximación a un camino para lograr estas metas. Contenía un programa económico para crear un ambiente en el cual los grupos más pobres podrían recuperar una posición digna dentro de la sociedad nacional. A pesar de no haber logrado el impacto esperado, representaba un temprano intento importante de los grupos de organizaciones no-gubernamentales para mobilizar a la población para involucrarse en la formulación y la crítica de la política económica. Ahora, cuatro años mas tarde, hay un amplia experiencia que se está transformando en iniciativas para plataformas de acción nacional y propuestas de organización local que toman la forma de propuestas para el manejo sustentable de recursos regionales.

Como seguimos convencidos que el inicio de esta recuperación tendrá que comenzar en el campo, el programa pone especial enfásis en facilitar a los campesinos e indígenas volver a aplicar los conocimientos tradicionales de sus antepasados, junto con los mejoramientos ofrecido por la investigación moderna para aumentar la productividad y mantener la diversificación de su producción.1 De esta manera harán que la tierra produzca con rendimientos crecientes y de una manera sostenible. Sin embargo, la estrategia plasmada aquí no se limita a una recuperación de la actividad rural, sino la ve como punto de partida para una estrategia que engloba todos los sectores productivos y sociales.

ANTECEDENTES

Los voceros oficiales insisten en que el modelo económico que ofrecen es el único posible en este momento. De hecho, este discurso es tan común que ya tiene su propio símbolo: TINA, por sus siglas en inglés, hecho famoso por un ex-presidente del Banco Mundial: There is No Alternative (No Hay Alterntiva). Según eso, la integración económico internacional es un mecanismo para que la inversión extranjera nos conduzca hacia una estructura idónea para este mundo transnacionalizado. Sin embargo, esta alternativa no ha sido capaz de crear empleos suficientes para volver a emplear las personas desplazadas por el proceso de racionalización y por los enormes volúmenes de importaciones que han forzado a cerrar a miles de empresas productoras de bienes básicos de consumo en México. Peor aún, la alternativa oficial nos ha colocado en un proceso de deterioro acelerado en las condiciones materiales y sociales de nuestra vida individual y colectiva: nuestros ingresos reales siguen cayendo, el medio natural sufriendo una destrucción acelerada, y la polarización económica se traduce en una concentración geográfica de la actividad económica con una consecuente marginación de grandes partes de la población y de nuestro territorio con terribles efectos para el futuro. El referéndum fue elaborada por una amplio grupo de organizaciones sociales mexicanas, preocupadas por la ausencia de una discusión de alternativas de estrategia económica en medio de la crisis más profunda que haya sufrido nuestro país en tiempos modernos. Se llamó referéndum porque los grupos convocantes a este proceso de consulta pública prepararon un documento que se propusieron presentar a la sociedad mexicana. Fue entregado a los organismos participantes para su difusión entre sus miembros; a pesar de las dificultades de comunicación y de las múltiples labores que estos mismos organismos se propusieron en un momento de grandes reto en la sociedad, algo mas de 400,000 personas tomaron suficiente conocimiento del documento para dar su firma en apoyo del esfuerzo. Es un paso que refleja la profundidad de la crisis y la disposición del pueblo de empezar a buscar alternati de desarrollo en el que el papel del mercado doméstico esté articulado de manera coherente con una inserción viable de México en la economía mundial. Los ejes de acción fundamentales de esta estrategia son la reactivación de la economía, la recuperación del mercado interno y la redefinición de las relaciones económicas con el exterior. Aplicadas de manera consistente, estas medidas permiten detener el proceso de destrucción de la planta productiva nacional, e iniciar la transición hacia una estrategia de desarrollo económico con bases sanas y duraderas. El principio rector de esta estrategia alternativa es el aumento en los niveles de bienestar, así como la reducción y, eventualmente, la eliminación de la lacerante desigualdad que impera hoy en México. El programa del Referéndum rescata el papel estratégico de las empresas y recursos que son patrimonio de la nación y que sustentan la soberanía nacional y el interés público. Este requiere de una verdadera democratización de la vida pública y de la real vigencia del estado de derecho. En un estado que contribuya a impulsar el proceso de desarrollo no puede imperar la corrupción, la irresponsabilidad y la ineficiencia. La democracia en un reclamo para la vida pública en su conjunto, y en ese sentido, es indispensable para aplicar una política de desarrollo económico viable.

LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Son tres los lineamentos fundamentales de la estrategia de la libertad:

• REACTIVAR LA ECONOMIA

• RECUPERAR EL MERCADO INTERNO

• REDEFINIR LAS RELACIONES CON EL EXTERIOR

Los tres son pasos esenciales para la reconstrucción de la economía nacional. En primer lugar, abarca las medidas de corto plazo que se requieren para superar las terribles consecuencias de la grave crisis que se provocó a través de una política equivocada de reprimir artificialmente a la inflación; la política irrealista de defender la paridad del peso frente al dólar, cuando las tasas diferenciales de inflación entre los dos países indicaron la imposibilidad de tal política, ha ocasionado una caída sin precedentes en la actividad productiva en nuestro país, con aumentos en desempleo y desorganización profunda del aparato productivo. Las medidas de mediano plano involucran una serie de reformas en la estrategia de desarrollo para reorganizar el aparato productivo. El objetivo principal de esta reorganización sería responder a las necesidades básicas de consumo de los trabajadores y campesinos. Implicaría volver a construir una capacidad de producir alimentos y satisfactores fundamentales manufacturados de una manera productiva y competitiva. Implica poner a disposición de los productores los recursos necesarios para modernizar sus condiciones de produccion, tanto en las parcelas rurales como en las empresas de pequeña y mediana escala en la manufactura de bienes de consumo.

Finalmente, se propone volver a examinar las relaciones con el exterior. Esto requiere replantear tanto el Tratado de Libre Comercio, como la interpretación local de las formas en que la negociación de la Ronda Uruguay. Esta última requiere entender que las negociaciones para definir el comercio exterior incluyan medidas para proteger ciertos sectores definidos como fundamentales para el desarrollo nacional.

MEDIDAS PARA REACTIVAR LA ECONOMIA

Son cinco las medidas de corto plazo que se proponen para la reactivación de la economía:

1) Reorientar el gasto público para que desempeñe un papel activo en el proceso de desarrollo en tres direcciones principales: a) En lo inmediato, hacia actividades que generen empleo y tengan un bajo contenido de insumos importados, como el mantenimiento y construcción de obras de infraestructura; b) A combatir los rezagos en materia de alimentación, salud, vivienda, educación y desarrollo social; c) Establecer las bases del desarrollo científico y tecnológico para aumentar la productividad y competividad.

2) Instrumentar una reforma fiscal para hacer progresiva la carga de impuestos a los ingresos de las personas físicas y las utilidades de las empresas. No implica una reducción de los recursos públicos, sino una mejor distribución para que paguen más quienes ganan más. Introducir una desgravación fiscal para ingresos de hasta 4 salarios mínimos y una desgravación fiscal a las utilidades de las empresas que sean reinvertidas. Establecer un impuesto a las operaciones en bolsa con el fin de financiar actividades públicas y desestimular la especulación. Reducir el IVA de 15% a 10%, salvo en el caso de los bienes suntuarios para los que se mantiene la tasa de 15%, y para los satisfactores básicos que quedan exentos de dicho impuesto. Delegar a los estados la recaudación del IVA y revisar su participación en los ingresos de la federación, complementándose lo anterior con un programa de desarrollo regional y apoyo a las regiones más pobres.

3) Una nueva política monetaria para que ésta vuelva a ser un instrumento de la política de desarrollo y, segundo lugar, cuide la inflación. La política actual del Banco de México frena la economía y produce recesión porque trata de disminuir la inflación mediante la reducción drástica del dinero circulante. Como consecuencia, se requiere aumentar gradualmente la liquidez en la economía a niveles que permitan reactivarla. Destinar esta creación de crédito interno neto a programas de crédito a largo plazo que apoyen las actividades productivas. En materia de política cambiaria, instrumentar una política de tipo de cambio real estable con el fin de evitar devaluaciones bruscas y desincentivar la fuga de capitales.

4) Implementar una política que lleve las tasas de interés a la baja al no estar sujetas a la necesidad de atraer capital especulativo. La tasa de interés que realmente cobran los bancos por sus créditos y la que pagan a los ahorradores estarán determinadas tomando como referencia las tasas imperantes en los mercados internacionales. Adicionalmente, se revisa el marco regulatorio del sistema bancario, con el fin de orientar el crédito hacia actividades productivas.

5) El financiamiento del desarrollo económico se basará en el ahorro interno, lo que supone una economía en crecimiento y niveles de vida que permitan ahorrar. Además, se fomentará la repatriación de capitales; se recuperarán recursos a través del combate frontal a la corrupción y al dispendio en el ejercicio del gasto del sector público. Los recursos liberados por la renegociación de la deuda externa serán utilizados en programas de inversión productiva.

MEDIDAS PARA RECUPERAR EL MERCADO INTERNO

Son cinco las medidas a mediano plazo que se proponen para recuperar el mercado interno:

6) Aumentar los salarios mínimos como parte de una política de recuperación gradual del poder adquisitivo de los salarios. Estimular un aumento similar en los sueldos y salarios de tipo contractual, pero con la suficiente flexibilidad en función de las circunstancias de las diferentes ramas productivas y empresas. Los aumentos salariales no son necesariamente inflacionarios; el aumento en el costo de la mano de obra puede ser compensado por el aumento de la productividad. De esta manera se puede activar la producción mediante un aumento significativo de la demanda interna, creando un círculo virtuoso: aumento salarial, aumento de consumo, aumento de ingreso de productores, aumento de inversiones, crecimiento económico para seguir con un nuevo ciclo. La negociación para el aumento de los salarios se llevará a cabo sin intervención estatal para no imponer topes ni mecanismos corporativos de control.

7) Solución al problema de las carteras vencidas mediante la cancelación de intereses moratorios, de intereses sobre intereses, la suspensión y anulación de juicios ejecutivos y de embargos. Por la vía de la negociación entre banca, deudores y gobierno se determinarán quitas al principal en función del valor de recuperación es esta cartera vencidas en el mercados secundario. Aunque el Apoyo Inmediato a Deudores (ADE) significa algunos avances, su defecto principal reside en que es un plan unilateral, que deslegitima a las organizaciones de deudores, no modifica el modelo económico ni el plan de emergencia, por lo cual tampoco favorece la creación de condiciones económicas que hagan pagables las deudas.

8) Suspender los actuales procesos de privatización, que significan un gran riesgo para el patrimonio nacional: petroquímicas, telecomunicaciones, ferrocarriles. Controlar, desde el Congreso de la Unión, los procesos de privatización, para evitar tantos negocios ilícitos como seguir entregando empresas estratégicas, eficientes y lucrativas a manos privadas. Modificar el Artículo 28 Constitucional para redefinir el papel de las empresas públicas en el desarrollo. Emitir y aplicar una legislación antimonopolios eficaz. Publicar las declaraciones patrimoniales de los funcionarios públicos.

9) Revisar el esquema de subsidios al sector agropecuario y otorgar a los productores agrícolas un precio de apoyo que realmente cubra sus costos de producción. Proporcionar apoyos financieros, fiscales y técnicos a la actividad económica en el campo para facilitar el acceso a paquetes tecnológicos que aumentan la productividad, junto con un mejor conocimiento de la aplicación de los conocimientos de productores tradicionales que permiten reducir el uso de agroquímicos y prácticas culturales que imposibilitan la sostenibilidad. Una de las fortalezas de una nueva estrategia se basa en la incorporación activa de la producción agrícola a la generación de crecimiento. Revisar las reformas al Artículo 27 Constitucional en materia de propiedad ejidal con todos los actores involucrados, como la única garantía de un acuerdo nacional para desarrollar una política que respete derechos y promueva la productividad. Mientras que no se mejoren los niveles de productividad y se evite la competencia desleal con productores extranjeros subsidiados, maíz y frijol deben estar excluidos de la competencia internacional.

10) Instrumentar una política industrial que apoye el desarrollo y la asimilación de capacidades tecnológicas que hagan competitiva a la industria nacional y permita reconstruir las cadenas productivas. Esta política industrial incluye incentivos y fomento a ramas y sectores específicos en el marco de programas concertados a largo plazo para una modernización tecnológica que mejore la competitividad de acuerdo con las condiciones actuales de la industria. Los incentivos estarán supeditados a revisión periódica para examinar el cumplimiento de metas acordadas entre gobierno e industria. Revisar los aranceles y demás condiciones de la apertura para las industrias que han sobrevivido la crisis pero están a punto de desaparecer. Establecer obligaciones para elevar el grado de integración nacional de las cadenas productivas para la inversión extranjera directa.

En el ámbito internacional, una economía no puede ser exitosa sin un fuerte sector industrial y agrario. De esta forma, el crecimiento del sector exportador impulsará al resto de la economía y multiplicará con empleos indirectos las inversiones en el sector moderno y exportador de nuestra economía.

MEDIDAS PARA REDEFINIR LAS RELACIONES CON EL EXTERIOR

Cualquier esfuerzo para reencauzar el desarrollo requiere enfrentar claramente las relaciones con el exterior. Esta negociación incluye no sólo los Estados Unidos, con el Fondo Monetario Internacional sino también con la banca privada internacional.

11) Renegociar la deuda exterior en sus plazos, saldos y tasas de interés. Se rechaza la condicionalidad impuesta en el paquete de ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional y del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos por ser incompatible con los objetivos de crecimiento y desarrollo. No se trata de declarar moratorios unilaterales o de romper con el sistema financiero internacional; sin embargo, en sus términos actuales, la deuda externa mexicana y sus próximos vencimientos son impagables. Reformar la Ley de deuda pública para que el Congreso determine el monto, naturaleza y destino del endeudamiento público y someter a un control del legislativo el endeudamiento por regulación monetaria.

12) Revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con el fin de adecuarlo a la nueva estrategia de desarrollo. La redefinición de la apertura deberá tomar en cuenta la vulnerabilidad de ciertos sectores y ramas, así como sus posibilidades reales de competitividad. La renegociación del TLC cubrirá, entre otros capítulos, el trato a la inversión extranjera, el papel del Estado, la propiedad intelectual y las medidas de emergencia por dificultades de balanza de pagos para adecuarlas a lo establecido en el GATT en la Ronda Uruguay de 1994. En particular, es preciso salvar sectores y ramas económicas a punto de desaparecer, apoyarlos para que mejoren su competitividad y volverlos a incorporar a la competencia externa; en este sentido, el maíz y frijol deben estar excluidos del TLC.

HACIA UNA NUEVA ESTRATEGIA DE LA AUTONOMÍA

Nuestra integración a la economía global y la inserción forzada en Norte América está creando oportunidades para algunos y pesadillas para muchos. En la yuxtaposición de ganadores y perdedores, requerimos de nuevas estrategias para el desarrollo rural, estrategias que revaloricen la producción tradicional. Las nuevas estrategias tendrán que aislar, de alguna manera, a estas comunidades de la economía global, produciendo productos con cualidades especiales (orgánicas, genéricas, campesinas…) u ofreciendo servicios que puedan compensar, alentar e impulsar el fortalecimiento de sus actividades dentro de un manejo ambiental sustentable. El enfoque sugerido por la búsqueda de la sustentabilidad y participación popular tiene el fin de crear mecanismos dondequiera que las comunidades campesinas e indígenas encuentren apoyo para continuar cultivando en sus propia regiones. Aun bajo el criterio estricto de la economía neoclásica, este enfoque no debe ser descartado como un proteccionismo ineficiente, ya que la mayoría de los recursos implicados en este proceso tendrían poco o ningún costo de oportunidad para toda la sociedad.2

Las regiones que tienen muchas y mayores oportunidades de explorar usos creativos para su patrimonio natural, son las que están quedando atrás. Algunos de los más importantes proyectos de este tipo son administrados por los grupos comunitarios locales para diversificar su base productiva, usando fuentes de energía renovable y recursos locales para agregar valor con tecnología y prácticas tradicionales. Las posibilidades de encontrar nuevas formas de aprovechar este patrimonio natural son enormes y las iniciativas para implementar estos proyectos entre grupos buscando alternativas para ellos mismos son cada vez mayores.

Volver a desarrollar la "economía campesina" en estas regiones, es tanto deseable como urgente. No es simplemente un asunto de rescate de culturas antiguas, sino de tomar ventaja de una importante herencia cultural y productiva que pueda proporcionar soluciones a los problemas de hoy y mañana. No es una cuestión de "reinventar" la economía campesina, sino de reunirla con sus propias organizaciones para esculpir espacios políticos que les permitan ejercer su autonomía; definiendo las formas en las que sus organizaciones guiarán la producción para ellos mismos y para comerciar con el resto de la sociedad. Una vez más, la identificación tecnocrática de los mecanismos productivos y la catalogación de los sistemas de conocimiento indígenas (que, por ejemplo, están ahora a la orden del día entre las corporaciones transnacionales que buscan nuevas fuentes de germoplasma para sus avances biotecnológicos), no van a revertir la estructura de la discriminación, a menos que se acompañen de una participación política efectiva (Toledo 1998).

Proponemos la formalización de una economía autónoma. Reconociendo la permanencia de una sociedad drásticamente estratificada, el país estará en mejor posición para diseñar políticas que reconozcan y tomen ventaja de estas diferencias a fin de mejorar el bienestar de los grupos de ambos sectores. Una estrategia que refuerce a las comunidades rurales, como un medio que haga posible la diversificación, hará que el manejo del crecimiento sea fácil en aquellas áreas que establecen y desarrollan vínculos con la economía internacional. Pero más importante es que tal estrategia ofrece una oportunidad para que la sociedad confronte activamente los cambios del manejo del ambiente y la conservación de una manera significativa, con un grupo de gente calificado de manera única para tales actividades.

La economía política de la autonomía económica no es nueva. A diferencia del modelo actual que permea todas nuestras sociedades, confrontando a ricos y pobres, la propuesta pide la creación de estructuras de modo que un segmento de la sociedad que elige vivir en áreas rurales encuentre apoyo en el resto de la nación para instrumentar un programa alternativo de desarrollo regional. Este modelo de autonomía comienza con la base heredada de la producción rural, mejorando la productividad mediante el uso de la agroecología. También implica la incorporación de nuevas actividades que se construyan sobre la base cultural y de recursos de la comunidad y de la región para su desarrollo posterior. Requiere respuestas muy específicas al problema general y, en consecuencia, depende fuertemente de la participación local para su diseño e instrumentación. Mientras los planes generales son ampliamente discutidos, los detalles requieren programas bien definidos de inversión de los productores directos y sus socios.3

Lo novedoso de este modelo es la introducción de una estrategia explícita de fortalecimiento de la base social y económica para una estructura que permita a estos grupos mayor autonomía.

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