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Economia Cubana


Enviado por   •  22 de Abril de 2015  •  7.220 Palabras (29 Páginas)  •  210 Visitas

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Tipo de Economía:

La economía cubana está sustentada en los recursos naturales variados del país, que van desde los minerales como el níquel y el cobalto, hasta los paisajes tropicales que atraen a millones de turistas todos los años. El capital humano es el otro pilar fundamental del sector económico de la nación, que cuenta con la mayor tasa de alfabetización, esperanza de vida y cobertura sanitaria de toda la región de América Latina y el Caribe.

El gobierno cubano mantiene su adhesión a los principios socialistas a la hora de organizar su economía, lo que ha llevado a que la economía sea controlada con opciones distintas a las dictadas por el mercado, es decir mediante la planificación, aunque después del derrumbe de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) y el campo socialista europeo, la iniciativa privada y el papel del mercado aumentaron, aunque no al nivel de lo sucedido en Europa del Este.

Por otro lado, y según datos de la ONU, Cuba sería el único país del mundo que cumple los dos criterios que, para la organización WWF, significan la existencia del desarrollo sostenible: desarrollo humano alto (IDH > 0,8) y huella ecológica sostenible (huella < 1'8 ha/p). Según el informe EPI de 2010, realizado por las universidades de Yale y Columbia en Estados Unidos el país está en la posición 9na en el mundo con mejor desempeño ambiental, con cifras solo comparables con naciones altamente desarrolladas.

Economía antes de la revolución

La economía cubana siempre ha estado muy ligada al azúcar, que ha constituido desde el inicio el principal y casi único producto exportado por la isla.

Después de la independencia el panorama no cambió demasiado, Cuba seguía dependiendo del azúcar, su economía estaba muy ligada a su precio en el mercado internacional porque casi todo el azúcar que se producía estaba destinada al mercado exterior, especialmente a los Estados Unidos.

Sin embargo, entre 1920 y 1933 las exportaciones e importaciones de la isla se redujeron de un 60% al 50%. Ocurren varias desgracias para que tengan semejante bajada en poco más de 10 años: en 1920 los EEUU, que había estado comprando enormes cantidades para alimentar a los soldados de la Primera Guerra Mundial, deja de necesitar tanto azúcar y a partir de 1925 Estados Unidos empieza a producir azúcar de remolacha cultivada en su propio territorio que poco a poco va sustituyendo al azúcar de Cuba. Para terminar de hundir las exportaciones en 1929 se produjo el Crack del 29.

Al bajar la demanda de azúcar el precio comenzó a bajar y la economía Cubana empezó a perder ventaja en términos de intercambio: ahora necesitaba vender más toneladas de azúcar para poder importar del extranjero la misma cantidad de otro producto que antes, es decir: si en 1900 tenía que vender una tonelada de azúcar por cada coche que compraba, en 1950 tenía que vender dos toneladas para poder comprar un coche extranjero.

Esto condujo a una profunda crisis económica y social en la isla que acabó desembocando en la Revolución cubana.

Economía reciente

La mayoría de los medios de producción pertenecen y son administrados por el gobierno cubano y, según las estadísticas del mismo, el estado emplea alrededor de un 75% de la mano de obra. La verdadera cifra se puede aproximar al 90%, puesto que el empleo en el sector privado consiste mayormente en unos 200.000 agricultores privados con pequeñas parcelas y unos 100.000 "cuentapropistas" o trabajadores independientes, según ciertas fuentes.

Hacia 1985 la renta per cápita estimada de Cuba superaba a la de otros países de su entorno geográfico como República Dominicana, Haití, El Salvador, Nicaragua y Honduras. De hecho la economía cubana aún se está recuperando de una baja del producto interno bruto de al menos 35% entre los años 1989 y 1993, debido a la pérdida de los subsidios soviéticos. Con el objetivo de aliviar la crisis económica, en 1993 y 1994 el gobierno introdujo algunas reformas de orientación mercantilista, entre ellas la apertura al turismo, el permiso a la inversión extranjera, la legalización del dólar y la autorización al empleo por cuenta propia en casi 150 profesiones. Estas medidas resultaron en un crecimiento económico moderado.

A fin de ofrecer empleo a aquellos trabajadores que fueron despedidos debido a la crisis económica, y con el objetivo de suministrar servicios que el gobierno encontraba difícil ofrecer, así como para intentar convertir ciertas actividades del mercado negro a actividades legales, y, por lo tanto, controlables.

El gobierno mantiene un fuerte control sobre el pequeño sector privado a través de la regulación y los impuestos. Por ejemplo, los propietarios de un pequeño restaurante privado no pueden proveer asientos a más de 50 personas y deben pagar impuestos del 25% sobre el salario pagado a los trabajadores contratados más allá de cinco unidades. Las tasas mensuales se deben pagar sin consideración alguna a los ingresos, y hay inspecciones frecuentes donde se imponen multas elevadas cuando se viola cualquiera de las múltiples normas del empleo por cuenta propia.

La situación económica de Cuba se ve negativamente afectada por los elevados precios que tiene que pagar a la hora de adquirir financiación extranjera. El gobierno cubano dejó de pagar la mayor parte de su deuda externa en 1986 y carece de acceso a los créditos de las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, lo cual significa que La Habana depende fuertemente en préstamos de corto plazo para financiar sus importaciones, principalmente de alimentos y combustible. Debido al pésimo crédito del país, la deuda de 11 mil millones de dólares en moneda dura y los riesgos asociados con las inversiones en Cuba, las tasas de interés han llegado, según ciertos informes, a niveles de hasta el 22%. Igualmente el embargo estadounidense afecta negativamente al comercio exterior cubano impidiéndole acceder a productos estratégicos de ciertas empresas tanto estadounidenses, como finlandesas, japonesas y de otros países.

Según el informe del gobierno cubano sobre las consecuencias del embargo de 2007 presentado ante la ONU, los daños documentables causados por el embargo llegaron a 96 mil millones de dólares en 2008. El principal centro de atracción de inversiones extranjeras es la Zona Especial de Desarrollo de Mariel de 450 km2, donde se planea crear laboratorios mixtos con empresas brasileñas para la producción y exportación de medicinas cubanas. A fines de 2014, se abrieron negocios privados en 201 actividades diferentes, especialmente en el sector de servicios, empleando a más de 476.000 ciudadanos en actividades privadas. La actividad privada que impulsa Raúl Castro, especialmente en el sector servicios, junto al desarrollo de cooperativas, ha crecido en los últimos años. El número de trabajadores del sector privado y cuentapropistas en Cuba trepó a 489.929 a fines de febrero del año 2015.

Tipo de Mercado:

1. Dualidad monetaria

En Cuba circulan dos monedas, el “peso cubano” (CUP) y el “peso cubano convertible” (CUC). Ambas monedas sólo tienen curso legal en la Isla, con una tasa de cambio actual fija de 1 CUC = 24 CUP = 1,08 US$.

Las transacciones entre empresas cubanas se realizan en pesos cubanos (CUP) o en pesos convertibles (CUC), según el tipo de empresas de que se trate. No obstante, los pagos a los proveedores extranjeros se realizan en la divisa acordada en el contrato de compra-venta (dólares estadounidenses, dólares canadienses, euros, libras esterlinas, francos suizos, etc.).

Por otra parte, en correspondencia con esta dualidad monetaria, en el país existen dos mercados claramente diferenciados:

- El mercado interno en pesos cubanos: Constituye el mayor consumidor de las importaciones de alimentos, bienes de consumo y maquinarias e insumos para la industria, que son ejecutadas fundamentalmente por las empresas estatales. El presupuesto estatal en divisas es la principal fuente de financiamiento de estas importaciones.

- El mercado interno en pesos cubanos convertibles, originado como consecuencia de la apertura de esta economía al exterior a partir del año 1993. En él, las importaciones están dirigidas fundamentalmente a la industria del turismo receptivo, que es hoy una de las principales fuentes de ingresos de divisas del país, como así también a determinadas industrias y a una amplia red de comercio y servicios que vende a la población en esta moneda. Cabe destacar, que este mercado en divisas se caracteriza por la inclusión de altos márgenes comerciales a los precios de venta minorista de los productos, con una declarada intención redistributiva.

2. Sistema empresarial

Atendiendo a su forma de constitución, las empresas cubanas se clasifican como sigue:

A.- Empresas estatales: Se trata de entidades que reciben asignaciones financieras gubernamentales para realizar producciones o brindar servicios fundamentales para todo el país. En todos los casos, su financiamiento proviene del presupuesto central del Estado.

B.- Sociedades mercantiles de capital totalmente cubano: Como parte de las reformas introducidas en la economía cubana, desde la segunda mitad de los años 80 se comenzaron a crear empresas con soporte jurídico de sociedades anónimas por acciones nominativas, que a todos los efectos se pretendía aparecieran como empresas privadas, pero cuyo capital es del Gobierno, por lo que en realidad son una variante de empresa estatal.

Algunos ejemplos notables de empresas de este tipo son la Corporación CIMEX S.A., probablemente la entidad empresarial más diversificada del país, como así también las creadas en el sector turístico: Cubanacan S.A., Gaviota S.A., Comercializadora ITH S.A., entre otras. Algunas de ellas, a su vez, se convirtieron en Holdings, que detentan las acciones de otras empresas dentro y fuera de Cuba, y son copropietarias de empresas mixtas creadas con la participación de capital extranjero.

Su característica distintiva es que gozan de una cierta autonomía en la administración de sus finanzas, en contraposición con las empresas estatales, que las asemejan más a una empresa convencional de cualquier país. Es decir, la empresa en cuestión descuenta de sus ingresos lo necesario para sus gastos, incluyendo las importaciones, y entrega las utilidades al Estado cubano, que es su propietario.

Este esquema "autónomo" se continuó ampliando paulatinamente en los años 90’s, y abarca precisamente a las empresas vinculadas a los sectores más dinámicos y rentables de la economía, tales como el turismo, las cadenas de tiendas y servicios en divisas, la pesca, la minería, la aviación civil, los cítricos y otros.

C.- Sociedades mercantiles cubanas con participación de capital extranjero (comúnmente denominadas empresas mixtas o joint ventures): A partir de la década de 1990 se incorporó al panorama económico de Cuba, que anteriormente estaba conformado de forma exclusiva por empresas estatales, un grupo de empresas mixtas, la mayoría ubicadas en sectores estratégicos como la minería del níquel, la prospección y refinación de petróleo, las telecomunicaciones y el turismo, las cuales tienen en principio autonomía para realizar directamente sus importaciones y exportar sus producciones. No obstante, con independencia del grado de participación que pueda tener el capital extranjero en su conformación, estas empresas son creadas en virtud de la ley cubana de inversión extranjera (ley No. 77) y responden básicamente a los intereses y objetivos económicos del Estado cubano.

En consecuencia, se puede considerar a la totalidad de las empresas cubanas como estatales, exceptuando tal vez las de capital mixto (que numéricamente son minoría).

Empresas autorizadas a realizar actividades de comercio exterior:

De entre el universo de empresas estatales, ya sean las estatales “típicas” o las del sector “autónomo”, existe sólo un reducido grupo que cuenta con autorización del Gobierno para realizar operaciones de comercio exterior. A su vez, las empresas que pertenecen a este selecto grupo se clasifican en exportadoras, en importadoras, o en importadoras-exportadoras, según la función que le haya sido asignada por el Ministerio de Comercio Exterior (MINCEX) de Cuba.

Como mecanismo regulador adicional, el MINCEX limita a determinadas nomenclaturas (categorías) de productos el espectro de bienes que cada empresa autorizada puede importar o exportar, en dependencia del sector de la economía en el que se desempeñe y del tipo de actividad concreta para la que fue concebida. Con este fin, el Ministerio de Comercio Exterior establece los llamados “nomencladores de exportación e importación”.

Por su parte, las empresas de capital mixto (o joint ventures) con el Estado cubano, en virtud de la ley local de inversión (ley N° 77), pueden importar de forma directa e independiente las materias primas y los insumos que necesiten para sus propias producciones, como así también exportar estas últimas.

3. Modo de operar de las firmas importadoras locales

El hecho de que casi la totalidad de las empresas importadoras sean estatales hace de Cuba un mercado peculiar, ya que el Gobierno siempre tiene la posibilidad de impartir instrucciones que en la práctica comercial cotidiana tienen un peso superior a los aranceles o a cualquier otra variante indirecta de regulación. Ese poder se ejerce en la actualidad, por ejemplo, para privilegiar la compra de productos nacionales o elaborados por empresas mixtas en Cuba, como así también para exigir la obtención de determinadas condiciones de financiamiento, determinar el monto del presupuesto anual para importaciones y limitar los gastos en que puede incurrir la empresa al realizar sus compras.

En general, el financiamiento constituye un elemento clave en las decisiones de compra, y para grandes proyectos industriales o importaciones de tecnología pueden influir además consideraciones estratégicas sobre las garantías de continuidad a largo plazo en el suministro de partes, piezas de repuesto y asistencia técnica.

Asimismo, las empresas importadoras cubanas, para decidir a qué suministrador comprar, generalmente utilizan, de acuerdo a regulaciones gubernamentales, un método conocido como “Análisis de Concurrencia”. Este proceso, parecido a la licitación pero menos formal, tiene entre sus reglas la comparación entre las ofertas de al menos tres proveedores (usualmente se incluyen más) en aspectos tales como calidad, precios y costos de flete, como así también en las facilidades y términos de financiamiento de cada oferente.

El sistema de compras por análisis de concurrencia implica también que no existen en principio proveedores fijos para prácticamente ninguna categoría de productos, por lo que las empresas exportadoras deben garantizar el mantenimiento de su competitividad en el tiempo. Si bien para las empresas extranjeras que operan regularmente en el mercado cubano esto puede resultar inconveniente, constituye una ventaja para las que pretenden incorporarse como nuevos abastecedores, ofreciéndosele prioridad, por indicaciones del Gobierno, a los fabricantes y sus distribuidores directos (en lo posible se evitan intermediarios que encarezcan las operaciones).

En la mayoría de los casos, una vez importada la mercancía, las propias empresas importadoras poseen sistemas de almacenamiento y transporte que les permiten actuar como distribuidoras mayoristas, facturando los productos importados mediante relaciones de compra-venta con otras empresas también estatales. Estas relaciones mercantiles de cobros y pagos entre empresas estatales son de carácter más bien formal, cuyo objetivo básico es mantener por ese medio el control sobre el movimiento de los recursos, pero sin perseguir otros objetivos económicos.

También resulta común que los importadores utilicen la modalidad de “importación de mercancías en consignación”, entendida como la entrega de las mercancías en custodia al cliente (importador comisionista), que de esta forma paga al proveedor (comitente) en el momento en que la mercancía es vendida a terceros, o en un plazo acordado a partir de que la mercancía se vende a terceros. Estos contratos de ventas en consignación (o contratos de comisión), son empleados como una variante para suplir la carencia de créditos externos y la inexistencia de un mercado de créditos internos, buscando compartir los riesgos del mantenimiento de inventarios (stocks).

Por otra parte, resulta importante destacar que en las firmas importadoras cubanas existen funcionarios que se especializan en determinadas categorías de productos y mantienen contactos regulares con proveedores de todo el mundo, por lo que en general conocen bien la situación prevaleciente en el mercado internacional. De modo que la idea que suele tenerse de Cuba como un país aislado, ávido de proveedores y un terreno propicio para ventas fáciles, puede resultar errónea.

Por último, cabe señalar que, siendo mayoritaria la propiedad estatal en el sector empresarial, la mayoría de las compras que realizan en el exterior las empresas importadoras cubanas pueden considerarse como compras gubernamentales.

4. Formas de pago

4.1 - Marco jurídico e institucional

En 1997 en Cuba se produjo una reestructuración del sistema bancario y financiero nacional. Ese año, el Consejo de Estado de la República de Cuba emitió el Decreto Ley No. 172, que establecía la creación del Banco Central de Cuba (BCC), y el Decreto Ley No. 173, que proporcionaba el marco jurídico regulatorio para el desempeño de la actividad de los restantes bancos e instituciones financieras no bancarias.

De esta forma, el actual sistema financiero quedó conformado por 26 entidades estatales (un banco central, ocho bancos comerciales, y 17 instituciones financieras no bancarias), 11 oficinas de representación de bancos extranjeros y dos oficinas de representación de instituciones financieras extranjeras no bancarias.

Por otra parte, desde el 1ro. de enero de 2005, en virtud de la Resolución No. 92/2005 del Banco Central de Cuba (BCC), todos los ingresos en divisas del Estado cubano, por concepto de aportes, impuestos, recaudaciones u otros, son depositados en una cuenta en el BCC denominada "Cuenta Única de Ingresos en Divisas del Estado".

La asignación de estos recursos se controla centralmente como sigue: el Ministerio de Finanzas y Precios local asigna mensualmente a cada Organismo (Ministerio) de la Administración Central del Estado una cantidad de divisas que depende de los ingresos a escala nacional previstos para el mes en cuestión. Sin embargo, las cantidades finales entregadas son precisadas semanalmente, de acuerdo a los ingresos reales del país.

De este modo, cada Ministerio tiene su propio presupuesto con el que deben realizar todas las operaciones en divisas las empresas estatales que a él se subordinan.

Finalmente, se informa que los bancos cubanos que tienen arreglos de corresponsalía con bancos argentinos son el Banco Nacional de Cuba, que atiende la deuda contraída con la Argentina; el Banco Financiero Internacional S.A. (BFI SA), considerado el principal banco cubano para operaciones internacionales; y el Banco Internacional de Comercio S.A. (BICSA), segundo banco comercial en importancia del país.

4.2 - Instrumentos de pago

En la actualidad, en la Isla se utiliza prácticamente la misma variedad de instrumentos de pago de comercio exterior que en otros países del Mundo. Sin embargo, existen especificidades en algunos de los instrumentos utilizados, y también algunas variantes atípicas surgidas de las peculiares condiciones del país.

Una singularidad radica en la imposibilidad de las empresas y bancos cubanos de realizar operaciones denominadas en dólares estadounidenses, debido a las restricciones impuestas por el Departamento del Tesoro de ese país como parte del embargo económico que mantiene sobre la Isla. Esta restricción obliga a que, pese a que los precios e importes de muchos contratos se definen en dólares, los pagos (o reembolsos bancarios) se efectúen en otras monedas. Ello no solo dificulta las operaciones en mercados donde predomina el dólar estadounidense, sino que introduce riesgos adicionales de tipo de cambio, y costos adicionales por comisiones en el canje de una moneda a otra.

Entre los instrumentos de pago utilizados pueden mencionarse:

A. Cartas de Crédito (o Créditos Documentarios)

B. Letras de Cambio

C. Transferencias Condicionadas

D. Cobros Documentarios

E. Pagos contra entrega

F. Cheques Bancarios

G. Factura comercial

A. Cartas de Crédito (o Créditos Documentarios):

Dadas las restricciones financieras imperantes en Cuba, la operatoria de cartas de crédito tiene varias especificidades.

Con anterioridad al año 2005, los bancos cubanos, a fin de minimizar riesgos, tenían por norma congelar a sus clientes en sus cuentas una suma equivalente al valor de la carta de crédito que solicitaban abrir. Ello, si bien ofrecía una garantía de pago total para cualquier carta de crédito que fuera emitida por bancos cubanos, implicaba una inmediata limitación de la liquidez para la entidad solicitante, e influía de manera determinante en que numerosas empresas locales evitaran utilizarla y buscaran otros mecanismos de pago.

Sin embargo, a partir del año 2005, con el establecimiento de la "Cuenta Única de Ingresos en Divisas del Estado", el Gobierno comenzó a controlar centralizadamente la asignación de los recursos financieros, lo que hizo posible que bancos comerciales locales comenzaran a otorgar líneas de crédito de forma selectiva a empresas importadoras seleccionadas por el Estado cubano.

De esta forma, hoy existe un grupo de empresas cuyas compras en el exterior, fundamentalmente de alimentos y equipamiento para la industria, por ser consideradas de importancia estratégica para el país, están respaldadas por líneas de créditos provenientes de bancos cubanos. Consecuentemente, estas empresas han comenzado a utilizar con mayor frecuencia la carta de crédito, aunque normalmente en la modalidad de pago a término, es decir, entre 90 y 360 días a partir de la fecha de emisión de los documentos de embarque, y en ocasiones incluso entre 540 y 720 días.

Entre las empresas importadoras locales que clasifican en esta categoría pueden mencionarse, a modo de ejemplo: Corporación CIMEX S.A., Corporación COPEXTEL S.A., ENERGOIMPORT, MATCO, S.A., RC COMERCIAL, EMIAT, TECNOTEX, TECNOIMPORT, Corporación CUBALSE S.A., entre otras.

En relación con las diversas variantes que contempla este instrumento de pago, puede afirmarse que la Carta de Crédito Irrevocable, ya sea a la vista o a término, es el mecanismo más seguro para realizar operaciones de comercio exterior con Cuba, sobre todo si son emitidas por los bancos locales BFI (Banco Financiero Internacional, S.A.) y BICSA (Banco Internacional de Comercio, S.A.).

Sin embargo, cabe señalar que las empresas cubanas normalmente no utilizan la carta de crédito confirmada, debido a que la intervención de un banco de nivel internacional que las avale muchas veces obliga al banco local a colateralizar el 100% del valor de la carta de crédito, con el consiguiente encarecimiento de la operación.

Por último, resulta importante conocer que las cartas de crédito a término emitidas por bancos cubanos pueden ser descontadas por cualquiera de las tres entidades financieras extranjeras presentes en el país, las que a cambio de comisiones que oscilan entre el 15 y el 20 % anual aceptan los riesgos de los bancos cubanos. Entre estas entidades cabe destacar al Republic Bank, que opera en Cuba a través de una oficina de representación.

B. Letras de Cambio:

La letra de cambio es, además de la carta de crédito, el otro instrumento de pago que con mayor frecuencia se utiliza en Cuba. A diferencia de la carta de crédito, la letra de cambio en general es librada por el exportador extranjero y aceptada por el importador, y puede ser avalada por cualquiera de los bancos comerciales cubanos.

B.1. Letra de cambio avalada:

La letra de cambio avalada puede considerarse una forma de pago segura, incluso equivalente a la carta de crédito irrevocable, cuando está avalada por bancos locales como el BFI o el BICSA.

La dificultad en este caso radica en que los mencionados bancos avalan las letras de cambio de forma estrictamente selectiva, generalmente cuando estas son aceptadas por empresas importadoras cubanas de primera línea a las que otorgan líneas de crédito.

De lo contrario, el importador local deberá ofrecer al banco cubano una garantía 100 % colateral, lo que se traduce como la inmovilización de una suma de sus fondos equivalente al valor de la letra de cambio que solicite avalar.

Por lo demás, al igual que la carta de crédito, la letra de cambio avalada casi siempre puede ser descontada antes de su vencimiento por cualquiera de las tres instituciones financieras extranjeras o de capital mixto que operan en la Isla, en porcentajes que actualmente oscilan entre un 15% y un 20% anual.

B.2. Letra de cambio sin aval:

La utilización de este instrumento de pago en operaciones de comercio exterior, ofrece a las empresas importadoras cubanas que no son de primera línea la ventaja de que su banco comercial no le congela los fondos en su cuenta.

Las letras de cambio sin aval tienen utilidad en Cuba como medio de fijar el compromiso de pago en una venta a término, pero como instrumento financiero tienen valor en la misma medida en que la empresa importadora que la acepte sea considerada solvente. Por ejemplo, cuando estas letras son aceptadas por empresas locales como ETECSA, ARTEX y las importadoras de primera línea mencionadas en el inciso A) precedente, entonces resulta un medio seguro de pago, aún sin estar avaladas por ningún banco cubano.

De igual forma, dependiendo de la empresa que acepta la letra, esta podrá o no ser descontada por cualquiera de las instituciones financieras extranjeras o de capital mixto que operan en Cuba. A modo de ejemplo, las letras aceptadas por ETECSA, que es una empresa de capital mixto cubano-italiano que opera en Cuba en el sector de la telefonía y las telecomunicaciones, o por la Corporación CIMEX, que es una de las entidades más solventes y diversificadas del país, pueden ser descontadas sin inconvenientes de forma inmediata en la oficina de representación del Republic Bank en La Habana.

C. Transferencias Bancarias Condicionadas:

En este caso, el cliente (empresa cubana) origina la operación al solicitar en su banco comercial la apertura de una Transferencia Condicionada a favor de un determinado proveedor. En el Modelo de Solicitud, el cliente establece las condiciones a cumplir por el proveedor para que se efectúe la transferencia de los fondos entre su cuenta y la de éste.

Las condiciones son prácticamente las mismas que se establecen para una Carta de Crédito. O sea, se transfieren los fondos a la cuenta del proveedor contra la presentación al banco de los documentos de embarque (Bill of Lading/ Air Waybill, Factura Comercial, Packing List, Certificado de Origen, Certificados de Calidad, Certificados Sanitarios, etc.). Como elemento singular, el Bill of Lading o Air Waybill puede ser sustituido por un Acta de Entrega o Recepción en los almacenes del cliente.

Al igual que con la Carta de Crédito, el banco chequea que existan fondos en la cuenta del cliente, y bloquea de inmediato la suma necesaria para cubrir la Transferencia Condicionada.

En la propia solicitud pueden incluirse instrucciones de pago al proveedor, que indiquen transferir los fondos, una vez efectuado el pago, a una cuenta en el exterior. También puede existir por el proveedor una instrucción permanente, indicando que todos los fondos recibidos en su cuenta se transfieran a otra cuenta en el exterior.

La diferencia fundamental de la Transferencia Bancaria Condicionada con la Carta de Crédito es que los fondos se mueven, no entre dos bancos de dos países diferentes, sino entre dos cuentas dentro de un mismo banco, en el país del cliente (Cuba). Además, dado que la transferencia bancaria condicionada no se supedita a normas internacionales, resulta más cómoda para ambas partes y permite una cierta flexibilidad del banco, en contraposición a la exquisitez de detalles que exige la Carta de Crédito, donde la más mínima discrepancia significa la pérdida de la automaticidad del pago.

La Transferencia Bancaria Condicionada es un mecanismo muy peculiar, que se ha desarrollado en Cuba a partir de solicitudes de intermediación bancaria formuladas por proveedores y clientes del Banco Financiero Internacional, y ha cobrado impulso por su utilización continuada.

D. Cobros Documentarios:

Además de las operaciones convencionales de cobro documentario, se realizan algunas que se asemejan más a un "factorage", ya que una vez realizado el embarque se envían los documentos a un banco cubano, por lo general el BFI o el BICSA, vía courrier o por medio de personal de la empresa exportadora, y éste se encarga de negociar el cobro, manteniendo informado al cliente sobre la evolución de la gestión.

Los bancos cubanos aplican una comisión sobre el valor de la operación, por la negociación de cobros. Para obtener estos servicios no es preciso viajar a Cuba ni tener una relación previa con estos bancos.

E. Pagos contra entrega:

En diversas ocasiones, sin que se abra previamente una Carta de Crédito, los exportadores asumen el riesgo de fletar un buque o enviar sus mercancías, negociando el cobro a su arribo a puerto, ya sea antes de la descarga o contra el Acta de Entrega y/o Inspección en los almacenes del comprador.

El pago de esta modalidad se concreta a través de una especie de Cobro Documentario como el explicado precedentemente.

F. Cheques Bancarios:

El cheque es ampliamente utilizado, no sólo para operaciones entre las propias empresas cubanas, sino también para pagar operaciones de comercio exterior, sobre todo si estas son realizadas por las compañías extranjeras que tienen oficinas de representación en Cuba.

Por lo general, los cheques se denominan en dólares y pueden hacerse efectivos en cualquiera de los bancos del país sin mayores dificultades. A la fecha no se conocen casos de cheques sin fondos emitidos por empresas cubanas.

G. Factura comercial:

Otra forma de pago que normalmente se utiliza, sobre todo con empresas altamente solventes en el país como la Corporación CIMEX, es la factura comercial, aceptada por la mayoría de los proveedores extranjeros. CIMEX paga contra la factura emitida en dólares estadounidenses normalmente entre 180 y 360 días después de recibida y esta puede ser descontada entre un 15% y un 20% anual por las entidades financieras extranjeras o de capital mixto que operan en Cuba.

H. Otras variantes contractuales:

H.1. Consignación de Mercancías:

Una de las variantes utilizadas por las empresas importadoras cubanas para suplir la carencia de créditos externos e internos, como así también para compartir los riesgos del mantenimiento de inventarios (stocks), es la firma de contratos de ventas en consignación, entendidos como la entrega de las mercancías en custodia al importador, que paga al proveedor en el momento en que la mercancía se vende a terceros, o en un plazo acordado a partir de que la mercancía se vende a terceros. En estos casos, el pago se concreta comúnmente mediante cheques en dólares.

Cuando las empresas cubanas solicitan realizar ventas en consignación, conviene realizar las operaciones utilizando un mecanismo de fideicomiso. Si bien en Cuba el servicio lo prestan varias instituciones, como el Banco Internacional de Comercio (BICSA) y el Banco Financiero Internacional (BFI), la COMPAÑÍA FIDUCIARIA es la empresa que se especializa en este servicio. Mediante esta operación, se crea una cuenta fiduciaria y contractualmente se establecen los mecanismos de distribución de las cuotas correspondientes a la venta de las mercancías.

H.2. Pago a término contractual (sin mediar carta de crédito u otro instrumento financiero):

Esta modalidad es usada generalmente por clientes y proveedores que tienen una relación comercial sistemática, y se basa en la confianza entre las partes.

Los términos de pago se establecen en un Contrato de Compra-Venta (puede ser también un Contrato de Consignación), indicando un pago al contado o a término a partir del embarque, arribo o recepción de las mercancías, pero sin intermediación bancaria.

Al llegar el momento del cobro, éste se concreta generalmente por cheques bancarios en dólares.

Se dan casos de proveedores que embarcan mercancías solicitadas con urgencia por vía telefónica, sin que medie siquiera contrato, sino una simple factura presentada al cobro directamente al cliente después de que éste ya recibió la mercancía.

H.3. Ventas desde almacenes inbond:

A partir de la creación de los regímenes de almacenes inbond (almacenes en régimen de depósito público de aduanas), numerosas empresas han optado por acercar sus mercancías al mercado, pero manteniéndolas bajo su control.

Este es el caso sobre todo de las empresas que tienen oficinas de representación comercial en Cuba. Estas empresas a menudo optan por alquilar un almacén en una de las áreas inbond disponibles, y utilizan su personal para promover las ventas a sus clientes en Cuba. Cuando se acuerda una venta, la empresa compradora realiza los trámites de aduana y se extrae la mercancía del almacén inbond como si fuera una importación convencional.

El pago en este caso se concreta también por cheques en dólares, en la mayoría de los casos.

Esta variante permite acceder a clientes que realizan compras frecuentes, pero de pequeña o mediana envergadura, y a los nichos de mercado donde la oportunidad de la entrega puede significar la diferencia. Así ocurre, por ejemplo, con una buena parte de los insumos hoteleros que adquiere de manera sistemática el sector turístico, y con las cadenas de negocios estatales que venden en divisas.

4.3 - Instituciones financieras con participación de capitales extranjeros

Hasta la fecha existen en Cuba dos entidades de este tipo: la CORPORACIÓN FINANCIERA HABANA (CFH), cuyos socios son el grupo español Caja Madrid y el Banco Popular de Ahorro de Cuba; y la FINANCIERA IBEROAMERICANA, resultado de la asociación del Banco Sabadel, de España, con el Grupo Nueva Banca, de Cuba.

Existe además una oficina de representación del Republic Bank (banco de Trinidad y Tobago), con personal que actúa como facilitador en el financiamiento de cuentas por cobrar de entidades extranjeras en Cuba.

En general, entre los principales servicios que brindan estas instituciones financieras cabe mencionar el descuento de cartas de crédito y letras de cambio, préstamos directos a corto plazo, factoraje, etc. Las tasas de descuento oscilan entre un 15% y un 20% anual, en dependencia de la calidad del deudor (riesgo de la empresa cubana), de los plazos de financiamiento pactados, de la entidad financiera que preste el servicio, y del tipo de operación de que se trate.

Por último, cabe destacar que existe además un grupo de casas financieras totalmente cubanas, dentro de las cuales pueden mencionarse por su importancia FINTUR (perteneciente al Ministerio del Turismo), y Financiera CIMEX, S.A. (de la Corporación CIMEX, S.A.). Estas entidades se especializan en financiar cuentas por cobrar de empresas exclusivamente cubanas.

4.4 - Confiabilidad de los pagos

La confiabilidad de los pagos es una preocupación típica de las empresas que comienzan a operar con Cuba. En realidad, cada cierto tiempo se producen demoras en los pagos de algunas de las empresas importadoras, pero hasta donde conocemos no se han producido desfalcos o quiebras de ninguna de las entidades estatales que se especializan en operaciones de comercio exterior.

Las empresas argentinas que ya cuentan con representaciones en la Isla están al tanto de este particular y realizan gestiones sistemáticas para mantener sus cobros lo más al día posible. Algunas de estas empresas, que tienen acuerdos de distribución con firmas de nuestro país, pagan las mercancías al fabricante y asumen el riesgo y los plazos de crédito que solicitan las contrapartes cubanas.

Sin embargo, en la práctica de los pagos corrientes de comercio exterior pueden establecerse ciertas diferencias entre los tres grupos fundamentales de empresas explicados en el apartado 2.2 de este perfil de mercado, a saber:

Empresas importadoras estatales típicas:

Formalmente se trata de empresas sin fines de lucro, que reciben del Gobierno asignaciones financieras provenientes del presupuesto central del Estado para realizar importaciones fundamentales para todo el país. En general, los contratos se realizan por montos significativos, con frecuencia al amparo de una línea de crédito.

No se conocen casos de impagos debidos a desfalcos u operaciones fraudulentas, y aunque en ocasiones se producen atrasos en los pagos, tanto las empresas cubanas como sus ejecutivos tienen por lo general un comportamiento serio.

Empresas importadoras del sector autónomo:

Algunos ejemplos notables de este tipo son la CORPORACIÓN CIMEX S.A., la CORPORACIÓN CUBALSE S.A., COPEXTEL S.A., CUBANACAN S.A., GAVIOTA S.A., COMERCIALIZADORA ITH S.A., entre otras.

No obstante la relativa autonomía de que gozan estas empresas en la administración de sus finanzas, periódicamente pueden llegar a experimentar una cierta carencia de liquidez, que se traduce en demoras de los pagos a sus proveedores. La mayoría de las veces esta situación se debe a que la empresa en cuestión tuvo que realizar al Estado el pago de los aportes sobre utilidades, en virtud de un plan que los empresarios cubanos tienen que cumplir a toda costa (no olvidar que son empresas estatales). Por lo general, una vez que la empresa deudora recobra su liquidez, automáticamente se saldan los pagos atrasados y los corrientes.

Esta situación es ampliamente conocida por las empresas extranjeras que trabajan en el mercado cubano, sobre todo por las que tienen oficinas de representación en Cuba, las cuales conocen las formas y medios de garantizar sus cobros, así como el margen de riesgo que pueden asumir.

No se conoce ningún caso de empresas cubanas de este tipo que se haya declarado en suspensión de pagos o en quiebra.

Empresas y Asociaciones Mixtas:

Se caracterizan por ser financieramente las más sólidas y confiables del país, como así también las más eficientes desde el punto de vista productivo. No se conoce a la fecha casos de atrasos, mucho menos de suspensión de pagos por parte de empresas de este tipo.

4.5 - Nota aclaratoria importante

La actual crisis económica y financiera internacional ha repercutido rápidamente en la frágil economía cubana, afectando especialmente el ya precario equilibrio de sus finanzas internas. En particular, la caída en el mercado internacional de los precios del mineral de níquel (sínter de níquel más cobalto), principal rubro exportable del país, así como la contracción de la industria del turismo a escala mundial, ha ocasionado una significativa disminución en los ingresos de divisas del país, agudizando su acostumbrada falta de liquidez.

Ante esta situación, y como medida de contingencia, el Banco Central de Cuba, a instancias del Gobierno, ha decidido limitar la venta de divisas convertibles a los bancos comerciales locales con el fin de mantener dentro de ciertos límites el nivel de las reservas nacionales en divisas. En consecuencia, los bancos comerciales cubanos se han visto forzados a aplazar las transferencias de divisas al exterior correspondientes a cartas de crédito ya vencidas con proveedores extranjeros.

De esta forma, las deudas de la banca comercial local con los acreedores extranjeros están siendo reprogramadas, priorizando en primer lugar a los grandes proveedores y en segundo lugar a los casos de mayor antigüedad, asegurando que los compromisos se irán cumpliendo sin excepciones, aunque con retrasos.

Principales Actividades Económicas de Cuba:

La economía cubana está condicionada por la explotación de los recursos propios sin la ayuda ni la intervención de los avances de los países desarrollados, eso quiere decir que hay una importancia muy grande de la agricultura y el turismo y está prácticamente ausente la industria, que en la actualidad depende de los avances tecnológicos.

Las principales actividades económicas de Cuba son: turismo, azúcar, petróleo, tabaco, construcción, níquel, acero, cemento, maquinaria agrícola, industria farmacéutica. Entre las producciones agrícolas destacan: caña de azúcar, tabaco, cítricos, café, arroz, papas, frijoles. También es importante la producción ganadera.

El turismo se ha convertido en un sector fundamental para la economía Cubana, ya que dispone de los recursos y puede hacer una oferta sin depender del exterior. Se dedican recursos importantes en la construcción de nuevas instalaciones turísticas y la renovación de estructuras históricas.

El azúcar ha sido el sostén económico de la isla durante casi toda su historia, pero depende de su venta en un mercado internacional que está restringido para Cuba, y en el que, además, el precio del azúcar baja. De otro lado, la tecnología de las labores agrícolas está estancada desde el fin de la URSS, por lo que año a año se pierde productividad. Esta pérdida de productividad es un mal endémico en toda la economía.

La infraestructura de transporte es deficiente, ya que falta vehículos, que además son muy antiguos, y gasolina.

El comercio exterior cubano es exiguo, pero claramente deficitario. Cuba compra mucho más de lo que vende, por lo que la balanza de pagos es negativa, lo que hace aumentar la deuda externa de manera significativa. Se ha de tener en cuenta que Cuba debe de importar todo el petróleo (especialmente de Venezuela) y casi todos los productos industriales.

Sector Empleo:

Cuba está entre los países más pobres del mundo, en consonancia con la mayoría de los países de su región, con una renta per cápita de unos 4.000 dólares. No obstante, y en virtud del gobierno socialista, aquí no hay grandes diferencias entre ricos y pobres, salvo con los grandes jerarcas del Partido Comunista de Cuba. Esta pobreza de cuba se debe a dos factores, la planificación de la economía y las dificultades de establecer relaciones comerciales con otros países de la zona debido a la política de bloqueo de EE UU sobre la Isla.

Por otro lado el mercado de trabajo está intervenido. Según datos del Gobierno cubano el 75% de la población activa trabaja para el Estado, aunque es muy probable que sea mucho más, ya que salvo algunos campesinos con pequeñas propiedades y algunos trabajadores independientes todos los demás trabajan para el Estado. Por el contrario, el paro es anecdótico.

Desarrollo del Sector Agropecuario:

El Sector Agropecuario, para cualquier economía y en particular para la economía cubana se identifica como un sector económico decisivo. El mismo clasifica como un sector económicamente complejo, que encierra un amplio conocimiento técnico y científico acumulado, traspasado y enriquecido de generación en generación.

El sector agropecuario desempeña un importante papel en la economía cubana por su participación directa e indirecta en la conformación del PIB y, en un sentido más general, por el efecto multiplicador que genera. Resulta decisivo y estratégico. Considerar como único indicador su aporte directo al PIB puede conducir a una idea errónea de su importancia: en 2007, este fue de apenas 3,8%; antes del descenso de la producción agropecuaria, el sector aportaba de forma directa entre 7% y 8% del producto.

Un importante conjunto de industrias: la azucarera y sus derivados, la alimentaria, tabacalera, de bebidas y licores, la industria del cuero, la de sogas y cordeles, la maderera, entre otras; dependen total o parcialmente de las materias primas suministradas por el sector agropecuario. Estas representan 6,4% del PIB. Otras actividades, como el transporte y la comercialización de productos agrícolas o productos agrícolas procesados, contribuyen aproximadamente con 10% al total del PIB. En suma, alrededor de 20% del PIB depende, de forma directa o indirecta, de la actividad agropecuaria, aun en las actuales condiciones de estancamiento o disminución de su peso. Además, el efecto multiplicador que el sector agropecuario genera en la economía se manifiesta por medio del encadenamiento o derrame (spill over) hacia atrás y hacia adelante en la cadena de producción. Si el sector no logra producir este efecto y no genera los resultados esperados, tal encadenamiento puede motivar importantes erogaciones –efecto multiplicador no favorable– que deben asumirse para suplir sus deficiencias.

El Sector Agropecuario es un sector primario, creador donde se producen:

- Productos alimenticios de origen vegetal y animal

- Materias primas para la industria

- Fondos exportables

- Generador de energía renovable

La producción de alimentos es la primera condición de vida de los productores directos y de cualquier producción en general, por eso el Sector Agropecuario es un sector decisivamente importante en la producción material y para la economía.

Este sector encierra determinadas peculiaridades que lo hacen complejo, entre ellas:

- Interrelación del proceso económico de la reproducción con el proceso natural de la reproducción. En este sector como en cualquier otro sector, rigen y se manifiestan las leyes económicas, pero rigen a demás las leyes biológicas naturales, en estrecha interrelación e interacción con las leyes económicas, que sin duda hace más complejo el proceso productivo y la obtención de sus resultados.

- La producción se hace a cielo abierto exigiendo que la fuerza de trabajo y la maquinaria agrícola requieran una forma de organización particular (difiriendo de la industria, donde las maquinas y equipos se mantienen fijos, en un área limitada).

- El factor tiempo se manifiesta, tanto por la incidencia que tiene sobre el desarrollo biológico de las plantas y los animales, como en el momento oportuno que requieren ser aplicadas las atenciones culturales y cuidadas a los animales, para poder obtener los resultados productivos esperados. También las incidencias climáticas ejercen una fuerte influencia sobre el Sector Agropecuario como: lluvias, sequías, entre otros.

No obstante estas dificultades propias e intrínsecas del sector, sería aconsejable realizar una breve síntesis y análisis de la evolución del proceso histórico-lógico, sobre la formación del modelo agrícola cubano, es decir desde su propia génesis hasta nuestros días, lo que puede ayudar a comprender el ¿por qué? de las dificultades, por las que ha transitado y aún transita el Sector Agropecuario cubano y quizás contribuya o facilite encontrar el camino más apropiado a seguir en busca de las soluciones.

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