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Economia Internacional


Enviado por   •  5 de Mayo de 2013  •  3.408 Palabras (14 Páginas)  •  261 Visitas

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Crisis global en América latina.

La crisis financiera internacional vuelve a poner de manifiesto la vulnerabilidad de América Latina frente a los acontecimientos internacionales. Aún no se han recuperado los niveles de vida anteriores a la década perdida de los años ochenta cuando otra crisis financiera desencadena una onda recesiva que agravará la pobreza, la inseguridad y la exclusión que caracterizan a la realidad latinoamericana.

Los vínculos con el entorno externo han gravitado siempre en el desarrollo de América Latina. La formación de capital, el cambio técnico, la asignación de recursos, el empleo, la distribución del ingreso y los equilibrios macroeconómicos están, en efecto, fuertemente influidos por las relaciones con el sistema internacional. La globalización plantea interrogantes fundamentales de cuya resolución dependen el desarrollo y la integración latinoamericanas. En otros términos, la respuesta al dilema del desarrollo el mundo interrelacionado constituye el primer desafío que debe resolver la política económica de nuestros países.

Las buenas respuestas a la globalización permiten que las relaciones externas impulsen el desarrollo sostenible y fortalezcan la capacidad de decidir el propio destino. Las malas respuestas producen situaciones opuestas: fracturan la realidad interna, sancionan el atraso y la subordinación a decisiones ajenas. Los resultados de las buenas y las malas respuestas son mensurables: se reflejan en el crecimiento, el bienestar y los equilibrios macroeconómicos.

En América Latina, en el largo plazo, han predominado las malas sobre las buenas respuestas a la globalización. De allí la persistencia de los problemas del subdesarrollo y de los gravísimos problemas sociales prevalecientes. Ahora, una crisis financiera vuelve, en escala ampliada, a confrontar a América Latina con sus dilemas históricos.

El análisis de estas cuestiones requiere distinguir entre los hechos reales de la globalización y ciertas ficciones difundidas acerca de la misma. La crisis financiera actual agrava los problemas y plantea a nuestros países la alternativa de subordinarse pasivamente a acontecimientos fuera de su control o recuperar la gobernabilidad de sus economías para impulsar el desarrollo sostenible y elevar el bienestar. Las buenas respuestas a la globalización no son fáciles pero son posibles. La integración de América Latina fortalece nuestra capacidad de responder mejor a los desafíos del orden global y afianzar la capacidad de decidir el propio destino.

La exploración de estas cuestiones es el objeto de las reflexiones siguientes.

Globalización: real y virtual

Desde el fin de la segunda guerra mundial, los avances científico-tecnológicos han profundizado y transformado los vínculos entre los países. La globalización no es un hecho nuevo pero adquiere ahora dimensiones distintas y más complejas que en el pasado.1 El crecimiento del comercio mundial se concentra actualmente en los bienes de mayor valor agregado y contenido tecnológico. Segmentos importantes de la producción mundial se realizan dentro de las matrices de las corporaciones transnacionales y sus filiales en el resto del mundo. El comercio y las inversiones privadas directas han adquirido un mayor peso en la actividad económica de los países.

Esta globalización real refleja los cambios en la tecnología, la acumulación de capital y la aptitud de las economías nacionales para generar ventajas competitivas. La globalización real es un proceso de largo plazo que se aceleró a partir de la difusión de la revolución industrial en el siglo XIX y adquirió nuevo impulso en la segunda mitad del XX.

La globalización virtual se refiere a la transacción de valores y al procesamiento y circulación de datos e imágenes. Abarca los extraordinarios avances y baja de costos en la transmisión de imágenes e información y en la esfera financiera. Detengámonos brevemente en esta última. Las posibilidades de generar ganancias arbitrando diferencias entre tasas de interés, tipos de cambio variaciones de precios en los mercados inmobiliarios y bursátiles, atraen la mayor parte de las aplicaciones financieras. La especulación es un escenario para ganar (y perder) dinero, a menudo mucho más importante que el de la inversión y la aplicación de tecnología para la producción de bienes y servicios. A diferencia de la globalización en la esfera real, la globalización financiera, tal cual se conoce ahora, es un fenómeno esencialmente contemporáneo.

En el pasado, las finanzas internacionales promovieron y acompañaron, no sin sobresaltos pasajeros y algunos extraordinarios episodios especulativos, el crecimiento de la economía mundial. En la actualidad, la globalización financiera se ha convertido en un fenómeno en gran medida autónomo y de una dimensión y escala desconocidos en el pasado. El crecimiento de la actividad financiera internacional es espectacular y mucho mayor que el de la economía real. Basta recordar algunos indicadores representativos.

El acervo de préstamos internacionales netos de los bancos de los países desarrollados ascendía, a fines de 1997, a 5.3 billones de dólares; 9% de las colocaciones correspondía a los países en desarrollo y 1 % a las economías en transición de Europa Oriental y las repúblicas de la otrora Unión Soviética. El

crecimiento de este segmento del mercado financiero es mucho más rápido que el de la economía real. A principios de la década de los sesenta, los préstamos bancarios internacionales netos representaban 6.2% de las inversiones de capital fijo en el mundo. En la actualidad la relación supera 1 30 por ciento.

A su vez, los inversionistas institucionales, es decir, los fondos de pensión y las compañías de seguros y de inversión (fondos mutualistas y de cobertura), en diciembre del año pasado tenían activos totales por 21 billones de dólares, de los cuales casi 50% correspondía a entidades estadounidenses. En promedio, las colocaciones de los inversionistas institucionales en la periferia representan alrededor de 1 0% del total de sus activos, es decir, una proporción comparable a la de los préstamos internacionales de los bancos.

El mercado de derivados también ha crecido rápidamente. Desde principios de esta década hasta la actualidad sus operaciones aumentaron cuatro veces. El acervo de operaciones con derivados en diciembre último ascendía a 40 billones de dólares, equivalentes a 1 .5 veces el producto total de la economía mundial.

Dada la magnitud de las operaciones financieras internacionales se comprende que los mercados de divisas hayan alcanzado proporciones extraordinarias Las transacciones diarias, de las cuales más

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