El Experimento De HAWTHORNE En La Western Electric Company

Actuando en colaboración con el Consejo Nacional de Investigaciones, la WESTERN ELECTIRC COMPANY, en sus talleres de Hawthorne, Chicago tuvo como objetivo durante tres años determinar el efecto de la iluminación en el obrero y su trabajo (1924). A pesar de no existir un informe oficial acerca de los métodos que fueron utilizados, y sobre todo, los resultados obtenidos con el experimento, Elton Mayo afirma sin miedo a equivocarse que la investigación comprendió en una primera fase la separación de dos grupos de obreros empeñados en la misma tarea en dos habitaciones igualmente iluminadas. Entonces, llevaron a cabo la disminución experimental de la iluminación, siempre en cantidades ordenadas, solamente en una de las habitaciones, pero esto no produjo ninguna diferencia importante en términos de rendimiento calculado, comparándola con el trabajo del otro cuarto, que seguía totalmente iluminado, por tanto se frustró en propósito del experimento. Ese interesante fracaso fue lo que llevó a realizar nuevos experimentos. Otro objetivo importante de los ejecutivos era intentar determinar como afectaba sobre los obreros y su trabajo la fatiga o la monotonía. Además, cualquier compañía que tenga a sus órdenes a miles de obreros trata de perfeccionar sus propios métodos, su sistema.

Esas consideraciones contribuyeron a iniciar una segunda investigación en abril de 1927 y como cabe esperar, se tuvieron muy en cuenta los resultados obtenidos del primer experimento. El objetivo principal era determinar la influencia de la introducción de diversos cambios en las condiciones de trabajo. Como ya se había observado con el primer experimento de la iluminación, no era suficiente introducir una única variable de cambio por lo que en estos experimentos no se probó el efecto de variables aisladas. Se siguió operando con pequeños grupos, en concreto de seis operarias, porque los funcionarios de la compañía pensaban que eran realmente importantes los cambios de actitudes mentales y esos cambios se apreciarían más fácilmente en grupos reducidos. También eran fundamentales esos grupos reducidos para observar minuciosamente todos los cambios en el rendimiento. Se deseaba un registro exacto de rendimiento por dos razones: En primer lugar, los cambios en la producción difieren de muchos otros cambios humanos, es decir….y en segundo lugar, las variaciones de rendimiento muestran eficazmente el efecto combinado de todas las condiciones que afectan a un grupo, es decir, que el rendimiento es la variable que mejor muestra la combinación de todas las condiciones que afectan a un grupo.

La tarea elegida consistía en el montaje de “relays” telefónicos. Se eligieron obreras experimentadas para evitar las complicaciones que supondría introducir el aprendizaje en el experimento.

Así se lograron registros continuos del rendimiento de esas ocho obreras, durante un periodo aproximado de 5 años, teniendo en cuenta que los experimentos comenzar en 1927 y finalizaron en 1932. Esos registros se obtuvieron gracias a un aparato especialmente diseñado, el cual, al completarse cada “relay” agujereaba una cinta rotativa la cual giraba a una velocidad constante, aproximadamente a un cuarto de pulgada por minuto, es decir, un poco más de medio centímetro por minuto (0,6 apróx.) Agujereaba cinco hileras diferentes, cada una de las cuales pertenecía a una obrera. A la derecha del lugar del lugar de cada obrera, en el banco existía un conducto provisto de una compuerta eléctrica, así cuando la obrera terminaba un relay, lo colocaba en el conducto y al pasar por este hacía funcionar la compuerta eléctrica y aparato que se encargaba de perforar, registraba debidamente la terminación de la pieza. Midiendo sobre la cinta la distancia entre una y otra perforación se podía determinar el tiempo transcurrido entre la terminación de una pieza y otra. De esta manera, la compañía tiene un registro de cada relay creado por cada operaria en la habitación de ensayo, durante cinco años, y en la mayoría de los casos también tiene registrado el tiempo necesario para armarlo.

Era evidente que los cambios de rendimiento calculados por ese aparato registrador constituiría la serie más importante para otras observaciones. Por eso, antes de instalar a las cinco obreras en la habitación de ensayo se llevó a cabo, sin que ellas lo supieran, un registro de la producción de cada una durante dos semanas, lo cual sirvió para establecer el rendimiento básico. Posteriormente, las chicas fueron trasladadas a la habitación de ensayo y nuevamente se registró su rendimiento durante cinco semanas sin introducir ningún cambio. De esta manera se conseguirían explicar los cambios producidos como consecuencia del traslado de las chicas.

Durante el tercer período, que duró 8 semanas, el cambio que se introdujo consistió en una variación en el sistema de pago. En el taller las mujeres cobraban a razón de cada pieza hecha por el grupo constituido por cien obreras, ahora se iba a crear un grupo formado por las cinco obreras y cobrarían por artículo realizado, lo cual quería decir que cada trabajadora cobraría más en función de su esfuerzo individual. El cuarto período consistió en dar a las obreras dos pausas de descanso de cinco minutos, una a las 10 de la mañana y otra a las 2 de la tarde. Este cambió continuó durante cinco semanas y el resultado fue que tal y como había aumentado el rendimiento total tras el cambio en la forma de pago, también había aumentado gracias a los descansos. El quinto período consistió en introducir dos pausas de 10 minutos lo cual se prolongó durante cuatro semanas y el rendimiento también aumentó. En el sexto período, que duró cuatro semanas, se introdujeron seis descansos de cinco minutos lo cual resultó difícil a las obreras por las interrupciones que les suponía y el rendimiento disminuyó. El séptimo período estaba destinado a permanecer el resto de años que durara el experimento y este introdujo dar a las obreras alimentos a media mañana, lo cual supuso dos intermedios de 15 minutos a media mañana y a media tarde durante once semanas y la producción de nuevo aumentó.

Los siguientes períodos constituyen las segunda fase de la experimentación (períodos 8-11 inclusive) se mantuvieron las condiciones del séptimo período. En el octavo período el grupo dejaba de trabajar media hora más temprano durante 6 semanas y la producción aumentó. En el noveno período se acortó aún más el día laborable y el grupo dejaba el trabajo a las 16:00, otra media hora antes durante cuatro semanas lo cual produjo una disminución del rendimiento. En el décimo período, el cual duró doce semanas el grupo volvió a las condiciones de trabajo del séptimo período y la producción fue mucho más alta que en cualquier

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