El Mercantilismo
nizty27 de Agosto de 2013
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Aun cuando, por lo general, los libros de texto de economía internacional no tratan el tema del mercantilismo, dejándolo para los textos de historia del pensamiento económico, Pienso Que el estudio de dicha escuela es de particular interés en un curso de teoría pura del comercio Internacional, no sólo por el largo periodo de tiempo que dicha escuela cubre, sino también
Porque ha sido la única escuela económica cuyos argumentos centrales giran alrededor del comercio Internacional y de la política comercial. En este breve ensayo se busca enfatizar la complejidad Del mercantilismo, viéndolo no solo como una escuela económica sino como una doctrina comercial y otra monetaria, sino también como una escuela política.
EL MERCANTILISMO
En general hay acuerdo en que es difícil definir el mercantilismo, pero podemos decir que fue la escuela económica que floreció en Europa entre 1550 y 1750, y que fue de un pragmatismo que contrastaba con la religiosidad e interés por cuestiones éticas y de justicia (o cuestiones normativas) de los autores escolásticos del medioevo, pero también con un énfasis en el rol del estado o la búsqueda de una alianza entre los hombres de negocios y un estado regulador y
Proteccionista que contrasta a su vez con el individualismo de los autores clásicos, pero a los que antecede por su atención al interés propio.
1. El mercantilismo en perspectiva histórica
No se puede entender el mercantilismo si no tomamos en cuenta que durante el siglo XVI se dan en Europa dos fenómenos íntimamente vinculados entre sí: el surgimiento de las potencias coloniales básicamente España, Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda, y un tremendo crecimiento del comercio. Estos hechos se explican por la expansión del mundo conocido, como resultado del descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492, pero también por el descubrimiento de una ruta marítima hacia el Asia (la India y los países árabes) al realizar Vasco
da Gama la circunnavegación del África en 1497. Como sabemos, las empresas de ambos navegantes resultaron de un interés de los europeos de comerciar con el oriente, interés acrecentado desde los viajes de Marco Polo a la China a fines del siglo XIII.
La expansión hacia occidente del mundo conocido se consolidó inicialmente con la conquista de América por España y Portugal durante el siglo XVI, y más tarde por Inglaterra y Francia, al norte de México durante el siglo XVII. Los estados europeos buscaron consolidar su expansión hacia el oriente con la creación de la East India Company por los ingleses el año 1600,
Y de compañías similares por los holandeses y los franceses. Estas entidades estaban encargadas no sólo de monopolizar el comercio y la navegación de esos países con sus colonias, sino que también controlaban el tráfico de esclavos y estaban dotadas de una serie de prerrogativas de tipo político y administrativo, de tipo similar a las que tenía la Casa de Contratación, creada por los españoles en Sevilla en 1503. Es el siglo XVII el que marca el auge de las políticas mercantilistas en Europa, como resultado del tremendo crecimiento del comercio colonial, de las marinas mercantes europeas, dela producción y el saqueo de metales preciosos en México y el Perú, que permitió elcrecimiento de la oferta de dinero en Europa. Dos gobiernos usualmente mencionados como paradigmas de la aplicación de políticas mercantilistas fueron el de Oliver Cromwell en Inglaterra
y sobre todo el de Jean Baptiste Colbert en Francia. Oliver Cromwell, líder puritano de la Guerra Civil Inglesa que estalló en 1640, fue nombrado Lord Protector en 1653 y falleció en 1658, y durante su gobierno buscó promover el comercio, permitió el retorno de los judíos a Inglaterra y promulgó la primera Navigation Act en 1651. J.B. Colbert, ministro de Luis XIV de Francia
(1661-1683), reformó la finanzas y la justicia en ese país, promovió el comercio y la industria mediante leyes proteccionistas y de navegación.
El siguiente siglo XVIII fue testigo durante su segunda mitad de cambios muy importantes que marcan el fin de la primacía de las políticas mercantilistas. Por un lado, tenemos el inicio del derrumbe de las potencias coloniales con la Revolución Americana en 1776 y del declive del absolutismo que marca la Revolución Francesa de 1789. Por otro lado, tenemos el inicio de la
Revolución Industrial en Inglaterra (James Watt patenta la máquina a vapor en 1769). Finalmente, tenemos también el inicio de importantes cambios intelectuales, que resultaron de las contribuciones de los fisiócratas y de los clásicos: Francois Quesnay publicó su Tableau Économique en 1758, y Adam Smith publicó La Riqueza de las Naciones en 1776.
2. El mercantilismo en perspectiva teórica
Por último, para terminar de poner en perspectiva a los mercantilistas, es conveniente hacer una breve reseña de las distintas escuelas del pensamiento económico a través del tiempo, señalando los autores y obras representativas.
- Los autores Escolásticos: su interés principal no fue la economía, pero escribieron sobre el justiprecio y contra la usura durante la Edad Media. Santo Tomás publicó su Summa Theologica en el siglo XIII.
- Los Mercantilistas: tal vez la literatura inglesa del siglo XVII sea la más representativa.
Thomas Mun escribió England’s Treasure by Forraign Trade en 1628.
- Los Fisiócratas: criticaron a los mercantilistas, advocando el laissez-faire y el libre comercio. Quesnay publicó su Tableau Économique en 1758.
- Los Clásicos: el interés propio, la libre competencia (laissez-faire) y la “mano invisible”. A. Smith: La Riqueza de las Naciones (1776). D. Ricardo: Principios de Economía Política (1817-1821, 3 ediciones).
T. Malthus (en 1820) y J.S. Mill (en 1848) también publicaron sus propios Principios. J.B. Say publicó su Traité d’economie polítique en 1803.
- Karl Marx: la teoría del valor trabajo y la plusvalía. El Capital (1867-1894, 3 vol.)
- Los Neoclásicos: escuela marginalista. Marshall: Principios de Economía (1890-1920, 8 ediciones)
- J.M. Keynes: da origen a la teoría macroeconómica y rechaza la Ley de Say. La Teoría General (1936)
3. El mercantilismo como doctrina política: la formación de los estados europeos
Una primera manera de entender los preceptos y propuestas del mercantilismo es verlos como el componente económico del absolutismo político y de la construcción de los estados europeos entonces en formación, racionalizando y sugiriendo algunos de los procedimientos de unificación nacional, especialmente en Inglaterra, Francia y España. Dicha unificación enfrentaba por un lado el universalismo de la Iglesia Católica y del Sacro Imperio Romano debilitados por la Reforma Protestante, y por otro, el particularismo de los feudos medievales debilitados por la introducción de la pólvora en Europa, para no mencionar a otros estados rivales.
Así pues, los mercantilistas no estaban interesados en teorías de la producción y/o el consumo, y lo que a ellos les interesaba era el aumento del poder del estado, pero no en oposición al sector privado, sino a otros estados, la iglesia y los señores feudales. El mercantilismo, entonces, estuvo orientado hacia la geopolítica tanto como a la economía, y dadas las bajas tasas de crecimiento económico, se presumía que la riqueza y el poder mundial eran básicamente cantidades dadas, por lo que un aumento absoluto en ellas significaba también un aumento relativo para un país, pues era a expensas de los demás países, con frecuencia a través de guerras.
Una de las políticas que se derivaba del interés de los mercantilistas en aumentar el poder político y militar de los estados fue el fomento del crecimiento de la población. Heckscher (1994) argumenta que si bien inicialmente este interés de los mercantilistas por el crecimiento de la población tenía sobre todo un propósito militar una mayor población permitía a los estados enguerra mantener ejércitos más grandes, posteriormente esto cambió y el interés por una población más grande se vinculaba más bien a la mayor oferta de mano de obra de que dispondrían las industrias.
En todo caso, una población más grande podía no ser suficiente para aumentar el poder político y militar de un estado. También se necesitaba dinero, y una manera de conseguirlo era el comercio superavitario con otros países, pues de esta manera se podía acumular oro y metales preciosos que le permitían a ese estado entrar en guerras y ganarlas ("money is the sinews of war"). De esta manera, en el comercio tenía que haber necesariamente ganadores y perdedores: no todos podían ganar, pues los superávits de unos eran los déficits de otros.
4. El mercantilismo como doctrina comercial: el proteccionismo y el comercio Colonial
Como acabamos de mencionar en el punto anterior, una de las políticas centrales si no la política central promovida por los mercantilistas fue el comercio superavitario con otros países, y en el comercio tenía que haber necesariamente ganadores y perdedores. De esta manera, podría decirse que el comercio internacional era visto como un juego suma cero. El análisis del intercambio balanceado mutuamente ventajoso, basado en el principio de las ventajas comparativas, donde no es necesario tener un superávit para ganar con el comercio, no fue adecuadamente formulado sino hasta comienzos del siglo XIX por David
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